Cuando hablamos o pensamos en las personas con enfermedades en un estado avanzado, nos solemos centrar en hacer que sufran menos, en qué medicamento o técnica novedosa se les podría aplicar... Sin embargo, ayudar a esas personas y a sus allegados en ese camino a nivel psicológico y espiritual, el poner su bienestar como elemento esencial en esos últimos momentos de vida, es algo de suma importancia. Y es que es muy habitual que muchos de estos pacientes se encuentren mal mentalmente, bajos de ánimo e, incluso, deprimidos. Además, está comprobado que un paciente con un estado de ánimo positivo mejora las dolencias.
Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, celebrado el pasado 14 de octubre, nos centramos en el programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de Fundación ”La Caixa”, ya que ha presentado los resultados de la última evaluación de efectividad. Impulsada por la entidad y realizada por la Cátedra de cuidados paliativos de la Universidad de Vic - Central de Cataluña (UVIC/UCC) junto al Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP), una de las principales conclusiones a las que ha llegado es que en la primera visita por parte de Equipos de Atención Psicosocial a residencias, hospitales y domicilios de toda España, el 78% de los pacientes se sentía regular o mal y, tras la intervención de estos profesionales, este estado se reducía a la mitad.
Sin dolor y en calma
Ana María Almansa es psicóloga y directora del equipo de Atención Psicosocial de la Cruz Roja de Almería, que forma parte de este programa. Fundación “La Caixa” ha contado con La periodista Gemma Nierga en el marco del Día Mundial de los Cuidados Paliativos para una emotiva entrevista con esta ‘heroína’. “Las familias suelen tener dificultades para expresar sus dificultades, sus miedos, la situación que van a tener en ese momento y posteriormente cuando se enfrentan a un proceso en el cual te dicen que es que no hay solución”, apunta Ana María Almansa.
Y ¿cómo ayudan estos profesionales a transitar por el medio y por el dolor? “Todo ser humano tiene determinados miedos en la vida, pero, además, cuando hablas con el paciente en una situación final en la que puede establecer estas conversaciones, que son maravillosas, las personas tienen miedo al dolor (…) Nadie quiere morir con dolor y, luego, está la parte del dolor emocional. Tenemos que intentar acompañar para que esa persona no tenga dolor y, a la vez, esto va a dar calma a la familia”.
Así, en la entrevista se habla sobre el proceso de final de vida, del miedo al sufrimiento físico y emocional, de la importancia de las despedidas y de cómo hablar sobre la muerte, nos hace fuertes. “Desgraciadamente la gente se aleja a veces cuando entran en la conversación de un fallecido. Y esto es algo que sí que tenemos que aprender como sociedad, es que forma parte de la normalidad”, concluye la directora del equipo de Atención Psicosocial de la Cruz Roja de Almería.
Escuela de cuidadores
Por esa labor tan importante que realizan los cuidadores, tanto profesionales como voluntarios, en estos procesos del final de vida de los pacientes y de sus familias, la formación y disponer de herramientas para hacerlo de la mejor manera posible, es algo clave. Desde Fundación “La Caixa” han creado la Escuela de Cuidadores destinada a estas personas. Un espacio de transmisión de los valores esenciales del cuidado para ampliar sus competencias y, consecuentemente, mejorar la calidad de vida de las personas cuidadas.
Ofrecen, así, un ciclo monográfico de talleres tanto presenciales como virtuales, dirigidos a un mínimo de diez personas y a un máximo de 15 con una duración de una hora y media a dos horas cada uno. Además, están impartidos por los que más saben: profesionales de la psicología, enfermería, fisioterapia y trabajo social. Para acceder a ellos, es tan fácil como dar un click en el link de su formulario de inscripción.
En el año 2008 la Obra Social ”La Caixa” puso en marcha el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas en su apuesta por la atención a las personas en situación de vulnerabilidad. Su objetivo es contribuir a la mejora de la calidad de vida de estas personas, trabajando junto con los profesionales que las atienden.