Un ataque por la espalda, con premeditación y alevosía. La primera página no te pregunta, te engancha sin cuestionárselo, como la canción que se esconde en algún recoveco de las sienes y no puedes dejar de tararear. Frases frenéticas, de menos de veinte palabras, para atraparte de primeras. “Ahora ya no tengo escapatoria. Querría volver a olvidar. ¿Estoy muerta? ¿Así es la muerte? Ya quisiera estar muerta. Quiero hacer desaparecer los martilleos y las risas”. Así se presenta Ella lo sabe (Plan B), un thriller psicológico que nace para sumarse al éxito del suspense.
Lorena Franco se enamoró de la literatura con Carlos Ruiz Zafón- igual que su protagonista-, La sombra del viento le empujó a escribir y el delirio por las letras le llevó a la autoedición. Con su nuevo libro ha abierto la puerta al género noir- ahora se quiere quedar ahí- después de tocar todos los géneros en las once obras que ha publicado en Amazon.
Es un puzzle, con giros inesperados y confesiones personales que se convierten en piezas a encajar. Cada parte del libro, dividido en capítulos que son testimonios, es un juego entre la realidad y la fantasía de la protagonista.
Una ventana
El suspense brota en la cocina de Andrea, la protagonista y su mirada a través de la ventana se convierten en la mejor prueba de lo que ocurre en el barrio. Su cabeza -afectada por las pastillas y el whisky- es la peor enemiga de lo que ve. Las paranoias se suceden, como el frenetismo de sus palabras sobre el papel, para hacerte desconfiar de todo.
Te hace dudar y terminas por no fiarte de ella, quieres creerle -de verdad que vas a querer- pero las adicciones, las voces de su cabeza y ella misma te hacen sospechar. Quinientas páginas de incertidumbre y una narración en primera persona con la voz de la protagonista que intenta escribir novela negra y se convierte en la única testigo de una desaparición. “Llega a desconfiar de sí misma, de lo que es real y de lo que puede no serlo”, así la define Lorena Franco.
Una narración que le permite jugar con la tensión. “Es agobiante. La vemos atada a una situación que se le escapa de las manos pero que, a la vez, tiene la necesidad de averiguar más, hasta que llega un momento crucial en la trama”, así describe Lorena cómo se desenvuelve la protagonista en el entramado de la novela.
Ella no está sola
Hay algo de Lorena en Andrea, la pasión por La sombra del viento y el deseo de escribir novela negra, una sí lo ha conseguido -Andrea puede que también-. “Cuando leí ese libro supe que quería hacer algo parecido, quería escribir y a la protagonista le pasa algo parecido pero ella está en un momento complicado para escribir”, afirma que es lo único en lo que se parecen. Lorena empezó haciéndolo todo, ella escribía y se editaba, se encargaba de ponerlo en Amazon y el resto era trabajo del libro.
Creo que cada escritor lleva en el ADN su género, pero hay que descubrirlo, yo he descubierto dónde me siento más cómoda y es en el thriller psicológico noir
Esta novela le ha convertido en un referente del domestic noir, género que adelanta por la derecha a la novela negra y en el que las mujeres son referentes. Lorena lo ha hecho todo, ha escrito fantasía, novela romántica, thriller y ahora ha encontrado un lugar en el que se siente cómoda, “creo que cada escritor lleva en el ADN su género, pero hay que descubrirlo, yo he descubierto dónde me siento más cómoda y es en el thriller psicológico noir.”, afirma la escritora.
Lo hace todo, es actriz y escritora. Doce novelas, series, películas y anuncios, no quiere dejar ninguna de sus pasiones. “Quiero seguir haciendo las dos cosas, no por supervivencia económica, cuando un trabajo te apasiona no quieres dejarlo”, ha encontrado el equilibrio entre sus dos pasiones y ahora mira a un salto internacional con su nueva novela.