El Día de Andalucía que quiere Vox: enterrar a Blas Infante y celebrar la expulsión musulmana
- Exigen que la fiesta pase del 28 de febrero -celebración del referéndum autonómico- al 2 de enero -culminación de la Reconquista-.
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En el punto número 13 del listado de exigencias de Vox para apoyar a PP y Ciudadanos en Andalucía aparece una propuesta insólita: renunciar al 28 de febrero como día de la Comunidad. El partido lo redacta así: “El Doce de Octubre se celebrará en las instituciones que dependan de la Junta, incluidos los centros escolares, con prioridad sobre cualquier otra fecha, poniendo especial relevancia en la contribución histórica de los andaluces a la defensa de la unidad, libertad y prosperidad de España”. Y aquí, en el punto dos, escriben: “El Día de Andalucía pasará del 28 de febrero al 2 de enero, en conmemoración de la culminación de la Reconquista”.
Vox sigue alentando la mirada hacia el pasado: su intención es superponer la identidad española sobre la regional desdeñando el día en el que se celebró el referéndum sobre la iniciativa del proceso autonómico de Andalucía, que acabó canjeándose en la autonomía de la comunidad. El 28 de febrero se celebra como Día de Andalucía desde 1980. Fue la única comunidad autónoma que avaló este acceso mediante referéndum, y lo hizo porque las ocho diputaciones provinciales andaluzas y el 97% de los municipios de la región se habían manifestado a favor de emplear este medio.
En ningún caso fue un camino de rosas, sino un momento problemático en el que se acusó al Gobierno de poner trabas al proceso y de promocionar la confusión, el voto negativo y la abstención: por ejemplo, se prohibió a los medios de comunicación estatales contratar propaganda sobre la consulta -en Almería, Córdoba, Huelva y Jaén sólo había medios de este tipo, fomentando la desinformación-, mientras que en Cataluña y el País Vasco no sucedió así. Este agravio comparativo fue muy criticado.
Otro hecho convulso fue el planteamiento de la pregunta en las papeletas, que, extrañamente, excluía términos clave como “Andalucía” o “autonomía”: “¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciativa prevista en el artículo ciento cincuenta y uno de la Constitución a efectos de la tramitación por el procedimiento establecido en dicho artículo?”. A pesar de todo, 2.843.820 ciudadanos acudieron a las urnas y el 55,42% votó “sí”. Sólo un 3,41% votó “no”, eso sí, con prolífica abstención (36,17%). Antes de este evento histórico, se identificaba el 4 de diciembre como Día de Andalucía: ahí se celebraba la fecha en la que los andaluces invadieron las calles en manifestaciones multitudinarias para reclamar su autonomía y luchar contra la marginalidad de la región, allá en 1977.
Blas Infante: islamófilo, obrero y republicano
Lo habitual en Andalucía el 28 de febrero es colgar la bandera blanca y verde en los balcones. En los colegios e institutos se come mollete con azúcar y aceite y se entona el himno de Andalucía, una composición musical de José del Castillo Díaz con letra -recogida, no escrita- por Blas Infante. Su origen radica en un canto popular que los campesinos y jornaleros cantaban durante la siega y su contenido es altamente reivindicativo e incita a la acción: “Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad. Sea por Andalucía libre, España y la humanidad”, reza el estribillo. “Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos, hombres de luz que a los hombres alma de hombres les dimos”.
Infante -ensayista, notario y político del Partido Republicano Democrático Federal- es, además, el llamado "padre de la patria andaluza", y cambiar la fecha sería desterrar su legado y su trabajo como ideólogo andalucista, de condición islamófilo y pendiente siempre de la opresión al jornalero. Él escribió: "Yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo". Peleó contra la crisis, el analfabetismo y el paro, ahondó en la cultura andaluza -investigando, por ejemplo, los orígenes del flamenco-, preparó un primer -y fallido- referéndum para aprobar el Estatuto de Autonomía en Andalucía y fue fusilado por los falangistas en 1936, a los 51 años. Hoy Vox pasa por encima de una fecha que también le conmemora a él.
La propuesta del partido de Abascal es que el día de Andalucía pase a ser el 2 de enero, para homenajear esa fecha en el año 1492, cuando se produjo la toma de Granada, se dio fin al último reino islámico de la Península Ibérica y se expulsó a los musulmanes. Todo ello, sumado a su otra petición de priorizar el 12 de octubre “sobre cualquier otra fecha”, confirma su intención de vigorizar el espíritu nacionalista de España y minimizar las manifestaciones culturales regionales y la memoria de los pueblos sobre su historia particular.