Escocia nació batallando. Desde que la civilización romana llegó a Bretaña y entró en conflicto con los nativos de la isla, los escoceses no han conocido más que la lucha entre pueblos. Los invasores tuvieron que construir una serie de muros para evitar lo que ellos denominaban incursiones bárbaras, y al norte se dejó entrever lo que siglos más tarde se conocería como Escocia.
Las verdes montañas de esta lluviosa tierra han sido durante años escenario de numerosas leyendas que han propiciado la escritura de libros y la grabación de todo tipo de películas y series. El mito y la verdad frecuentan Escocia. Outlander ha sido la última de las producciones que ha mostrado a millones de espectadores, lectores o no de las novelas homónimas de Diana Gabaldon, la atípica y apasionada historia de amor entre Jamie Fraser (Sam Heughan) y Claire Randall (Caitriona Balfe) ambientada en las Highlands del siglo XVII.
Una Escocia que vivía tiempos convulsos, como todas las épocas escocesas, con los británicos en sus tierras intentando salvaguardar los intereses reales y gran parte de los clanes locales urdiendo un plan en la sombra para destronar al que consideran un usurpador y devolver el trono a su favorito, un Estuardo.
Outlander no es una serie histórica, es mucho más que eso. Y por ello, tanto Sam Heughan como su compañero Graham McTavish, quien interpreta a Dougal MacKenzie, recorren esta región y plasman sus vivencias a base de whisky y buen ambiente en Men in Kilts, miniserie documental que, desde este 9 de abril en Movistar+, ofrece un roadtrip por los rincones más llamativos de Escocia.
Las aventuras de Sam y Graham no solo están disponibles en este formato documental. Los más lectores tienen la oportunidad de hacerse con Tierra de clanes (Principal), un libro no histórico que enseña el pasado de Escocia a través de los dos protagonistas. Una narración de casi 400 páginas que recogen las vivencias de ambos actores desde la lectura. "Pensad en Jack Kerouac, pero con menos drogas, más párrafos y nada de sexo", avanza Diana Gabaldon en el prólogo.
¿Qué es Escocia?
Tanto Graham como Sam se detienen para introducir al lector, en este caso, uno de los atuendos más característicos del pueblo escocés. No hay nadie que no conozca el kilt, o el great kilt, esa falda popular que uno puede ver en Outlander o la película Braveheart. "Estas faldas nos mantenían increíblemente cálidos durante los rodajes de invierno, nunca teníamos frío en el cuerpo ni en las piernas mientras las llevaba puestas", asegura Heughan.
El actor comprobó por qué los antiguos habitantes de las Tierras Altas no pasaban frío llevando esta prenda. "Es una prenda muy adaptable, ya que, al doblarse de distintas maneras, se puede utilizar para llevar comida, niños y armas escondidas o te puedes cubrir la cabeza para obtener refugio y calidez", añade.
El kilt se teñía por tradición con bayas y plantas locales y también servía como camuflaje natural ante los enemigos. En 1746, que coincide con el primer episodio de la tercera temporada de Outlander, se prohibieron en Inglaterra las telas escocesas y los tartanes, así como las armas y otros símbolos de la cultura escocesa, hasta 1782.
Glen Coe
Los conflictos entre escoceses e ingleses han sido constantes a lo largo de la historia de Gran Bretaña. Tierra de clanes refleja estas disonancias sin entrar en valoraciones, relatando a través de Sam y Graham las grandes luchas y matanzas acaecidas en suelo escocés.
Sobre el hermoso valle de Glencoe tuvo lugar una de las masacres más recordadas de la historia de Escocia. El clan de los MacDonald se había asentado por estos lares tras haber apoyado al rey Roberto I Bruce en el año 1300. "Debido a la hostilidad del terreno, al espantoso clima y a la tierra aún peor, eran conocidos por tener las manos largas y robar el ganado de sus vecinos, por lo que, en general, se ganaron una mala reputación", explica Graham.
No obstante, el conde de Argyll, dirigente de otro clan llamado Campbell, fue protegido por los MacDonald en sus tierras. "Los soldados pasaron doce largos días con sus anfitriones, los MacDonald, mientras compartían el pan, apostaban, bebían e intercambiaban historias cerca de la hoguera", se describe en Tierra de clanes. Tras dos semanas de amistad, uno de los dirigentes de los Campbell recibió la orden de ejecutar a todos los MacDonald por no haber actuado a tiempo para prometer lealtad al nuevo rey, Guillermo de Orange.
No solo los hombres fallecieron en este ataque, sino que muchos de los MacDonald se quedaron sin hogar, tras el fuego prendido por los traidores. Así, hasta 40 mujeres y niños murieron a la intemperie. Es por esta traición que Glencoe también se conoce como el "valle del llanto".
Amistad e historia
Tierra de clanes y Men in Kilts no ahonda en el pasado mediante la melancolía y presenta todos los acontecimientos que resumen las Tierras Altas con humor y cercanía. Lo que más engancha es la relación entre ambos. "Lo admito, tengo una obsesión infantil con atormentar a Graham", confiesa Heughan. "Mi lápida tendrá la siguiente inscripción: La culpa es de Sam Heughan", responde el actor que da vida a Dougal MacKenzie.
Este viaje se lanza como una oda a los seguidores más fieles de Outlander. Sin embargo, no hace falta conocerlos para dejarse seducir de esta amistad entre dos actores cuya relación envejece como el whisky.