El fin del confinamiento casero a causa del coronavirus sigue avanzando. El estado de alarma seguirá vigente, por ahora, hasta el 9 de mayo, aunque los menores podrán empezar a salir, con restricciones a partir del 27 de abril. Mientras nos atrincheramos en los balcones y terrazas pensando qué haremos cuando podamos volver a pisar la calle, hay un sector con un horizonte más lejano: el de los conciertos y espectáculos.
La concentración de gente en estos eventos obligará a las autoridades a retrasar aún más su puesta en marcha. El negocio de los festivales musicales en verano notará el impacto. Las pequeñas salas de conciertos también, así como los teatros.
Uno de los quebraderos de cabeza para los usuarios es qué hacer con esa entrada para el último grupo del momento pero que, a causa del Covid-19, se ha tenido que aplazar o suspender. Si un evento musical se cancela bajo una orden de las autoridades sanitarias, se consideraría un motivo de fuerza mayor. Por lo general, ante acontecimientos de este tipo el consumidor tiene derecho a la devolución del importe que haya pagado.
¿Pero qué pasa si la entrada es recomprada? En los últimos años se han popularizado las plataformas que ponen en contacto a vendedores que a última hora no pueden acudir a conciertos y compradores que suspiran por un último pase. Una suerte de reventa legal que a las puertas de la sala estaría penado.
Qué dice la ley
La ley de consumidores y usuarios explica que, en caso de cancelación, la empresa organizadora está obligada a reembolsar el importe de la entrada. “Pero esas plataformas no son venta directa, no están sujetas a la normativa”, explican desde el Bufete Yagüe Abogados.
Este es el caso de Mari Carmen, que compró una entrada a través de Ticketswap para el Madrid Puro Reggaeton Festival, que de momento se mantiene el 26 de junio. Al comprar la entrada por una plataforma de reventa, Mari Carmen tendría que ponerse en contacto con su vendedor para que este le devolviese el importe, y él arreglárselas con la promotora.
En una posición más favorable está Paola. Compró tres entradas para el mismo evento, una para ella y dos para unos amigos. En su caso las compró través de la web oficial, por lo que sí estaría amparada por la ley de consumidores, y la empresa tendría que devolverle el importe íntegro del ticket. Eso sí, los gastos de gestión no se devuelven al considerarse que es un trabajo realizado.
¿Qué solución le queda a Mari Carmen y a todo aquel que haya adquirido una entrada a través de la reventa legal? “Tiene la opción directa contra la empresa. Para ello tendrían que litigar en el Centro Europeo del Consumidor, aunque las posibilidades de éxito son pocas en este caso”.
Solución de las empresas
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con dos plataformas que gestionan la reventa de entradas. La primera es StubHub, que explica que actúa como “ como intermediario para compradores y vendedores. Si el evento se cancela, StubHub actúa como intermediario en el reembolso, ajustándose a lo que dicten las leyes vigentes en cada momento”.
Pero Mari Carmen compró la entrada en TicketSwap. La compañía explica que en su caso intentan poner al vendedor y al comprador en contacto para que se devuelva el dinero: “Hemos iniciado un programa de autoservicio para conectar a los compradores y vendedores en nuestra plataforma, con miles de personas que lo utilizan y, si es necesario, TicketSwap actúa como mediador”. Es decir, es necesaria la colaboración del primero para que el segundo reciba su dinero, pasando antes por la plataforma.
¿Y si la entrada tiene el nombre de otra persona? “No es diferente a cualquier otro reembolso. Contamos con un sistema que nos permite emitir un nuevo código de barras y cancelar el boleto original, para asegurarnos de que el comprador no compre un quea entrada que se ha vendido varias veces; esto también sirve para cuando un evento es cancelado, el reembolso les llega directamente del promotor”, cuentan desde la empresa, afincada en Holanda.
Este periódico también ha querido contar con la empresa Viagogo, aunque no han respondido a nuestras preguntas.