Egipto despide 2020, un año fructífero en lo que a descubrimientos arqueológicos se refiere, anunciando un nuevo gran hallazgo que será desvelado a principios de 2021. Otra vez ha sido la necrópolis de Saqqara, situada a unos 50 kilómetros al sur de El Cairo, el escenario del que se han extraído importantes vestigios de la antigua civilización de los faraones.
En esta ocasión, el protagonista es el controvertido y showman Zahi Hawass, director de una de las misiones arqueológicas que trabajan en el sitio. Según ha anunciado el Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio, las excavaciones se han saldado con "enormes hallazgos del Imperio Nuevo" y nuevos pozos funerarios que contenían un número de sarcófagos que todavía no ha trascendido.
Hawass, antiguo ministro de Antigüedades, ha confirmado que los nuevos descubrimientos, que serán anunciados al detalle próximamente, verterán luz sobre una de las partes más desconocidas de la necrópolis de Saqqara. También ha señalado que se desvelarán los secretos de los enterramientos utilizados durante las dinastías XVIII y XIX.
Los trabajos de investigación del equipo de arqueólogos egipcios se están llevando a cabo en las inmediaciones de la pirámide del faraón Teti. Hasta el yacimiento se han desplazado el actual ministro de Antigüedades, Khaled El-Enany, que se ha adentrado en uno de los pozos funerarios recién descubiertos, y el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri.
La necrópolis de Saqqara ha arrojado impresionantes hallazgos en los últimos meses. El pasado 14 de noviembre se presentó en una multitudinaria y espectacular rueda de prensa el calificado como más importante del año: cien ataúdes de madera intactos de la Dinastía XXVI y otros objetos únicos como máscaras funerarias, algunas bañadas en oro, estatuas de madera y vasos canopos.
El 3 de octubre, en un acto similar y tras el parón provocado por la pandemia del coronavirus, Egipto presentó otro gran descubrimiento: 59 sarcófagos de madera en perfectas condiciones con sus momias, que datan de 2.600 años atrás. Los cofres pertenecen al Periodo tardío y, en concreto, a la Dinastía XXVI (664-525 a.C), la última antes de la conquista persa.
Asimismo, en esa misma jornada también se anunció el hallazgo de 28 estatuas del dios Ptah Sokar, protector de los muertos y patrón de los herreros, y que habitualmente se asocia con Osiris por su apariencia de halcón. Saqqara sigue siendo un tesoro arqueológico inagotable.