María Moliner, la mujer que enseñó a leer a media España (a pesar de Franco)
Un documental presentado en Seminci analiza su importancia en la alfabetización del país.
23 octubre, 2017 02:07Noticias relacionadas
A María Moliner todos los estudiantes la conocen por su famoso diccionario. Esa recopilación de palabras que escribió a mano, llenó de anotaciones y entregó a todo el mundo. Generación tras generación se convirtió en ese libro de referencia para aprender a leer y escribir. "Dos veces mejor que el de la RAE", como lo describió García Márquez, y hecho por y para el pueblo. Moliner se olvidó del elitismo de los intelectuales de la época para conseguir el objetivo por el que luchó toda la vida, que los españoles fueran cultos, preparados y con capacidad crítica.
Donde el diccionario académico acababa, llegaba el de María Moliner para solucionar el problema. La vida y la obra de esta mujer que fue olvidada durante décadas es el centro del documental María Moliner, tendiendo palabras, de Vicky Calavia que se proyecta fuera de concurso en la sección Doc. España. Lo hace el mismo año que se cumplen 50 años de su famosa obra, pero lo que este trabajo recupera es una labor que ha pasado desapercibida y que fue igual de importante. Moliner participó en las misiones pedagógicas de la Segunda República, que se encargaban de visitar los pueblos para dar a conocer la cultura y alfabetizar a una sociedad que vivía de espaldas al progreso.
Un trabajo que no se queda ahí, también participó en el programa que logró la apertura de 5.000 bibliotecas públicas en toda España. Cultura gratis y para todos. Un lema que, por desgracia, se fue perdiendo. Para su directora, Moliner es una de esas “grandes olvidadas” que son las mujeres. Ella se ha especializado en rescatarlas del olvido con su trabajo documental, y ahora le ha tocado el turno a una persona con la que, sin saberlo, tenia una deuda pendiente. “Mi madre era maestra, y ella lo que me enseñó fue a usar un diccionario de mi abuelo. De mayor me di cuenta de que mi vocabulario y muchas cosas que conocía eran por ese diccionario”, cuenta Vicky Calavia a EL ESPAÑOL.
Documentándose descubrió que si esa publicación “fue su obra magna”, toda su labor anterior era igual o más importante, pero mucho más desconocida. “Hizo tanto durante la Segunda República en favor de la cultura … la llevó a los pueblos más desfavorecidos, a los analfabetos. Participó en las misiones pedagógicas, en la creación de la red de bibliotecas españolas… en tantas cosas”, añade la realizador con entusiasmo. El objetivo de todo ello era enseñar a leer a escribir a toda España. Lo cuenta el académico José Manuel Blecua en el documental, recuerda esa frase que era el leitmovit de María Moliner: "cualquier libro, en cualquier lugar, para cualquier persona".
Hizo tanto durante la segunda república en favor de la cultura… la llevó a los pueblos más desfavorecidos, a los analfabetos
A pesar de toda esa tarea, Moliner se encuentra de frente con la Guerra Civil, y después con el franquismo. Su labor durante la república hace que la dictadura la degrade 18 cargos dentro del cuerpo de funcionarios, donde fue una de las primeras mujeres en sacar la plaza. La bibliotecaria se queda en España, donde sufre lo que se llamó un “exilio interior”, y donde ve cómo Franco acaba con parte de todo su trabajo cuando después del conflicto ordena quemar libros y bibliotecas para acabar con esa cultura que ella defendía a capa y espada.
“La cultura te hace más inteligente, más crítico y más poderoso, y cualquier dictadura, de izquierdas o de derechas, quiere el sometimiento del pueblo, así que la dictadura se va a cargar la cultura, los libros, el cine... lo va a mediatizar para contar la historia según su criterio”, opina Calavia que cree que, por desgracia, el espíritu de María Moliner de 'Cultura para todos', se ha perdido.
“La edad dorada del cine, de la literatura.. de todo fue la segunda república. Luego ha habido 40 años de nada. Era una España muy dura. Y superar eso es muy complicado. Ese nivel de amor a la cultura y de desprendimiento y de generosidad, de gente librepensadora que sólo eran personas que amaba la cultura y que pensaba que nos hacían más libres, eso se ha acabado en España, aunque haya conatos de gente que quiere resucitar eso, sobre todo gente de la educación”, añade la realizadora.
La cultura te hace más inteligente, más crítico y más poderoso, y cualquier dictadura quiere el sometimiento del pueblo, así que se va a cargar la cultura, los libros, el cine...
La figura de las mujeres en la Segunda República se ha reivindicado en los últimos años, especialmente desde el género documental, y es que la importancia de generaciones como la del 27, “había mujeres en las tertulias, y ellas no salen en los libros de historia”. “Las mujeres no existían para nadie, y como dice Rosa Montero en un artículo de El País, buscar el rastro de las personas del siglo XX es muy complicado, pero si era mujer es imposible, porque no existe, n hay documentación de ellas. Son personajes a rescatar, pero eso requiere mucho tiempo de investigación y mucha voluntad, y faltan iniciativas así”, opina Calavia.
María Moliner sufrió también el machismo de una España gris. Ella nunca entró en la Real Academia Española, una institución que años después la quiso hacer un homenaje que ella rechazó. Muchos quisieron ver en este acto, la última forma de rebelión de la lingüista, aunque detrás había una realidad más triste, ya que el alzheimer ya hacía mella en su memoria y no se veía capaz de hacer el discurso de agradecimiento, como recuerda la directora del documental: “se le olvidó todo lo que sabía, la persona que creó un diccionario luego no se acordaba de esas palabras, una triste paradoja”.