Charlie, el niño de la fábrica de chocolate -personaje queridísimo, protagonista de la novela de Roald Dahl llevada dos veces al cine, una por Gene Wilder y otra por Tim Burton- era originalmente negro. Resulta que la criatura que parió el literato infantil más incorrecto no era aria, no era occidental: claro que la imaginación es más libre que las presiones del mercado editorial. Lo ha asegurado hoy su viuda, Liccy Dahl, en el programa Today de la BBC Radio. La señora acudía para recordar al escritor en el llamado Día de Roald Dahl: “El primer Charlie que escribió era un crío pequeño y negro”, ha sonreído. ¿Y en qué momento se volvió blanco?, le han preguntado. “No lo sé. Es una gran pena”.
Donald Sturrock, el biógrafo de Dahl, que también ha acudido al programa, explicó que el cambio a un personaje blanco fue impulsado por el agente del escritor, que pensó que un Charlie negro no atraería a los lectores. “Puedo decirte que fue su agente quien, ya en la primera edición del libro, pensó que era una mala idea tener a un héroe negro”, relató el hombre. “Ella dijo que la gente no pararía de preguntarse por qué”.
Esta revelación sorprenderá a quienes acusaron a Roald Dahl de “racista” por el hecho de que los Oompa Loompas en la versión original de la novela fuesen pigmeos negros de África
Qué sorpresa: esta revelación sorprenderá a quienes acusaron a Roald Dahl de “racista” precisamente en relación a esta novela, por el hecho de que los Oompa Loompas en la versión original fuesen pigmeos negros de África. La sombra de la xenofobia planea sobre el autor desde 1970. Fue entonces cuando la noticia de que iba a filmarse una primera película basada en el libro cabreó a los miembros de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color), que dijeron que la importación de Oompa Loompas a la fábrica tenía matices de esclavitud.
Dahl insistió en que no había ninguna mirada racista detrás de la figura del Oompa Loompa, pero a la vez empatizó con la queja de la NAACP. Así que, para guiñarles, reescribió a los personajes a tiempo para la segunda edición de Estados Unidos: ahora eran enanos blancos procedentes de un lugar inventado, Loompaland. La primera película, protagonizada por Gene Wilder, ignoró la cuestión de la raza por completo, representándolos con piel naranja y cabellos verdes.