“Hay que abofetear a los gordos, no respeto su pereza”. “Tengo compañeros de profesión muy afeminados (…) Insto a los bailarines de ballet a comportarse como hombres. Ya hay bailarinas en escena, no hay necesidad de más”. “Los hombres deben ser hombres y las mujeres debe ser mujeres, es la razón por la que tienes huevos”. “Los hombres son lobos, son leones. Los hombres son los líderes de la familia”. Estos son algunos de los comentarios del bailarín de ballet ucraniano Sergeui Pulunin -homófobo, sexista, gordófobo y fan de Putin, al que lleva tatuado- que le han valido la expulsión de la Ópera de París.
La directora artística del Ballet de la institución musical francesa, Aurélie Dupont, había previsto que el bailarín, de 29 años, actuara en febrero en El lago de los cisnes, pero finalmente ha retirado su invitación por la polémica que han generado en redes sociales sus apreciaciones. Dupont ha precisado que los comentarios del joven “no respetan los valores” de la institución.
A Pulunin se le conoce desde sus comienzos como el “bad boy” del sector desde que en 2012 abandonase de un portazo el prestigioso Royal Ballet británico. El artista es conocido por el gran público por ser el protagonista de un videoclip de la canción de Hozier Take me to the church (2015), visto más de 26 millones de veces en YouTube.