Casimir Pulaski desembarcó en Estados Unidos en 1777 para combatir al lado de las tropas de George Washington en la Guerra de la Independencia. Quien le convenció para inmiscuirse en este conflicto —ya había defendido a su país contra los rusos— fue Benjamin Franklin, a quien conoció en Francia. Su papel fue fundamental para la victoria de las Trece Colonias sobre el Imperio británico e incluso algunas versiones hablan de que le salvó la vida al mismo Washington durante la batalla de Brandywine (1977).
Dos años más tarde, Pulaski fue mortalmente herido en la batalla de Savannah. Se convirtió en un héroe, le bautizaron como "el padre de la caballería estadounidense", pero el lugar donde se enterraron sus restos permaneció desconocido durante dos siglos. Algunos hablaban de que lo habían arrojado al fondo del mar, pero en la década de 1990, unos científicos descubrieron sus huesos en una caja de metal bajo el monumento que se erigió en su nombre en la ciudad de Savannah, Georgia.
Lo cierto es que la resolución de este misterio significó la aparición de otro bastante más sorprendente: los investigadores que hallaron el cuerpo del general polaco se toparon con un esqueleto que tenía rasgos femeninos. Ahora, los resultados del análisis de los restos, detallados en un reciente documental titulado Las historias ocultas de EEUU: ¿El general era una mujer?, evidencian que Casimir Pulaski fue un ser humano intersexual. Biológicamente, no se amolda a las definición binaria de masculino o femenino.
Esta condición, confirmada por los análisis de ADN, ya parecía ser apreciable a simple vista, o eso es lo que se desprende de las declaraciones de Charles Merbs, antropólogo forense de la Universidad Estatal de Arizona en el momento del hallazgo de los restos: "Me dijeron que estudiara el cadáver con cuidado y que luego discutiéramos los resultados. Cuando lo vi, inmediatamente me di cuenta de qué se trataba. El esqueleto era tan femenino como se puede".
Virginia Hutton, una de las examinadoras del equipo, señaló en una entrevista con NBC News que una de las formas en que los esqueletos masculinos y femeninos se diferencias es por la pelvis: "En las mujeres, la cavidad pélvica tiene una forma más ovalada. Tiene menos forma de corazón que la pelvis masculina. La de Pulaski lucía muy femenina".
¿Y cómo se crió? Merbs ha señalado que, lo más probable, es que el general ruso "pensase que era un hombre, pero que algo estaba mal". Tal vez en algún momento creyó ser una mujer, pero "en aquella época las personas simplemente no sabían estas cosas". El hallazgo supone una nueva evidencia histórica de las personas intersexuales o con algún rasgo que, según los datos de las Naciones Unidas, es el 1,7% de la población mundial actual.