Arqueólogos israelíes han desenterrado un pergamino bíblico de 2.000 años de antigüedad en una cueva ubicada en el desierto de Judea. Este hallazgo revolucionario forma parte de los Manuscritos del Mar Muerto -o Rollos de Qumrán- que se encontraron en 1946 a orillas del Mar Muerto.
Los fragmentos fueron identificados mientras la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), en consonancia con otros organismos arqueológicos y patrimoniales, llevaba a cabo un proceso de estudio de las diferentes cuevas que se encuentran en la zona. Esta joya bíblica, pese a estar escrita en griego, contiene la palabra de Dios en paleohebreo, además de narrar pasajes de los poetas menores.
"Estas son las cosas que debéis hacer: decid la verdad unos a otros, juzgad con verdad y con juicio de paz en vuestras puertas, no traméis en vuestro corazón el mal uno contra otro, ni améis el juramento falso; porque todas estas cosas son las que odio", se lee en el fragmento encontrado, haciendo referencia a las palabras de Dios que plasma el profeta Zacarías.
El director de la AAI exige en un comunicado de prensa que se aumenten las ayudas para este tipo de proyectos que arrojan luz sobre el pasado de la humanidad. "Debemos asegurarnos de recuperar todos los datos que aún no se han descubierto en las cuevas, antes de que lo hagan los ladrones", declara.
El expolio del patrimonio israelí es uno de los grandes obstáculos a los que la Autoridad de Antigüedades de Israel quiere hacer frente. El reciente hallazgo se ha realizado en una cueva con difícil acceso, conocida como la Cueva del Horror, a la que únicamente se puede entrar con el equipo de escalada adecuado.
Más hallazgos
"Este es definitivamente un momento emocionante, ya que presentamos y revelamos al público una pieza importante y significativa en la historia y la cultura de la Tierra de Israel", comenta Hananya Hizmi, Jefa de Personal del Departamento de Arqueología de la Administración Civil en Judea y Samaria.
Además del manuscrito, el proyecto, que ha contado con drones y equipos de montaña sofisticados, ha dado con otros grandes hallazgos dignos de analizar. Entre ellos, un tesoro de monedas de la época de la revuelta de Bar Kojba contra el Imperio romano, una cesta excepcionalmente conservada de 10.000 años de antigüedad, y el esqueleto de un niño que se remonta a unos 6.000 años.
"Al mover dos piedras planas, descubrimos un hoyo poco profundo excavado intencionalmente debajo de ellas, que contenía el esqueleto de un niño colocado en posición fetal", argumenta Ronit Lupu, prehistoriador de la AAI. El niño, tal y como aseguran los expertos, debió morir entre los 6 y 12 años.
Así, Israel acaba de comunicar uno de los grandes hallazgos de los últimos tiempos en este área cercano al Mar Muerto. Los expertos continuarán indagando en las diferentes grutas del desierto para comprobar si todavía existen nuevos tesoros por encontrar.