En 1825, una ballena macho de inusual tamaño (18 metros) apareció en la orilla más próxima al pueblecito de Tunstall, en la costa de Holderness, al este de Reino Unido. El esqueleto fue analizado en detalle y luego los huesos se enviaron al Burton Constable Hall, una especie de palacio del siglo XV localizado en East Yorkshire que alberga un gran puñado de tesoros históricos y artísticos.
El hallazgo y posterior exposición de este animal marino en 1836 fue todo un acontecimiento en la época e incluso suscitó la curiosidad del novelista estadounidense Herman Melville, quien dieciséis años más tarde, en 1851, publicaría Moby Dick, su obra maestra, que narra la odisea del capitán Ahab por dar caza a un gran cachalote blanco que la arrancó una pierna. En uno de los pasajes del libro, el mismo autor deja entrever que se ha inspirado en un suceso real:
"En un lugar de Yorkshire, Inglaterra, llamado Burton Constable, un tal sir Clifford Constable tiene en su posesión el esqueleto de un cachalote (...) que está completamente articulada, de modo que, como un gran armario con cajones, se puede cerrar y abrir, en todas sus cavidades óseas, extendiendo sus costillas como un abanico gigantesco, y meciéndose todo el día en su mandíbula inferior".
Se refiere Melville a sir Thomas Aston Clifford Constable, quien reclamó los huesos de la ballena y a cuya familia le correspondían, por derecho, todos los "naufragios" que llegaban hasta la orilla, incluso los de los animales. En 1836, los huesos del Moby Dick real se colocaron en un gran marco de hierro para que todos los científicos, artistas y turistas que quisiesen, pudieran verlos.
¿Qué sucede ahora? Durante la preparación de una exposición conmemorativa sobre el bicentenario del nacimiento de Herman Melville (1 de agosto de 1819), una conservadora del palacio halló unos "huecos" desconcertantes en el esqueleto de la ballena. En total, según informa The Times, once huesos del cetáceo se encuentran en paradero desconocido.
"Nos hemos dado cuenta de que faltan once piezas del esqueleto", ha explicado Philippa Wood. "Algunas son pequeñas partes de vértebras y aletas, pero una de ellas es bastante grande y una pérdida sustancial. Como única ballena real que aparece en libro de Herman Melville, es una parte muy importante de la historia local".
El museo, que ha sido la casa de la familia Constable durante siete siglos, cree que los hurtos ocurrieron entre la década de 1940, cuando el esqueleto se sacó fuera del edificio y quedó accesible al público, y la de 1980, cuando fue enterrado. En 2009, según informa el periódico británico, los restos fueron exhumados cuidadosamente y colocados en el gran salón de la mansión, donde continúan actualmente.
La conservadora ha instado a los habitantes locales a buscar en sus casas y jardines traseros para tratar de "revivir el esqueleto" antes de que se inaugure la muestra. También ha asegurado que no presentarán "cargos criminales" contra aquellos que confiesen y reviertan su delito. Es decir, se les concederá una "amnistía".
"Entendemos que a lo largo de los años, el esqueleto no fue conservado en condiciones adecuadas: se dejó fuera y podría haber sido normal que la gente se llevase un hueso a casa para 'ponerlo a salvo', pero ahora estamos tratando de ponerlo en valor y volver a unir todas las piezas", ha añadido Philippa Wood.