Tras cinco años de silencio y amenazas, después de la exhibición del Franco en conserva, de Eugenio Merino, la dirección de Arco se ha visto desbordada por Santiago Sierra, que ha reclamado atención sobre los independentistas encarcelados. El artista español más famoso (y ruidoso) ha intervenido sobre la actualidad en el stand de su galería Helga de Alvear, al colocar un friso de fotos titulado “Presos políticos”. En él aparecen miembros de la peña Bukaneros, responsable del Sindicato Andaluz de Trabajadores, componentes de la izquierda abertzale, un miembro del movimiento proamnistía, un ocupa, etc. En total, 24 personas con la cara pixelada y, entre ellos, Oriol Juqueras.
Esta mañana, antes de la apertura de puertas de la nueva edición de Arco, la dirección e Ifema censuraron la obra de Santiago Sierra, con la orden de retirarla de la pared de una de las principales galerías de la muestra. Helga de Alvear había instalado la obra en el día previo, respetando la obra del artista y su propuesta de “presos políticos españoles contemporáneos”. En la tarde del lunes, la cúpula de Ifema y Arco se reunieron con la galerista y presionaron para retirarla. De Alvear accedió. La obra, de 80.000 euros, ya había sido vendida, a pesar de las reticencias de su galerista.
Desviar la atención
IFEMA ha lanzado un comunicado de prensa en el que reconoce que ha pedido a Helga de Alvear "la retirada de la obra del artista Santiago Sierra, petición a la que ha accedido". La galerista ha sido cómplice, por lo tanto, de la censura ejecutada por la institución dirigida por Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid y Cámara de Comercio (al 31% de participación cada una de ellas) y Fundación Monte de Piedad (7%).
Carlos Urroz, director de Arco, ha salido corriendo del recinto ferial y no se ha posicionado ante la decisión. IFEMA asegura que ha tomado la decisión "desde el máximo respeto a la libertad de expresión". Y lo ha hecho porque la polémica que ha provocado la exhibición de las piezas, "está perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos que reúne ARCO y, por tanto, es su responsabilidad como organizadora, tratar de alejar de su desarrollo los discursos que desvíen la atención del conjunto de la feria".
Soberanía mancillada
El texto que acompañaba a las fotos asegura que “el recurso universal a la institución penitenciaria es en sí mismo un indicador del fracaso y la impotencia de las sociedades para construir un ámbito de convivencia saludable que respete la soberanía personal”.
“La presencia de presos políticos dentro de las cárceles constituye además la piedra de toque que desacredita a cualquier gobierno que pretenda definirse como democrático”, añade el texto escrito por el propio Santiago Sierra, que ha recibido la noticia con desagrado, tal y como informan desde la galería a este periódico. Sierra presentará la obra el próximo sábado, a pesar de la censura cometida contra su libertad de expresión. Con este gesto de Ifema -dependiente del Ayuntamiento de Madrid de Ahora Madrid- se confirma la debilidad de actuación de los artistas contemporáneos en instituciones como Arco para señalar, en libertad, cuestiones que consideran conflictivas. El debate ha sido cercenado, una vez más en la feria, que se confirma como un lugar que atenta contra la creación libre e independiente.
“Tras los acontecimientos en torno al referéndum de independencia de Cataluña del día uno de octubre de 2017, y tras la decisión de aplicar el artículo 155 de la Constitución Española, la Audiencia Nacional condenó a prisión incondicional y sin fianza al exvicepresidente cetalán junto a ocho exconsejeros de la Generalidad. Sólo uno de ellos pudo eludir la condena con una fianza de 50.000 euros. Ingresaron en las cárceles de Estremera y de Alcalá Meco, Madrid”.
La obra de Santiago Sierra corre el mismo camino que el de sus protagonistas y ya está en los almacenes, la cárcel de los artistas.