Los grandes conciertos en Madrid que se enfrentan al pico de contagios en la tercera ola: la polémica
De Raphael a El Drogas: crece la indignación contra los músicos por celebrar sus conciertos, aunque cumplan con las medidas de seguridad. Muchos eventos han adelantado horario para ajustarse al toque de queda.
26 enero, 2021 02:09Noticias relacionadas
La polémica se inauguró con el concierto de Raphael a finales de diciembre en el Wizink Center de Madrid: el ídolo reunió a más de cinco mil personas y a invitados de alto nivel, como Manuel Carrasco o Pablo López. Fue el evento más multitudinario de un año triste y pandémico, caracterizado por cancelaciones de actos culturales y por aforos restringidos -tal y como la gravedad de la situación sanitaria exigía-.
No obstante, aunque el recinto cumplía las medidas de seguridad dictadas por las instituciones, las imágenes generaron mucho revuelo e incomodidad entre los ciudadanos. ¿Cómo podía ser que tantas personas llevasen meses sin ver a sus padres o a sus abuelos y se celebrase un evento de esta magnitud?
Fue Isabel Díaz Ayuso quien defendió entonces que el Wizink Center “es un lugar seguro que renueva el aire cada pocos minutos” y que “si la incidencia acumulada en Madrid fuera preocupante, se suspenderían estos eventos”. Aunque muchos sí han sido reubicados, otros han seguido adelante, como el del pasado viernes de El Drogas en el Teatro Circo Price, que también ha levantado ampollas entre los usuarios de Twitter, a pesar de que en los vídeos de los que se disponen se ve al público sentado y haciendo uso de la mascarilla obligatoria.
El Drogas fue ayer Trending Topic durante todo el día: le acusaban duramente de celebrar conciertos justo en el rebrote que ahora padecemos, justo en la tercera ola de la pandemia. Pero en el fondo, ni él ni el resto de artistas es responsable de eso: ellos se limitan a cumplir con las normas estipuladas, como cualquier otro trabajador.
¿Alguien recriminaría al dueño de un restaurante cerrar a la hora que se le indica y acoger el aforo establecido? Parece que la cultura se sigue llevando la peor parte, porque se sigue entendiendo como un “adorno”, como un “capricho”, y no como un sector que efectivamente da de comer a muchas familias y está siendo severamente golpeado por esta crisis.
La cultura es segura
Hay esquizofrenia en las opiniones de las masas: por un lado, se ha intentado inculcar que “la cultura es segura” y se ha defendido a esta precarizada industria en un momento en el que su propio ministro, Uribes, ni está ni se le espera, como contaba el músico Fernando Naval (integrante de Camellos) en esta carta abierta. Sin embargo, cuando se celebran eventos controlados y que respetan las medidas de seguridad -hasta que se demuestre lo contrario-, la foto molesta y llega el zafarrancho del público contra los músicos. Injustamente.
El debate legítimo y necesario es, efectivamente, si en el momento tan crítico en el que nos encontramos sanitariamente es de recibo que se sigan celebrando eventos en salas y en teatros: eso depende de la mismísima Isabel Díaz Ayuso, no del artista al que le toque. Es comprensible que la ciudadanía se encuentre frustrada por cierta arbitrariedad en las normas o por ciertos sin sentidos que percibimos en el día a día, pero resulta perverso pedirle al músico que se inmole y que renuncie a su sustento.
En medio de todas estas espinosas cuestiones, y afrontando los últimos cambios en Madrid -toque de queda a las diez de la noche; hostelería y establecimientos no esenciales abiertos hasta las nueve y prohibición de reuniones de no convenientes en domicilios-, hay conciertos que siguen adelante, aunque no sabemos por cuánto tiempo. Esta semana continúan los encuentros del Inverfest -el mismo festival en el que tocó El Drogas-: esta noche, por ejemplo, actuará Silvia Pérez Cruz con su espectáculo Farsa Circus Band.
María Peláe lo hará el 27 de enero. El 28 tendrá lugar un homenaje a Carlos Cano. El 29, será el turno de Cala Vento. El 30, Eskorzo, que ofrecerán su nuevo show A fuego suave, y Rocío Márquez presentará su nuevo disco Visto en jueves el 31 de enero. El resto de nombres previstos son Marwan, Pablo Milanés, El Niño de la Hipoteca, María José Llego, Fredi Les o Juan Valderrama, entre otros -pero todos ellos, ya en febrero-. En el Teatro Coliseum actuarán Sidonie, Carlos Sadness o Xoel López; y en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, artistas como la asturiana Lorena Álvarez.
Horarios adelantados
Eso sí: por las nuevas medidas, los horarios se han adelantado, y en vez de empezar a las 21h., empezarán a las 19h. En el Wizink, por lo demás, se han cancelado u aplazado todos los eventos musicales hasta el 20 de marzo, cuando presuntamente actuará Amaral -su concierto fue aplazado desde el 21 de marzo de 2020, nada más y nada menos-. Si todo va bien, lo cual dudamos, después llegarán Joaquín Cortés, Dani Martín, Vanesa Martín, Pastora Soler, Izal o Andrés Calamaro. Veremos.
El ciclo de conciertos Bravo Madrid también sigue intentando revitalizar la música en la capital, con artistas como Rebe, Gnebras, Niña Polaca, Pantocrator o Camellos. La mayoría tocarán en el Nuevo Teatro Alcalá, con algunos espectáculos en La Riviera o el Teatro Calderón.
Más de lo mismo con el ciclo Abierto a Mediodía en el Teatro EDP Gran Vía: “Todos los eventos se desarrollarán conforme a la normativa vigente en el momento de su desarrollo y siguiendo unos estrictos protocolos de seguridad y las indicaciones recomendadas por las autoridades sanitarias. ‘Abierto a mediodía‘ nace para dar apoyo a las bandas y dar respuesta a la situación que vive el sector, dejando claro que la música no dejará de sonar”. Aquí nombres como M Clan, Marlango, Manel, Arnau Griso o Juanito Makandé -a partir de las doce de la mañana-.