El cómico David Suárez se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid, a instancias de la Fiscalía de Madrid y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), por un chiste escrito desde su cuenta de Twitter, tildado como "humillante" y "vejatorio" por el fiscal de la causa. El cómico se enfrenta ahora a un delito contra los derechos fundamentales por sus comentarios sobre las personas con Síndrome de Down, según informa una nota de Europa Press.
La asociación Plena Inclusión Madrid denunció en el año 2019 a Suárez por un tweet escrito el 18 de abril de 2019: "El otro día me hicieron la mejor mamada de mi vida. El secreto fue que la chica usó muchas babas. Alguna ventaja tenía que tener el síndrome de Down". Ahora se enfrenta a una posible pena de un año y diez meses de prisión, así como una multa de 3.000 euros por un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y al que se le podría sumar su inhabilitación profesional en Twitter.
El humorista ha pedido perdón durante el juicio, reafirmándose en su intención de hacer reír a su público y no de "vejar ni mofarse de ningún colectivo". Suárez ha defendido que el humor negro sirve a su autor para poner sobre la mesa "temas tabús o polémicos pero sin la finalidad de mofarse de los colectivos que hay detrás de esos temas", aunque ha añadido: "Soy cómico e intento hacer reír y es algo que no tiene nada de malo. No tengo problemas en pedir disculpas si alguien se sintió ofendido"
El acusado, que fue despedido de la Cadena SER al conocerse la noticia, donde participaba como colaborador del programa Yu, no te pierdas nada; ha manifestado también que su intención no era la de atacar al colectivo. Sin embargo, la polémica corrió como la pólvora y el humorista se vio en la obligación de colgar un comunicado en el que se disculpaba con los familiares del colectivo y respondía a las críticas recibidas por las redes.
Durante el juicio, Suárez ha subrayado: "Tengo 10.000 chistes en mi cuenta y puede haber dos o tres contra algún colectivo", ha apuntado, añadiendo que "el humor negro no tiene problemas en tratar temas más sensibles".
"Me llama la atención que una persona con tantos seguidores publique en su cuenta una broma sobra una disfunción y que se abstraiga de alguna manera del hecho de que otros la puedan visualizar de esa forma. Ese es mi dolor", ha explicado uno de los testigos, padre de una menor de siete años con Síndrome de Down. La acusación ha señalado que la difusión del chiste se realizó a través de una cuenta con 90.000 seguidores, cifras que aumentan el alcance de este tipo de discursos que representan "un paso atrás en la pelea de muchas familias".
A su testimonio se le ha sumado el de un representante de Plena Inclusión Madrid, la asociación que denunció al cómico. Su testigo ha señalado que dicho chiste "no reflejaba la imagen de las mujeres con ese síndrome porque son personas que luchan por integrarse en una sociedad. Esa visión, con esa relevancia pública, no recogía la realidad".
También ha participado el padre del acusado, quien ha explicado que su hijo ha convivido en un ambiente familiar con sensibilización hacia este colectivo, con un primo y un tío abuelo con esta afectación, y ha calificado como "desgracia" la avalancha de consecuencias que el comentario del humorista tuvo en su carrera profesional.