¿Podría vivir sin dinero José Ignacio Goirigolzarri?
Mark Boyle decidió estar un año sin gastar un duro y contarlo en el libro 'Vivir sin dinero. Un año libre de economía'. El economista invita a probarlo para sobrevivir al sistema financiero.
6 octubre, 2016 18:17Noticias relacionadas
La bicicleta de Mark Boyle se ha averiado. La bici es la posesión más valiosa que dispone para vivir un año sin dinero. No sólo importante, esencial. Con ella hace viajes de unos 60 kilómetros para llegar a muchas de sus fuentes de alimento y leña potenciales. Y unos 30 para ver a la mayoría de sus amigos. Sin ella no tendría la menor esperanza de poder revolver en la basura para buscar los alimentos desechados que necesita en ese año.
“En mi existencia anterior, cuando usaba dinero, si le pasaba algo grave a la bicicleta, la llevaba a la tienda, compraba algún recambio o pagaba al amable dependiente para que la arreglara”. Pero eso ha dejado de ser una opción en la vida de Mark, que ya no resuelve sus problemas con dinero.
El dinero está sobrevalorado, eso ha tratado de demostrar Mark en el libro Vivir sin dinero. Un año libre de economía (que publica Capitán Swing). “El dinero ya no trabaja a nuestro servicio. Nosotros trabajamos para él. El dinero se ha apoderado del mundo. Como sociedad, adoramos y veneramos a costa de todas las demás una mercancía que no tiene ningún valor intrínseco”, escribe.
Ganar, ganar, ganar
Mark es un irlandés licenciado en Economía de la Empresa que ha dirigido empresas de alimentos orgánicos en el Reino Unido y no es el único empresario converso, que, después de conocer la vida de Mahatma Gandhi (en serio), quiso abandonar la ética capitalista y promover con su experiencia algún uso social positivo, en lugar de “ganar la mayor cantidad de dinero posible con la mayor rapidez posible”. Y abandonó el enriquecimiento a toda costa.
Para Mark ha llegado el momento. “Es un movimiento que crece con rapidez” y entiende que el problema de la producción sin límite del progreso capitalista es que la mayoría de nosotros jamás veremos los horrendos procesos de fabricación, ni conoceremos a las personas que hacen los artículos que utilizamos, y menos aún los produciremos nosotros mismos. Vivimos desconectados de lo que consumimos y de las personas que fabrican lo que utilizamos. Entre el consumidor y lo consumido hay un agujero negro, que se multiplica en el negocio financiero.
“El dinero es un poco como el amor. Nos pasamos la vida persiguiéndolo, pero pocos comprendemos lo que realmente es”, escribe Boyle, que recuerda que cuando la estructura financiera -”imaginaria”- se derrumba son los contribuyentes los que tienen que aportar miles de millones para “mantener vivo el fingimiento cuando el sistema estalla”.
Valores o beneficios
¿Es posible que la ciudadanía y la banca vuelvan a encontrarse después de todo lo que ha sucedido o hay que abandonar el dinero? “La sociedad está muy decepcionada por el funcionamiento del sector en la crisis”. Las comillas ya no son de Mark Boyle, el creador en 2007 del movimiento Freeconomy, sino del presidente de Bankia, José Luis Goirigolzarri, que acaba de participar en los encuentros empresariales de la CEOE y CEPYME, donde vino a decir que los beneficios no lo son todo en la banca, que hay que recuperar los “valores”.
¿Cómo lo va a hacer? “Defendiendo un código de valores de contenido auténtico, que debe ser nuestra guía, porque debemos ser intolerantes con la transgresión de los mismos. O dicho de otra forma, actuar de modo que en la organización resulte evidente que ningún resultado, ni ningún objetivo puede justificar la transgresión de los principios de la entidad”, dijo Goirigolzarri ante la cúpula de los empresarios.
Mejorar “la reputación”, pero, no olvidemos, también “la rentabilidad”. Quiere que “la sociedad no piense que la banca no puede ganar dinero”, quiere que entendamos que “el sistema financiero es clave para el futuro de la sociedad”. Quiere ser visto como un emprendedor resistente a las inercias capitalistas que han arrastrado a todos al hoyo, pero no acabar con la red del dinero, sino trasladarla a la Red de Redes. “El futuro es internet”, en 2016.
Olvidarlo todo
Reconoce que la sociedad está decepcionada y que “hay que escuchar lo que demanda y explicar lo que hacemos”. Reclama transparencia, quiere “quitar la mancha del pasado”, hacer borrón y cuenta nueva y convertirse en un banquero ejemplar, pero ¿qué hará en su vida, obra y milagros para hacer olvidar todo lo que ha pasado? ¿Estaría dispuesto a vivir sin dinero un año?
Desde que inició el movimiento Freeconomy, Mark Boyle ha buscado formas de eliminar de la ecuación el dinero en todos los aspectos de su vida, desde cómo obtiene el alimento a cómo se divierte o cómo se desplaza de un punto a otro. Y parece haber encontrado la receta para acabar con el sistema “que promueve la desigualdad, la destrucción del medio ambiente y la falta de respeto por la humanidad”. Este libro es un mapa para sobrevivir sin blanca: “La vida sin dinero es una aventura y, como cualquier otra aventura, uno debe apartar el mapa de vez en cuando e investigar por sí mismo adónde lleva el camino”.