¿De dónde viene el café que está bebiendo? Por qué es importante saber el origen de lo que se consume
Según la Asociación Española del Café, la industria mueve más de 1.200 millones de euros al año y se consume 3,81 kg por persona.
7 junio, 2024 01:48La mayoría de las personas empiezan el día con una taza de café, o té; pero esos son los menos. El café es una de las bebidas más consumidas, por eso hay toda una industria en toda la cadena de valor. Desde la producción, la mayoría en Sudamérica y Asía, hasta las máquinas de café que están en las casas. Sólo en España, según la Asociación Española del Café (AECafé), la industria mueve más de 1.200 millones de euros al año.
"En España se consumen cada día un total de, aproximadamente, 66 millones de tazas de café. Cada español consume, de media, unos 3,81 kilos de café al año, o lo que es lo mismo, más de 500 tazas de café", explica Isa Moyano, responsable de comunicación de la AECafé.
Y si ampliamos el zoom, hay estimaciones que afirman que el consumo per cápita mundial es de alrededor de 13 kilos por persona al año, y hasta 4 kilos en países desarrollados. En otros países, como los nórdicos, consumen incluso más café. Es un estimulante muy extendido para mantener el ritmo, pero esto, como todo, tiene un impacto que para muchos es desconocido.
La producción de la materia prima, las semillas de café, necesita una gran cantidad de terreno en los países de origen. Estos se encuentran en países de bajo desarrollo tecnológico como Brasil, Vietnam o Colombia, lo que significa que las técnicas tienden a ser más ineficaces que los cultivos de tomate en Almería o la patata de Holanda, que tienen un alto componente tecnológico para mejorar la producción por espacio.
Sin embargo, el valor de las exportaciones totales de América Latina sigue subiendo en el primer trimestre de 2024. Lo que significa, independientemente de otros cultivos, que la producción de café requiere más agua, más tierras y más recursos. Solo Brasil cultiva el 30% de la producción de café mundial.
Miguel Gamboa, líder global del departamento dedicado al café en Rainforest Alliance, enumera los beneficios de aplicar técnicas de permacultura al cultivo del café: "Buscan conservar los recursos naturales como bosques, fuentes de agua, biodiversidad, suelos nutridos con materia orgánica, cambiar el uso de pesticidas tóxicos y utilizar prácticas de agricultura climáticamente inteligente para adaptarse en el corto plazo, y mitigar los efectos del cambio climático en el largo plazo".
Y sigue explicando las consecuencias de cuando no se hace buscando maximizar la combinación de técnicas tradicionales y avances tecnológicos: "Existe el riesgo de derribar más bosques liberando dióxido de carbono que al quedarse atrapado en la atmósfera contribuye al incremento de las temperaturas en la tierra". Y siguiendo el círculo, con la subida de temperaturas, los agricultores tienen que buscar más tierras y deforestando más. La pescadilla que se muerde la cola.
El café contra la desforestación
El café mueve mucho dinero y hay muchas empresas y personas involucradas, pero como pasa en otros sectores, no todos se benefician al mismo nivel. Cuanto más se avanza en la cadena de producción, desde el agricultor hasta el colector de las cápsulas para su reciclaje, el beneficio va ganando peso.
Algo que ha ganado peso en los últimos años es el concepto de precio justo. El café es uno de los productos habituales dentro del movimiento fairtrade, o precio justo, lo que también repercute en mejorar las prácticas. En occidente se puede llegar a gastar hasta 100 euros por medio kilo de café en cápsulas, mientras que por la misma cantidad de grano entero sin tostar es entre 0,61 y 1,05, según la organización internacional del café.
Por otra parte, según la Comisión Europea los principales cultivos importados que promueven de la deforestación son productos tan comunes como el aceite de palma, la soja, el cacao, o el café. Por esa razón, la Unión Europea ha promovido una regulación para limitar las importaciones de su producción haya promovido la tala de árboles.
Esto es un arduo trabajo en el que tienen que coordinarse muchos eslabones de una cadena muy larga. La trazabilidad es el verdadero reto en este tipo de informes porque no se sabe hasta donde seguir sumando, cuando se duplican y cuando no es atribuible. Sí es cierto que en la diferencia de precios influyen una serie de pasos, tecnología, marketing y cambio de contexto económico que hay que tener en cuenta, pero aun así las diferencias son lacerantes.
Por un comercio justo
Empujadas por los consumidores y obligadas por la legislación, las empresas intentan cerrar esa brecha. Hay sellos como Rainforest Alliance o B Corp que certifican las buenas prácticas. Estos programas de certificación ayudan a las marcas a adaptarse a las leyes de los distintos países donde operan y a la regulación europea contra la deforestación.
Gamboa, de Rainforest, dice: "Promovemos hacer la transición hacia una agricultura más sostenible, que favorezca la regeneración de los recursos naturales de manera que siempre estén disponibles para los seres vivos, incluyendo a los humanos". Los productores de café enfrentan muchos desafíos, incluidos el aumento de las temperaturas, las enfermedades de las plantas, los impactos climáticos y la inestabilidad de los precios. Y además por los derechos humanos.
El mercado del café se concentra en tres grandes empresas; Nestlé, Jacobs Douwe (Marcilla) y Unilever, con el 25% del mercado, por lo que tienen la responsabilidad de empujar por un comercio justo. Desde Nestlé hablan de mantener el equilibrio y explican que han intentado mejorar el proceso de producción. Como ejemplo ponen la mejora en los cultivos de Vietnam que necesitan un 50% menos de agua, y a la hora del reciclado de las cápsulas de Nespresso que son de aluminio, material ideal para su recuperación.
En los últimos 100 años, este brebaje se ha filtrado en tantos aspectos del día a día que todo el mundo entiende lo que es 'un cortado' o que 'quedar para un café' puede llevar más tiempo del estrictamente necesario.