El vinilo vuelve a ser el rey: según informa la BBC, la pasada semana las ventas de discos de vinilos superaron a las descargas digitales en Reino Unido. El primero consiguió facturar 2,4 millones de libras (2,8 millones de euros) mientras que las descargas recaudaron 2,1 millones de libras (2,4 millones de euros). Es llamativo especialmente si se establece un paralelismo con la misma semana del año pasado. Entonces, las descargas consiguieron unas ventas de 4,4 millones de libras frente a los 1,2 millones de los vinilos.
Eso sí: cuidado con las fechas. La organización de la que provienen los datos -la Entertainment Retailers Association (ERA)- atribuye este éxito de lo analógico a que los discos de vinilo van a ser uno de los regalos estrella de estas Navidades, así como al hecho de que grandes superficies como Tesco o Sainsbury's -dos cadenas de supermercados- han recuperado los vinilos en sus estantes. "No hace mucho decíamos que las descargas eran el futuro, pero nadie podía prever que iban a ser superadas por un formato inventado en 1948", explica Kim Bayley, presidenta de ERA.
Otros dos rasgos importantes del contexto: uno, el Black Friday -y el hecho de que sea una época del año en la que los productos físicos sufren rebajas, desviando el atractivo de las descargas digitales-, y dos, la semana del Cyber Monday, en el que las principales tiendas online ofrecen suculentas ofertas a los consumidores. La balanza está en su punto medio y, con todo, esta vez han vencido los vinilos.
El disco de vinilo más vendido la semana pasada en Reino Unido fue el de Kate Bush -compositora británica que alcanzó su zenit en los ochenta- y que ahora ha sacado un triple álbum en directo titulado Before The Dawn. El artículo costaba nada más y nada menos que 61 euros, lo que ha hecho que los ingresos en su categoría se disparasen. Los 120.000 vinilos que se vendieron en el país superaron económicamente a las 295.000 descargas que se produjeron. Lo retro está aquí y se paga por ello.