Ocho pit bulls encadenados a cintas de correr: EEUU censura el arte chino
El Museo Guggenheim de Nueva York elimina bajo presión tres obras incluidas en la gran exposición de arte oriental que inaugura esta semana.
2 octubre, 2017 16:11Una declaración de “crueldad inconfundible contra los animales en nombre del arte” y medio millón de firmas después en Change.org y el Guggenheim de Nueva York censura obra de tres artistas chinos. En una de ellas, un vídeo de siete minutos muestra a cuatro parejas de pit bulls encadenados a cintas de correr. Los animales entrenados para la pelea tratan de alcanzar a su rival inútilmente y en el camino se agotan. La obra del polémico matrimonio Peng Yu y Sun Yuan, titulada Dogs that cannot touch each other (Los perros que no pueden tocarse), ha sido apartada de la exposición Arte y China después de 1989: teatro del mundo antes de que sea inaugurada el próximo 6 de octubre.
El Guggenheim ha recibido tantas quejas que ha decidido censurar un vídeo y las obras Theater of the World (1993) y A Case Study of Transference (1994). De esta manera, la muestra comisariada por Alexandra Munroe, Phillip Tinari y Hou Hanru queda herida de muerte, porque todas ellas son piezas que se han visto antes por museos de todo el mundo, menos en “el país de las oportunidades”.
El museo lanzó un comunicado el 21 de septiembre aclarando que el vídeo de la pareja es una pieza realizada para el Museo de Beijing, en 2003, en la que “contrariamente a algunas informaciones, no hubo pelea en la presentación oficial. En el Guggenheim sólamente es en un vídeo. No es un evento en vivo”. Aclaraban. Y apuntaban la importancia y singularidad de la acción, porque “es una obra intencionadamente desafiante y provocativa, que pretende examinar y criticar sistemas de poder y de control”, explicó el museo a los usuarios molestos.
En todos menos en EEUU
“Reconocemos que el trabajo puede ser perturbador. Los comisarios de la exposición esperan que los visitantes entiendan por qué los artistas lo crearon y lo que puede decir sobre las condiciones sociales de la globalización, así como la compleja naturaleza del mundo que compartimos”, añade el Guggenheim en su comunicado.
Sin embargo, cuatro días más tarde llega un nuevo aviso oficial de la institución cultural. Han decidido censurar las piezas y retirarlas de la selección de más de 150 obras y más de 70 artistas (sólo 9 mujeres). La han tomado “ante la preocupación por la seguridad de su personal, visitantes y artistas participantes” en la exposición.
“Aunque estos trabajos han sido expuestos en museos de Asia, Europa y Estados Unidos, el Guggenheim lamenta que las amenazas explícitas y reiteradas de violencia hayan hecho necesaria nuestra decisión”, reconoce con tristeza. “Como una institución artística comprometida a presentar una multiplicidad de voces, estamos consternados por tener que apartar obras de arte. La libertad de expresión siembre ha sido y seguirá siendo un valor primordial del Guggenheim”.
La gran decepción
La exposición recorre dos generaciones de artistas chinos, desde la Guerra Fría hasta 2008, pasando por la expansión de la globalización, de creadores que trabajan en todo el mundo con conciencia de ser un ciudadano global. Desde las protestas de la Plaza Tiananmen de 1989 a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. El relato propuesto examina cómo los artistas han sido agentes escépticos del auge de China, entre la censura y la represión de los derechos humanos y las libertades… para terminar siendo vetado en los EEUU. El museo ha recibido llamadas y correos electrónicos de activistas de los derechos de los animales pidiendo la eliminación del vídeo.
El matrimonio Peng Yu (de 43 años) y Sun Yuan (de 45) se dieron a conocer en el año 2000 con Body Link, una performance realizada en Shanghai en la que participaron de una transfusión de su propia sangre con el cadáver de gemelos siameses. Otro de sus montajes memorables es Old's People's Home (2008), compuesta por 13 esculturas hiperrealistas de ancianos líderes mundiales, entre ellos Yasser Arafat y Leonid Brezhnev, sentados en sillas de ruedas eléctricas que recorrían la habitación de manera automática, chocando entre ellos.
El vídeo de los perros es uno de los trabajos menos radicales de la pareja, pero demasiado crudo para la sensibilidad estadounidense. Teatro del mundo, de Huang Yong Ping, también ha sido eliminado por albergar insectos, anfibios y reptiles vivos que luchan entre ellos, se matan y se comen entre ellos, mientras los espectadores miran. Huang asegura de su pieza que se ha ignorado completamente el concepto y la ideología que esconde la obra. “Los derechos de los animales violan los derechos de una obra de arte y la libertad de expresión del artista”, que no podrá exponerse libremente en un museo de arte.
Animalistas contra artistas
La presidenta de PETA, Ingrid Newkirk, envió una carta a la revista Artnet explicando las razones para la eliminación de la obra. “Las galerías no deben tener tanto miedo de negarse al arte que trata a los seres vivos, como si fueran objetos, y como si nuestra sociedad no hubiera tenido los ojos abiertos a la sensibilidad de los animales y a la necesidad de protegerlos del daño. Las obras sensacionalistas que abusan de los animales son simplemente inaceptables en esta época. Nadie necesita ver a los animales molestos, y mucho menos atormentados o agitados”.
La asociación American Kennel Club también ha mostrado su repudio: “Las representaciones de la crueldad animal no son arte. Usar perros vivos en representaciones de crueldad animal no es arte, ni es saludable para los perros involucrados. Crea un ambiente peligroso, dañino y estresante. Los perros son nuestros compañeros sagrados y como defensores de ellos y de su protección, instamos encarecidamente al Guggenheim a reconsiderar la inclusión de esta pieza como parte de su exposición”.