Un equipo de arqueólogos ha descubierto una serie de pinturas rupestres datadas en al menos 44.000 años de antigüedad en la isla de Célebes (Indonesia). Las imágenes retratan a un grupo de teriántropos –figuras humanas con características animales– cazando mamíferos con lanzas o cuerdas, lo que podría convertirlas en las pinturas rupestres con escenas de caza más antiguas conocidas de nuestra especie.
Según el estudio publicado en la revista Nature, la representación de los cazadores como teriántropos también podría ser la evidencia más antigua de que las personas imaginamos que existen seres sobrenaturales, la principal base de la religión.
Para datar los dibujos encontrados, el equipo australiano encabezado por el profesor Maxime Aubert, de la Universidad de Griffith, midió la desintegración radioactiva del uranio y otros elementos dentro de los minerales (los llamados coraloides o palomitas de maiz) que se habían formado en la pintura.
Humanos cazando animales
“Los cazadores que aparecían en la pintura eran figuras humanas pero tenían partes del cuerpo de reptiles, pájaros u otras especies endémicas de la isla de Célebes”, explica Oktaviana, estudiante de doctorado de la Universidad de Griffith y coautor del trabajo, que también ha estudiado arte rupestre en Borneo, Sumatra, Raja Ampat y Misool.
En los dibujos descubiertos en la cueva Leang Bulu' Sipong 4, los teriántropos estaban matando o capturando mamíferos, aparentemente con lanzas o cuerdas. Estos animales incluyen dos cerdos verrugosos de isla de Célebes (Babyrousa babyrussa) y cuatro búfalos enanos conocidos como "anoas" (Bubalus depressicornis), pequeños pero feroces bóvidos que aún habitan en los bosques de la isla.
Esta es la primera vez que se ven unos dibujos tan detallados pertenecientes a un periodo tan temprano. Un estudio publicado en 2018 en la revista Science describía la primera pintura rupestre de la humanidad en España, que representaba símbolos abstractos.
Los autores indican que hace 35.000 años esta forma de arte se habría convertido en una cultura artística más sofisticada con pinturas de caballos y otros animales. Hasta ahora se pensaba que los conceptos innovadores, como las composiciones con múltiples sujetos que interactúan y la representación de entes imaginarios –como los teriántropos– eran poco comunes hace unos 20.000 años.
“La pintura rupestre de Leang Bulu' Sipong 4 sugiere que no hubo una evolución gradual del arte paleolítico, de lo simple a lo complejo, hace unos 5.000 años –al menos no en el sudeste asiático–”, explica el profesor Aubert. “Todas las características de una cultura artística avanzada estaban ya presentes en la Isla de Célebes hace 44.000 años, incluyendo escenas y teriántropos”, confirma.
Los arqueólogos sugieren que Indonesia es uno de los lugares más importantes del planeta para comprender los comienzos del arte rupestre y la evolución del pensamiento humano moderno. Ahora la Isla de Célebes es el hogar de la imagen más antigua de este tipo, incluso más que el ‘hombre león’ de Alemania, una figura humana con cabeza de león, que era hasta ahora la representación más antigua de un teriántropo, con 40.000 años de edad.
Representación de dioses
Según los expertos, el arte rupestre de la Isla de Célebes puede explicar el surgimiento de la espiritualidad humana y la difusión de las creencias y prácticas artísticas que dieron forma a nuestras mentes modernas.
“Las imágenes de teriántropos pueden representar la primera evidencia de nuestra capacidad para concebir cosas que no existen en el mundo natural, un concepto básico que sustenta la religión moderna”, dijo el profesor asociado Brumm. “Los teriántropos están en el folklore o en la ficción narrativa de casi todas las sociedades modernas y son percibidos como dioses, espíritus o seres ancestrales en muchas religiones de todo el mundo”, añade.
Con estas pinturas, los primeros indonesios podrían haber expresado un pensamiento espiritual sobre el un vínculo especial entre humanos y animales mucho antes de que se hiciera en Europa, donde a menudo se han asumido las raíces de la cultura religiosa moderna.
Cuevas que se deterioran
Oktaviana cuenta que, durante sus investigaciones, han descubierto numerosos yacimientos de cuevas con espectaculares pinturas figurativas que aún esperan ser datadas, pero también han observado el alarmante deterioro de estas pinturas.
Las superficies de las paredes de las cuevas en las que se hicieron los dibujos se están despegando a un ritmo asombroso, destruyendo este arte rupestre. “Sería una tragedia que estas obras de arte excepcionalmente antiguas desaparecieran en nuestro propio país pero está sucediendo. Necesitamos entender por qué este arte rupestre de importancia mundial se está deteriorando”, relata Oktaviana.