La casa de subastas Christie's ha desmontado la versión del ex presidente de Bankinter, Jaime Botín, de que jamás tuvo el cuadro Cabeza de mujer joven de Picasso en España y, por tanto, las autoridades culturales españolas no tienen competencia para decidir que su cuadro debe quedarse en España sin opción a venderlo, tal y como tenía previsto. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte declaró su obra inexportable, decisión confirmada por la Audiencia Nacional, y a pesar de ello el banquero la sacó en un yate para intentar venderla por 26 millones de euros. El trabajo de la Guardia Civil hizo que fuera interceptado en la isla francesa de Córcega antes de ser vendido, arrebatándoselo a su dueño por incumplir la ley.
Por esta razón, Botín está imputado por un supuesto delito de contrabando de una obra que forma parte del Patrimonio Histórico Español. A pesar de haberse dictado una sentencia que de forma expresa le prohíbe sacar el cuadro del país, el banquero hizo caso omiso e intentó hacerlo llegar a Suiza para deshacerse de él, aunque su maniobra finalmente no le salió bien.
Él insiste en que el cuadro jamás ha estado en España y, por tanto, las autoridades españolas no tienen capacidad para decidir sobre su obra. Su tesis, sin embargo, ha sido puesta en entredicho por el propio consejero delegado de Christie's Ibérica, Juan Várez, quien declaró este lunes en calidad de testigo ante el juez de instrucción número 4 de Pozuelo (Madrid).
El testigo aseguró ante el magistrado que el propio Botín acudió a sus oficinas en Madrid para preparar el traslado del cuadro
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el testigo aseguró ante el magistrado que el propio Botín acudió a sus oficinas en Madrid para preparar el traslado del cuadro. Según el relato de hechos, el banquero acudió a la casa de subastas justo el día antes de que se notificara oficialmente que el Ministerio de Educación y Cultura había denegado la petición de permitir la salida del cuadro y lo había declarado inexportable.
Botín se enteró por los responsables de Christie's aquel mismo día, en las oficinas, que al día siguiente Cultura anunciaría tal decisión. Así que en ese mismo momento se decidió aplazar la fotografía de gran calidad que se iba a realizar a la obra para enviar a Londres, que sería donde se subastaría. Por el contrario, se le hizo una fotografía de menos calidad para catalogarlo.
Según narró Várez ante el juez, esto ocurrió en las fechas que el Ministerio dictó la orden de inexportabilidad, en diciembre de 2012. Meses después, en abril de 2013, el hermano del fallecido Emilio Botín, ex presidente del Banco Santander, avisó a Christie's para que fueran ellos quienes se trasladaran a Valencia para hacer la fotografía de gran calidad al cuadro, que estaba guardado en un yate.
“La cosa se va a resolver”
A pesar de que Cultura se había negado al traslado del cuadro, Botín estaba convencido de que el Ministerio se retractaría y aceptaría el recurso que él mismo había interpuesto contra su orden. “La cosa se va a resolver”, dijo el banquero a los responsables de Christie's Ibérica, avanzádoles que la obra pictórica podría salir en la siguiente subasta en Londres. De las declaraciones judiciales se desprende que el ex presidente de Bankinter tenía arreglado la revocación de Cultura. Sin embargo, tres meses después, el departamento ministerial confirmó que el Picasso no podía salir de España.
Várez también explicó al juez que desde la central de Londres se dio la orden de que el cuadro tenía que tener la autorización del Ministerio de Cultura para sacarlo del país. En caso contrario, la obra no se subastaría, como efectivamente así ha pasado. Fue la propia Christie's la que inicialmente solicitó el permiso de exportación definitiva, con aduana de salida en Madrid y destino a Londres (Reino Unido), del cuadro de Picasso. En la solicitud se declaraba que el cuadro se encontraba en Madrid, siendo el propietario Jaime Botín. La obra fue valorada en dicha solicitud en 26, 2 millones de euros.
El cuadro está en España desde hace casi treinta años y si está aquí es porque él lo trajo, hay que reconocerle su compra
Sin embargo, una vez que a la subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico les informó de la decisión, es Botín en persona quien lo recurre, alegando que Christie's ha cometido un error al decir que el cuadro estaba en Madrid porque en realidad se encuentra en un yate atracado en Valencia pero con bandera de Reino Unido y, por tanto, bajo normativa británica. Cuando Cultura rechazó su recurso y éste acudió a la Audiencia Nacional, la Sala de lo Contencioso confirmó que “la existencia de un buque en un puerto español, salvo que se trate de naves militares, le hace someterse a las normas del Estado ribereño”.
El responsable de Christie's en España ha preferido no comentar su declaración con este periódico, pero ya avanzó hace semanas a EL ESPAÑOL que “el cuadro está en España desde hace casi treinta años y si está aquí es porque él lo trajo, hay que reconocerle su compra”. Várez ha aclarado en todo momento que ha echado en falta más negociación por parte del Ministerio en el caso del Picasso. "La Junta de Calificación y Exportación debería abrirse al diálogo una vez el Estado aclaró que quería la pintura". Lamenta que, de esta manera, la paró en las fronteras españolas pero no la pagó y "debería haber ejercido su derecho a tanteo".
Para Várez es "un uso abusivo de la ley que amenaza a los coleccionistas”. Por eso pide “responsabilidad” y “coherencia” a la Junta, para “controlar de manera sensata el tráfico de bienes, porque si no crearán el efecto contrario”.
El cuadro, en España
Botín siempre se ha acogido a que el cuadro nunca ha estado en España y por tanto es nula la orden de Cultura, avalada por la Audiencia Nacional. Sin embargo, no sólo el Derecho de Mar le quita la razón si no que el cuadro sí estuvo en España, tal y como ha corroborado Várez. Es cierto, que el consejero delegado de la compañía también señaló que al solicitar el traslado de la obra fijaron como dirección el domicilio del propietario sin tener la constatación real de que fuera así.
Fuentes jurídicas explican que la realidad es que Botín tuvo el cuadro en Madrid, como así lo demuestra el hecho de que lo llevara a las oficinas en la capital, y, en todo caso, estuvo guardado en un yate anclado en Valencia, territorio español. Una vez que en mayo la Audiencia Nacional confirmara que el cuadro no podía viajar, Botín no se quedó con los brazos cruzados. En agosto, zarpó el yate hasta Córcega, desde donde volaría a Suiza para ser vendido allí. Sin embargo, la Guardia Civil pudo detectarlo antes y fue interceptado en la isla francesa y retornado a España. Hasta que no se resuelva todo el conflicto, el cuadro es propiedad del Estado.