Narcos, puticlubs y filosofía: el cuento sonoro de Pérez-Reverte
'Bienvenido a la vida peligrosa' es un texto del padre de Alatriste, dirigido por Guillermo Arriaga y protagonizado por la voz de Juan Echanove. Un viaje al salvaje México desde la ingenua lente europea.
21 abril, 2017 01:28Noticias relacionadas
Estas son sus gafas de escuchar, le dicen a los asistentes sus antifaces blancos. Tienen Coronitas frías en las manos -con el limón ya muy hondo en la botella-, huele a guacamole y a carne y las luces caen espesas y rojas, en un paraíso raro entre la sala de masajes y el burdel. Y eso que sólo es la una de la tarde. Ínsula mañanera en el Madrid de las prisas.
Hoy que estamos atrofiados -con un ojo en Instagram y otro en el telediario, oscilando entre la preocupación estética y la tragedia social-, se celebra el detenimiento, el ponerse uno en pause y reiniciar los sentidos muertos. El escritor Arturo Pérez-Reverte y el actor Juan Echanove presentan Bienvenido a la vida peligrosa, una serie de Podium Podcast dirigida por Guillermo Arriaga (guionista de delicias como Amores perros, 21 gramos o Babel). Como una fricción a la imaginación adulta, que lleva en paro quizá desde núbil.
Se trata de una suerte de radionovela escrita por el padre de Alatriste en la que Echanove presta su voz honda -como de dios en off- al protagonista
Se trata de una suerte de radionovela escrita por el padre de Alatriste en la que Echanove presta su voz honda -como de dios en off- al protagonista, un profesor español que acude a la universidad de Ciudad Jiménez para impartir una conferencia de Filosofía. "Yo tenía una historia, un relato de humor negro que se titulaba Mi narco favorito, y cuando surgió este asunto tan interesante y me dijeron que sí, que les apetecía que la utilizara, la transformé de relato literario a guion", explica el autor.
"Conozco Sinaloa, el norte de México, un lugar donde morir de muerte violenta es morir de muerte natural; y Guillermo Arriaga, que también conoce ese mundo perfectamente, lo materializó con voces y actores excelentes".
La primera narcoserie sonora
En la era de la imagen, apología del oído. Se pone uno la caretita blanda en los párpados y se cuela rápido en el placer azteca, en el embrollo chicano. Los primeros minutos -de un capítulo de 20- representan una tortura y de pronto se siente cerca: la crueldad se cuela en el cerebro en forma de líquido auditivo. Con su sangre caliente, su canto del cisne -casi graznido-, su risa macabra. "Yo, entre la segunda parte de La Reina del Sur y una narconovela en la que ando... al final me voy a dedicar más al narco que a la novela", guiña, con guasa.
Después, como oxígeno, arranca la trama. "El profesor Uribe se encuentra en esa estancia con un lío de puticlubs, tiros, mujeres y narcos. Él representa la inocencia europea, esa especie de inconsciencia ingenua que tenemos en Occidente", continúa Pérez-Reverte. "Se sumerge durante 24-48 horas en la violencia, en la muerte, pero todo eso con un fondo de tragicomedia al que Juan ha sabido darle el punto adecuado".
El profesor Uribe se encuentra en esa estancia con un lío de puticlubs, tiros, mujeres y narcos. Él representa la inocencia europea, esa especie de inconsciencia ingenua que tenemos en Occidente
Dice el escritor que aquí confluyen dos ecosistemas: "El estupor del filósofo civilizado ante el mundo brutal; al principio desfasado, después, ya, encontrándole el gustillo a esa vida tan alejada de la suya, la académica".
Heráclito y el hijo del narco
El licenciado se encuentra pronto el pastel: su visita se ha publicado en la prensa local y ha llegado a oídos de Don Candelario Quintana, el más poderoso y respetado narcotraficante de la zona. El magnate quiere hablar con el profesor. Se cita con él y se enciende el radar que detecta el peligro: le cuenta que su hijo, que es muy mal estudiante, tiene que enfrentarse al día siguiente a un examen de Filosofía sobre Heráclito.
Si sabe que Heráclito será el preguntado en el ejercicio es porque el buen señor ha mandado a unos matones al colegio a asediar al examinador. Pero ah, los códigos, la extrañísima dignidad, las oscuras reglas: Don Candelario no quiere amenazar a los profesores del niño para que lo aprueben, sino que su intención es que Uribe le dé clases sobre el filósofo griego y supere la prueba por sí mismo. Esta peculiar comunión es sólo el principio. ¿Qué pasará cuando aparezca la mujer arrebatadora en esta historia? ¿Y qué, si, además, la hembra cree que el docente inocentón es el último asidero para escapar de ese universo de drogas y crimen?
Creo en la intimidad. La intimidad tiene más que ver con el escuchar que con el ver. Contar un cuento es eso que de niños nos creó una primera necesidad, y tal vez el podcast sea sustitutivo de ese cariño familiar
"Hay momentos muy eróticos entre el profesor y la chica del puticlub", confiesa Pérez-Reverte. "Además, es que ella, como las mujeres de mis novelas, es muy de armas tomar". Echanove recoge el órdago: "La voz hace lo suyo. Fue intenso. Pero yo ahí ya le dije a Arriaga: mira, ¿esto por qué no se graba mejor, joder? Tanta voz...", bromea.
"Creo en la intimidad. La intimidad tiene más que ver con el escuchar que con el ver. Contar un cuento es eso que de niños nos creó una primera necesidad, y tal vez el podcast sea sustitutivo de ese cariño familiar. 20 minutos para soñar, ¡y soñar no es fácil, pero es lo único que queda ya al alcance de todo el mundo!". Jenny and the Mexicats participan en el deleite onírico. A fuerza de cumbia. Bienvenido a la vida peligrosa.