El próximo domingo el Teatro del Barrio, en Madrid, abrirá sus puertas para celebrar la libertad de los dos componentes de Títeres desde abajo, con la representación de la obra maldita, La bruja y don Cristóbal. Las entradas gratuitas han volado. Aforo completo para ver la obra de la que, como ellos mismos dicen, "todo el mundo tiene una opinión, pero que muy pocas personas han tenido la oportunidad de ver”. El próximo lunes se cumple un año desde que en Carnavales, la Policía parara la función en plaza pública y metiera en calabozo a Raúl García y Alfonso Lázaro.
Un año después, la causa está archivada: ni hubo bandera proetarra, ni se ensalzó al terrorismo, a pesar de la denuncia que presentó la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer, después de que el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, decidiera darle carpetazo. En esta entrevista, los artistas muestran su crítica contra quienes antepusieron su bienestar al de cualquier otra cosa o persona, a pesar de lo que prediquen.
Ha pasado un año desde su arresto, ¿hay moralina en esta historia?
No sabemos si hay moralina o no. Los poderes que nos detuvieron no nos han dado ninguna lección, más bien nos han confirmado una vez más, hasta qué punto están al servicio de determinados intereses, hasta qué punto anteponen su bienestar al de cualquier otra cosa o persona y hasta qué punto se aleja lo que predican de lo que hacen.
Una posible lectura: mejor corrupto que titiritero. ¿Demasiado demagógico?
Como diría nuestra compañera de Comunidad Iluminada, eso es una verdad como un templo y una de las posibles conclusiones.
De la ficción a la realidad y de la realidad a la ficción: ¿han pasado a formar parte de su propia representación?
Lo que representamos ese día en clave de ficción narra historias reales que forman parte de nuestro día a día, de nuestro entorno y de las personas a las que queremos. Ya formamos parte de esa representación en nuestra realidad, que es a veces tan rebuscada que parece ficción.
¿Dónde necesita España más cachiporra?
No existe cachiporra suficiente para España. Ni siquiera Don Cristóbal sabría por dónde empezar.
¿España está dando el espectáculo?
Lo que hace España no es calificable en tanto que espectáculo. Es más bien una muestra de cómo se pueden alcanzar los más altos niveles de absurdidad, falta de inteligencia, sensibilidad y respeto. De cómo se pueden pisotear todas las libertades y derechos de las personas, sin que eso implique un linchamiento de los responsables.
En su web, “La bruja y don Cristóbal” no aparecía como espectáculo para niños, ¿por qué creían que no era propia para ellos?
Creemos que nuestra sociedad está un poco confusa en cuanto a lo que pueden ver los niños y que lo que no. No hicimos esta obra pensando en un público infantil, pero eso no significa que creamos que los niños no pueden ver la obra. El teatro de cachiporra lleva siglos en las calles representado espectáculos críticos y con cachiporrazos para públicos de todas las edades, y no creemos que haya muchos adultos traumatizados por una obra de títeres que vieron en su infancia en la que se pegaba a un títere de un policía. Los niños son suficientemente inteligentes.
¿Por qué a pesar de avisar al Ayuntamiento de que su obra no era “políticamente correcta” la mantuvieron en el cartel de un público que no le correspondía?
¿Entonces cuál es el público que le correspondía? De todos modos, nos parece una buena pregunta para el Ayuntamiento de Madrid.
¿Quiénes les han decepcionado más en este proceso?
Nadie nos ha decepcionado. No esperábamos menos de las personas que nos han detenido, juzgado, criticado, opinado sobre nosotros y nuestra obra sin tener ni idea. Ni siquiera de los que nos denunciaron sin informarse de lo que había sucedido realmente. No obstante, hay mucha gente ha estado a nuestro a lado, que nos ha apoyado, que se ha organizado, que ha salido a la calle, que ha sido capaz de ser crítica y que ha sido consciente de cuan injusta es la justicia y con eso nos quedamos.
¿Hay un retroceso de la libertad de expresión en España?
Hay un cambio, antes se decía abiertamente que no había y ahora nos creemos que sí hay.
¿De qué manera actúa la censura sobre la libertad de un creador que vuelve a hacer una nueva obra tras haber sido censurado?
Pues habrá gente que tenga miedo, que tenga en cuenta lo que algunas personas esperan que haga por encima de lo que quiere hacer. En conclusión, habrá quien se autocensure. Nosotros vamos a seguir haciendo esta obra, hasta que nos apetezca hacer otra.
Con la representación el próximo domingo de la función, en el Teatro del Barrio, ¿se ha convertido “La bruja y don Cristóbal” en un icono? ¿De qué?
¿Del terrorismo?