Como si de la armadura de un guerrero del siglo XV se tratase, luce Nacha un impresionante abrigo de visón en cascada hasta la altura de las pantorrillas, elevadas por un infinito tacón de aguja. No usa esa pelliza para protegerse del insufrible frío de Madrid en invierno, sino para frenar las balas verbales de quienes la ningunean social y emocionalmente. "¿Quieres que te diga para qué vale esto? Para que nos traten como señoras, no como maricones". El autor de esa frase es José Antonio Sánchez Sánchez. A efectos reales, Nacha, una de las seis mujeres transexuales protagonistas de Vestida de Azul (Antonio Giménez-Rico, 1983) la primera película sobre la transexualidad que se estrenó en salas comerciales en España.
Es precisamente a raíz de ese filme, englobado dentro de la categoría documental, de donde parte la nueva obra de Valeria Vegas, Vestidas de Azul (Dos Bigotes). Tres décadas y un lustro después de que la película triunfase e incluso llegase al Festival de Cine de San Sebastián, la periodista analiza cómo los medios de comunicación y el séptimo arte abordaron la transexualidad en una época verdaderamente hostil para un colectivo minoritario.
De forma brillante, Vegas hace un viaje a través de películas que, a veces de forma directa y otras de forma más velada, han tratado aspectos como la transexualidad, la prostitución, el espectáculo o las leyes opresoras. Legislación que innegablemente ha evolucionado en España pero que se topa en estos días con el muro incipiente de la extrema derecha, azuzada por los nostálgicos, dispuestos a tumbar casi medio siglo de historia, avance y progreso.
¿Por qué el documental Vestida de azul para inspirar tu nueva obra literaria y no otra de las tantas películas que citas en tu libro?
Pues porque Vestida de azul, al ser un documental, desprende realismo, es decir, por ejemplo, Cambio de sexo de Vicente Aranda es muy buena película a la hora de abordar la transexualidad pero no deja de ser ficción. Vestida de azul es el primer documental en España que aborda la transexualidad, entonces permite un poco hacerse la idea de cómo eran esas vidas.
Cuentas en el libro que 4 de las 6 protagonistas ya han muerto. Entrevistas a Josette, pero sin embargo no hay conversación con Nacha... ¿Por qué?
Bueno, ayer mismo me contactó la hermana de Nacha, diciéndome que ahora Nacha quiere hablar. ¿Qué te parece? Yo contacté hace tiempo con su hermana Tatiana, le dije que tenía interés en hablar con Nacha, le conté el proyecto y no me contestó. Sale como leído y no me contesta. Ayer me llega un mensaje y me dice que Nacha quiere hablar y me dio el teléfono. Igual en la segunda edición hay una entrevista con Nacha, no lo sé.
¿Por qué hay tanto ataque entre la mujer transexual? Podemos decir sin miedo a equivocarnos que se trata de machismo.
Claro, había una carencia de sororidad absoluta. Venía principalmente por una falta total de autoestima: como no tengo nada, la sociedad me dice que soy lo peor, pues nos mordemos entre nosotras. Este es un tipo de discusión que se centraba fundamentalmente en el físico y en el "tú no tienes abrigo de piel y yo sí, yo tengo brillantes, yo tengo más que nadie...". Luego eso se trasladaba a "tú no tienes coño, tú no eres mujer" o "pues si tú tienes coño, estás loca". Es decir, el ataque constante era una carencia de seguridad en sí misma que con el tiempo ya no existe. Ahora existe una sororidad brutal en la comunidad trans.
En el libro se analiza la evolución legislativa en España, respaldada por los Gobiernos que hemos ido teniendo... ¿Se teme ahora un retroceso con la irrupción de Vox y su política anti LGTBI?
Espero que no. A veces, si a las cosas les damos un eco mayor, las ampliamos. Yo creo que lo mejor es no darles publicidad. Estas leyes ya están muy arraigadas. Por ejemplo, la Ley de Identidad de Género, la que permitía que las personas trans pudieran modificar su DNI, tan solo tiene 12 años pero ya está muy arraigada. Venir y querer quitarlas de un plumazo va a ser muy difícil porque no solo saltarían las personas trans, sino los amigos de las personas trans, los familiares de las personas trans: saltaría todo el mundo que empatice con la libertad individual.
Me expresas un deseo, pero, ¿hay temor?
Para que esta fuerza política consiga sus objetivos o cambie ciertas leyes necesita el apoyo de otros partidos. Y hoy en día, los demás partidos políticos han llegado a una afinidad para el colectivo LGTB. El Partido Popular, por ejemplo, ha madurado o se ha visto obligado a madurar. Para que Vox implantara una reforma tendría que haber otros partidos apoyándolo y no creo que sea el caso.
Tal y como comenta Antonio Giménez-Rico, el director de Vestida de azul en la entrevista que le haces... ¿Qué hay de cierta en la atracción sexual del hombre heterosexual por la mujer trans?
Hay atracción. Eso es correcto pero se siente atraído por cierto tipo de mujer transexual. Por hacer la fórmula y la ecuación exacta: un varón 'macho alfa' se siente atraído por una mujer trans hipersexualizada: labios grandes, pechos grandes, melena larga... Es cierto que dentro del colectivo trans hay mujeres hipersexualizadas y es por las que se suelen sentir atraídos. No se puede generalizar. El problema es que para ellos son un placer 'nocturno', únicamente.
Una utilización.
Claro, es una hipocresía. Una amiga mía decía: "Somos seres lúdicos". Durante el día nada, y por la noche todo.
¿A qué se renuncia cuando alguien se reasigna el sexo?
Todo el mito que hay alrededor de la reasignación de sexo viene precisamente de los años 80 -en Vestida de azul se refleja- viene por el desconocimiento absoluto. Hasta el año 1983 no se despenaliza la operación de reasignación sexual porque se consideraba una mutilación. ¿A dónde iban las españolas? A Casablanca. ¿A costa de qué? A costa de su vida. Las más mayores te lo cuentan: si te operabas y te morías en la mesa de operaciones, quemaban tu cuerpo y tus documentos y por ahí tú no habías pasado. Había mucha clandestinidad en ese tipo de intervenciones. Desde hace dos décadas o más son operaciones que están muy conseguidas y muy bien obtenidas.
¿Se renuncia al orgasmo?
En ese sentido, si se hace una comparación al orgasmo masculino, no es el mismo. No es el mismo al orgasmo masculino que se podía tener antes, pero es que el orgasmo femenino es igual que la eyaculación masculina. Quien te lo puede decir es alguien que añora ese orgasmo masculino. Pero sí se alcanza el clímax, aunque es un clímax distinto; es un clímax que se acerca al orgasmo de la mujer, que es precisamente lo que estás buscando. La mujer tiene un orgasmo distinto al hombre: no puedes llevarte lo mejor de la tómbola. No puedes llevarte lo mejor del hombre y lo mejor de la mujer.
¿Hay mucho que agradecer a estas mujeres transexuales de los 70 y los 80 para contemplar el punto social en el que estamos hoy?
Totalmente. Probablemente ellas no han luchado de forma consciente, pero existiendo y llevándose las bofetadas, el desprecio y la exclusión social, han sido el ejemplo de perdición que ha servido para que los políticos se activen, hagan caso a los activistas y se apliquen las leyes. Para que hubiese leyes, hacía falta víctimas y esas víctimas son ellas.