El 23 de febrero de 1981 marca un antes y un después en la política de España. La joven democracia veía por primera vez peligrar su integridad durante la investidura de Calvo Sotelo. Era tan solo cuestión de tiempo que el golpe de Estado perpetrado por Antonio Tejero influyera en la cultura audiovisual.
Documentales, películas y series componen actualmente la complejidad de contar el desarrollo de unas horas cruciales para los españoles que vivieron el golpe. Desde la televisión o la radio, millones de vecinos sintieron la inquietud y tensión que ahora se puede analizar desde la perspectiva del presente.
Desde un falso documental de Jordi Évole a una película dirigida por Álex de la Iglesia, el golpe de Estado está presente en numerosas obras que se remontan a la década de los noventa.