Investigadores israelíes han descifrado en un anillo de 2.000 años de antigüedad la inscripción con el nombre "Pilato", que podría referirse al gobernador romano de Jerusalén, Poncio Pilato, quién según la tradición cristiana juzgó y ordenó la crucifixión de Jesucristo.
La pieza, "un anillo simple de aleación de cobre que data de entre mediados del siglo I a.C. y el siglo I d.C.", incorpora un estampado con el diseño de una vasija de vino rodeada por la inscripción "de Pilato" en griego antiguo, según ha publicado la revista especializada en arqueología de la Sociedad de Exploración de Israel, una información difundida por digitales israelíes.
El anillo, según el grupo de investigadores que ha hecho el descubrimiento, dirigido por el doctor Roi Porat, "habría podido pertenecer a Poncio Pilato, el prefecto de la provincia romana de Judea", o bien a "una persona de su administración".
Un equipo de arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén lo halló hace medio siglo en el yacimiento arqueológico conocido como Herodión, un viejo mausoleo donde está la tumba del mítico rey Herodes el Grande (73 a.C.- 4 d.C.), que se alza en un monte ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Belén, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania.
La pieza se encontró en su momento entre miles de objetos en una campaña de excavación hecha en el recinto entre 1968 y 1969, y el célebre nombre de Pilato fue descifrado solo recientemente, cuando se limpió y fue analizada con detalle con una cámara especializada en los laboratorios de la Autoridad de Antigüedades de Israel, indica el periódico Haaretz.
Según el mismo medio, el estampado del anillo es un tipo de sello distintivo de la caballería romana, a la que pertenecía Poncio Pilato, y podría haber sido utilizado por el gobernador durante su trabajo diario, por algún funcionario o miembro de su administración, quiénes lo habrían usado para firmar en su nombre.