Fue el primer gran éxito del escritor. El nuevo hogar de los Carver, que se han mudado a la costa huyendo de la ciudad y de la guerra, está rodeado de misterio. Todavía se respira el espíritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios, que murió ahogado. Las extrañas circunstancias de esa muerte sólo se empiezan a aclarar con la aparición de un diabólico personaje: el Príncipe de la Niebla, capaz de conceder cualquier deseo a una persona; eso sí, a un alto precio.