Juan V de Portugal.

Juan V de Portugal.

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El rey portugués que engañó a su mujer acostándose con monjas: tuvo dos hijos con ellas

Juan V de Portugal, en lugar de visitar los prostíbulos como otros monarcas de su época, frecuentaba los conventos cercanos a la corte.

31 octubre, 2020 00:57

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Uno de los acontecimientos más importantes de Portugal durante la monarquía de Juan V fue la explotación de oro en Brasil. Este metal preciado había sido descubierto en la lejana región americana hacia 1690 y todo indicaba que el reinado del joven monarca sería próspero y duradero.

Juan ascendió al trono en mitad de la Guerra de Sucesión española. Débil y enfermo, y sin haber logrado descendencia, Carlos II el Hechizado se había visto obligado a rehacer su testamento y nombrar como descendiente a su sobrino Felipe de Borbón, el candidato por el que había apostado Francia. Ese traspaso de poderes en el trono español provocó un sangriento conflicto de armas a nivel continental, que se desarrollaría desde 1701 a 1713.

Toda Europa movilizó a sus tropas, incluida Portugal. Para el año 1710 se calcula que 1,3 millones de soldados de ambos bandos habían sido movilizados, por lo que el baño de sangre y muerte estaba asegurado. Según los cálculos del historiador catalán Joaquim Albareda, que ha pasado buena parte de su vida documentando un enfrentamiento que puede ser visto como una suerte de primera guerra mundial, las hostilidades desatadas se cobraron 1.251.000 muertos en Europa.

María Ana de Austria, esposa de Juan V de Portugal.

María Ana de Austria, esposa de Juan V de Portugal.

En este conflicto, Juan V se alineó con la Reina Ana de Gran Bretaña y el Emperador Leopoldo I contra España y la gran potencia continental, Francia, la gran derrotada de la contienda. El rey portugués buscaba afianzar el poder portugués de cualquier manera y para ello buscó una alianza matrimonial. En octubre de 1708 contrajo matrimonio con su prima María Ana de Austria, hija del Emperador Leopoldo I de Habsburgo y Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo, para acercarse a Austria y tener aliados en el centro de Europa.

Con ella tuvo hasta seis hijos, aunque dos de ellos murieron durante su infancia. No obstante, y pese a todo el tiempo que le requería la política internacional de aquella época, su esposa no era suficiente para él. Juan, sediento de nuevas mujeres con las que yacer, recurrió al Convento de Odivelas, en la ciudad de Lisboa, para acostarse con monjas del convento.

Sus encuentros con las religiosas fueron tan continuos que era imposible que estas no quedaran embarazadas en algún momento. De esta manera, Juan V de Portugal tuvo hasta dos hijos varones con sus amantes monjas —también tuvo un tercer hijo con una mujer cuya identidad se desconoce—. Lejos de abandonarlos a su suerte, fueron educados en el Monasterio de Santa Cruz, en Coimbra. 

Hijos bastardos

Gaspar había nacido del encuentro entre Juan V y la monja Madalena Fernandes de Silva. El hijo se convertiría con el paso de los años en arzobispo de Braga. Por su parte, su amante más frecuente fue la Madre Paula de Odivela. Fruto de su aventura fue José de Braganza, quien se convertiría en inquisidor general de Portugal.

Como era evidente, el heredero al trono de Portugal no sería sino uno de los hijos legítimos del matrimonio entre María Ana de Austria y Juan V. Así, José I de Portugal, nacido en 1714, fue coronado rey en el año 1750. Ese mismo año Juan V había muerto dejando tras de sí una vergonzosa herencia ilegítima con algunas de las siervas de dios.