Se considera un parque temático, pero en realidad Puy du Fou es mucho más que eso. Se trata de una puerta abierta al pasado de España, un lugar único en el que la historia, la naturaleza y la diversión caminan de la mano para ofrecer a sus visitantes una forma diferente de ocio y en la que lo didáctico es una excusa para pasar un día inolvidable disfrutando de sus instalaciones y variados espectáculos. Más de 600.000 visitantes, los que acudieron durante la pasada temporada, dan fe de la calidad de este viaje en el tiempo que aguarda a pocos kilómetros de Toledo y apenas a 55 minutos de Madrid.
El parque prepara su reapertura, que tendrá lugar este próximo 19 de marzo y que se extenderá hasta el 8 de enero de 2023. La intención es alcanzar los 700.000 visitantes, una cifra asequible dados los precedentes y el éxito que ha cosechado desde su estreno, en agosto de 2019. Fue entonces cuando se puso en marcha el primer espectáculo nocturno, El Sueño de Toledo, y hoy, camino de tres años después, este show es uno de los más emblemáticos de la visita, hasta el punto de haber sido premiado como 'Mejor Espectáculo de Europa' en los Parksmania Awards.
Es solo uno de los galardones que ha recibido el parque durante este tiempo. De hecho, Puy du Fou España ya acumula 11 premios internacionales que reconocen su propuesta. Entre ellos, destacan los de Mejor Espectáculo del Mundo otorgado por la Asociación Internacional de Parques de entretenimiento y atracciones de referencia mundial por 'El Último Cantar'; el premio al Parque más Innovador del País en los Remarkable Venue Awards o el Premio al protagonista de la Educación en los Premios Magisterio, entre otros. Todo ello le convierte en el parque más premiado de la historia en su primer año de apertura.
Una inmersión en la Historia
Pero es el testimonio de los visitantes el que aporta mayor valor. El éxito de público durante los meses que lleva abierto Puy du Fou y las excelentes críticas recibidas en torno a la calidad de sus espectáculos, de sus instalaciones y de sus puntos de restauración son el mejor aval para organizar una visita inmersiva a una época en la que la tecnología, el ruido y las prisas del mundo moderno eran ajenas a la vida del día a día. Algo así, recuperar ese sentimiento, es lo que se pretende en el parque y, a tenor de las opiniones de sus visitantes, se logra con creces.
Dentro del recinto de Puy du Fou todo es una rememoración de épocas históricas. Su arquitectura y la caracterización de todos sus personajes obedece a una minuciosa atención a las diferentes épocas, lo que favorece la inmersión y logra una inusitada verosimilitud en todos los puntos de interés que tiene. El parque incluye cuatro poblados históricos que recrean esa época y se centran en aspectos concretos de la historia del país y del momento que reflejan.
Por ejemplo, está la llamada Puebla Real, "una villa franca de hombres libres" al cobijo de los muros de un castillo, donde se dan cita artesanos de todo tipo. También está El Arrabal, el típico barrio extramuros "donde se reúnen mercaderes, villanos y extranjeros". Otros dos ejemplos de emplazamientos de épocas pasadas son la Venta de Isidro, en la que ofrecer al viajero un alivio en sus recorridos; y el Askar Andalusí, el campamento militar del gran califa Abderramán III, un conjunto de jaimas en las que, pese a su carácter temporal, no faltan ni el lujo palaciego ni la esencia de Medina Azahara.
'El Sueño de Toledo' fue el espectáculo nocturno con el que empezó todo. Hablábamos de los premios y el reconocimiento que ha recibido, pero para hacerse una idea de lo que supone este montaje hay que aludir a la magnitud de su puesta en escena. Se trata de una representación de 70 minutos en los que caben hasta 1.500 años de la historia de España: desde el reinado de Recaredo hasta la llegada del Ferrocarril, con parada en otros episodios memorables como el descubrimiento de América, por ejemplo. Cuenta con más de 200 actores, efectos especiales de última tecnología y espectáculos pirotécnicos en un escenario de cinco hectáreas de extensión que componen "un fresco gigante" para deleite de un auditorio de hasta 5.000 personas. Estas dimensiones lo convierten en el espectáculo más grande del país.
A su estela, Puy du Fou también presenta otros espectáculos diurnos que dan vida a momentos concretos de la historia de una manera original y diferente, con guiones y coreografías espectaculares y caracterizaciones que respetan todo el rigor histórico. Por ejemplo, en Allende la Mar Océana, el espectador puede embarcarse en la carabela Santa María, una de las naves con las que Cristóbal Colón alcanzó América en 1492.
Otro ilustre, en este caso Lope de Vega, es el protagonista de otro de los espectáculos del parque: 'A Pluma y Espada'. El escritor se ve mezclado en una trama de fraudes que debe desenmascarar para salvar su honor y su legado. Y si de nombres ilustres se jalona el pasado, pocos tan épicos como el de Rodrigo Díaz de Vivar, 'El Cid', cuya vida y hazañas son el principal argumento de 'El Último Cantar', otro de los montajes más aplaudidos de Puy du Fou y que, como nota curiosa, se puede contemplar desde alguno de los asientos de una gran grada giratoria con capacidad para 2.100 espectadores.
Además de estos montajes, el contacto con los animales es otro de los aspectos más populares en la visita. Aunque todas las actividades son aptas para hacer en familia, en Puy du Fou hay más de un centenar de animales de granja como burros, caballos, vacas y cabras que sin duda son un reclamo para el público infantil. Pero tanto para los más pequeños como para sus mayores, el espectáculo 'Cetrería de Reyes' es, sin duda, una cita obligada porque participan 200 aves.
Pero este "baile aéreo" no es una exhibición de rapaces al uso. Llama la atención la cantidad pero también el trasfondo histórico que existe detrás del evento. Y es que con este espectáculo pretende recrear la justa aérea entre los "esplendores volantes" del conde Fernán González de Castilla y Abderramán III: cada parte aporta sus propias especies en un duelo singular que, con la música de fondo, ofrecerá una de las estampas más épicas de la visita. Entre las novedades para esta nueva temporada, Puy du Fou incorpora a este espectáculo algunas nuevas especies de aves.
Y como guinda para toda esta intensa agenda y, aunque el tiempo vuele, la otra gran baza de Puy du Fou es la restauración. Dentro del parque hay más de 20 mesones y tabernas en los que se ofrece una variada oferta propia de platos con el protagonismo de los productos locales. Es un complemento perfecto a una visita que no deja indiferente a nadie y con la que soñar y poner voz y rostro a algunas de las figuras más importantes de nuestra historia.