¿Cómo se sostiene la producción artística? La figura del mecenas, ya desde la antigua Roma, ha representado un importante papel en cuanto al impulso y financiación de la actividad cultural. Algunas de las obras más importantes de la historia son fruto directo del mecenazgo, como es el caso de La Última Cena (1495-1497), que fue un encargo del duque Ludovico Sforza de Milán, mecenas de Leonardo da Vinci y muchos más artistas de la época. O el Guernica (1937) de Pablo Picasso, uno de los lienzos más influyentes del siglo XX y que se hizo bajo la petición y con el apoyo económico del gobierno de la Segunda República en plena Guerra Civil.
Del mecenazgo ejercido por los nobles y gobernantes se pasó al del Estado y las instituciones académicas, que comenzaron a asumir un papel de responsabilidad en el sostenimiento de la actividad cultural y científica, dedicándole cada vez más recursos públicos. En España, donde la cultura y la investigación siempre han reivindicado la necesidad de más inversión pública, se vivió uno de los peores momentos con la llegada de la última crisis económica, pues a partir de 2008 el gasto público se redujo casi a la mitad.
Las restricciones dieron lugar a nuevas formas de financiación y, surgen así alternativas como el micromecenazgo, un sistema colaborativo que depende de la participación ciudadana. En España en 2016, más de 3 millones de personas donaron 240 millones de euros a este tipo de campañas. Su reciente popularidad se puede explicar por la frecuente promoción en redes sociales pero también se debe al impulso de la Ley de Mecenazgo de 2002, cuya reforma en 2014 contempla beneficios fiscales de hasta el 75% en la cuota del IRPF.
Es tal su eficacia que las grandes instituciones culturales también se han apuntado a las campañas de crowdfunding como una vía para lograr financiación y como una innovadora forma de involucrar a las personas en la actividad cultural. El año pasado, sin ir más lejos, el Museo del Prado inició una campaña de donaciones para sufragar la compra del cuadro Retrato de niña con paloma (1620) de Vouet. Participaron cerca de 6.500 personas y se recaudaron 204.085€. También en 2018 el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago celebró su reapertura después de una restauración que se inició en 2009. Los costes -6 millones de euros- corrieron, en su mayoría, a cargo del mecenazgo de la Fundación Barrié.
Aunque el micromecenazgo es una práctica cada vez más popular, sigue constituyendo un porcentaje muy pequeño del total de las inversiones realizadas en cultura y ciencia. Un 55% de la inversión en España ya procede del sector privado, que ha tomado el relevo de las instituciones como mecenas cultural. Ante una situación de crisis y recortes sociales, las empresas han respondido con su apoyo económico para sostener una parte de la actividad cultural y científica. Banco Santander es una de ellas. A través de la Fundación Banco Santander, lleva desarrollando una labor de mecenazgo cultural desde 1992. Con una firme vocación humanística y científica, la Fundación apoya multitud de proyectos en las áreas de arte, literatura, medioambiente, ciencia, música e historia y acción social. Todo ello, con el convencimiento de la relevancia que posee la cultura como sinónimo de progreso social.
ARTE: Conexiones para impulsar el talento joven
Entre la decena de iniciativas llevadas a cabo por la Fundación Banco Santander en materia artística, cabe destacar aquellas destinadas a impulsar la creación de nuevos artistas. Una de ellas, el programa Conexiones, nace de un acuerdo de colaboración con el Museo ABC de Diseño e Ilustración (Madrid). Este proyecto desarrolla, dos veces al año, una exposición individual de un artista emergente que destaque en el área del dibujo y/o la ilustración. La exposición debe partir de la relación entre dos obras que pertenezcan, una a la colección del museo y otra, a la Colección Banco Santander.
Hasta el momento se han realizado 17 exposiciones en el Museo ABC. La última, Autorretrato en interior, es obra de Guillermo Peñalver, quien ha presentado un trabajo de collages y dibujos en los que se presentan espacios físicos asociados a la vida privada desde una perspectiva muy característica y personal.
LITERATURA: Premiar el fomento a la lectura
Comprometida también con la literatura, la Fundación Banco Santander patrocinó por primera vez en 2018 los premios María Moliner, dentro de la XIX Campaña de Animación a la Lectura María Moliner. Se trata de un reconocimiento a los mejores proyectos bibliotecarios en poblaciones de menos de 50.000 habitantes. Los tres primeros premios fueron a parar a los municipios de Arucas (Las Palmas), Herencia (Ciudad Real) y Villamalea (Albacete), mientras que el premio al proyecto más innovador de fomento a la lectura fue concedido a la localidad de San Javier (Murcia). En la edición se presentaron 546 proyectos de toda España, de los que los 300 finalistas recibirán un premio de 1,706€ y una donación de libros de la Colección Obra Fundamental de la Fundación.
La Colección Obra Fundamental es una iniciativa con la que la institución pretende contribuir al ámbito humanístico y literario, redescubriendo y recuperando a aquellos escritores, movimientos literarios o autores/as nacidos entre finales del siglo XIX y principios del XX, a los que la desmemoria histórica ha conducido injustamente al anonimato y al olvido, siendo casi imposible, por diferentes causas, encontrar su obra publicada. Entre sus últimos descubrimientos han estado textos desconocidos de precursoras del feminismo como Clara Campoamor o Ana María Martínez Sagi, que supusieron voces muy relevantes en la transformación social de la mujer en el siglo XX.
CIENCIA: Colaboración internacional para investigar el cáncer
En materia de ciencia, la entidad mantiene desde 2009 un acuerdo con la Fundación Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III (CNIO) con el objetivo de impulsar la investigación sobre cáncer en España. Así, se ha puesto en marcha un programa posdoctoral para jóvenes investigadores procedentes de Reino Unido y Estados Unidos. Aquellos seleccionados participarán en los proyectos del CNIO durante 24 meses. Una sinergia que pretende favorecer el intercambio de conocimientos en el área de oncología entre el CNIO y los centros extranjeros participantes.
MÚSICA: Apoyo a los más pequeños
En cuanto a la música, Fundación Banco Santander se distingue por su papel de patrocinador de algunas de las grandes instituciones de nuestro país, como el Teatro Real de Madrid, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona o el Palau de la Música Catalana. Pero desde hace años también ejerce una labor de mecenazgo con organizaciones de músicos amateur como el Orfeón Donostiarra o la Fundación Albéniz, de carácter benéfico, junto a la que desarrolla varios programas pedagógicos destinados a jóvenes.
Entre ellos se encuentra la Cátedra de Piano de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que desde 1991 ha formado a más de 100 alumnos y Magister Musicae, un portal digital de enseñanza creado en 2004 con más de 3.000 horas de clases online impartidas por músicos internacionales. Este programa, además de en España, se ha implantado también en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela. Hasta ahora, más de 5.000 jóvenes de 35 nacionalidades han participado en estos y otros proyectos de la Fundación Albéniz, que busca la transformación social a través de la música.
Ejerciendo su papel de mecenas cultural, la Fundación Banco Santander realiza una inversión que, en los últimos cinco años, ha oscilado entre los 6 y 8 millones de euros. Un hecho que ha permitido el apoyo no sólo económico, sino también respecto a la visibilidad y promoción del trabajo de cientos de artistas y centros de investigación desde 1992. Solo en 2018, colaboraron con 175 instituciones culturales, medioambientales y científicas, 35 artistas recibieron ayudas, se editaron 11 publicaciones y se realizaron 8 exposiciones.
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