Los 28 peldaños de mármol de la Escalera Santa, ubicada enfrente de la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, vuelven a ver la luz del día. Por primera vez en 300 años, los fieles podrán subir pisando el material original, muy desgastado por el enorme tránsito de personas a lo largo de la historia. Pero será algo temporal, solo disponible hasta el próximo 9 de junio, coincidiendo con Pentecostés. A partir de esa fecha, los escalones volverán ser recubiertos con madera de nogal, como hizo el papa Inocencio III en 1723.
Según la tradición religiosa, esta escalera formaba parte del palacio de Poncio Pilatos en Jerusalén y por ella habría subido Jesucristo el Viernes Santo, justo antes de ser juzgado y condenado a morir crucificado. También siguiendo estos relatos, hay cuatro lugares donde habría caído Jesús y derramado su sangre. Tres de estas zonas están marcadas con cruces y en el otro, protegido por una pequeña rejilla, se formó un agujero de todo lo que tocaban los devotos esta parte del mármol blanco.
La escalera fue enviada a Roma desde Jerusalén en el año 326 por orden de Santa Helena, la madre del emperador romano Constantino I. Se cree que ella restauró muchos lugares sagrados en Tierra Santa y descubrió la Vera Cruz, además de otras reliquias. El edifico actual que alberga la Escalera Santa lo ordenó construir el papa Sixto V entre 1586 y 1589 y desde entonces se convirtió en un lugar especial de oración para los pontífices. Unos años antes, en 1583, el papa Pío IX confió la Escalera Santa y el convento adyacente a los Padres Pasionistas.
Debido al enorme desgaste producido por los miles y miles de fieles que subían los 28 peldaños de rodillas, como forma de penitencia, desde hace tres siglos estaban recubiertos por unas tablas de madera de nogal que también han tenido que ser reparadas. Asimismo, las obras de la Escalera Santa, que llevaba cerrada desde el pasado verano y conduce a una capilla papal privada, la Iglesia de San Lorenzo., también han restaurado los frescos del techo.
En 1908 San Pío X concedió una indulgencia plenaria a los fieles que suban la escalera entera de rodillas. En caso contrario, se puede obtener una indulgencia parcial por cada escalón al que se llega de rodillas mientras se medita la Pasión de Cristo. Los que no consigan ascender de esta forma, pueden arrodillarse en el primer escalón y luego subir los otros escalones hasta llegar a la cima.