Cuando uno construye un personaje, con sus volúmenes y sus pliegues y sus aristas, una de las cosas que debe tener presentes desde el principio es que, antes o después, cuando el relato lo exija, debe ser capaz de matarlo. No puede prendarse de él. No debe mantenerlo con vida sólo por el hecho de haberlo ideado. A veces la supervivencia de un personaje resulta perjudicial para la historia. Y para el autor. Y para el propio personaje.
Por eso, en el año 1987, Georgios Kyriacos Panayiotou decidió que su personaje, el primer George Michael, el muchacho de melena rubia y aros en las orejas que cantaba a su “lady” en Wake Me Up Before You Go-Go y miraba con desencanto a la mujer que le había partido el corazón las navidades pasadas, debía desaparecer. Lo había creado cuando tenía 18 años y había formado el dúo musical Wham! junto a su amigo y compañero de colegio Andrew Ridgeley, pero después de casi una década liderando el pop adolescente británico había llegado el momento de quemar las primeras páginas de la historia de George Michael para que éste pudiese resurgir de sus cenizas.
Y así lo hizo. Un segundo George Michael venía al mundo en 1987 y traía bajo el brazo su primer disco en solitario, que pronto se convertiría en un éxito de ventas a nivel mundial: Faith. El nuevo George Michael tenía otra actitud, otra apariencia, otra forma de ser. El pelo corto, barba de tres días, gafas de sol, botas, una chupa de cuero en la que se podía leer la palabra “Revenge” y un pendiente con forma de cruz colgando de su oreja derecha. Se habían acabado las baladas románticas, los ojitos de cordero y los Everything She Wants. George Michael descubría el rock y dejaba atrás los ochenta, dejaba atrás a Ridgeley, dejaba atrás la adolescencia y se dejaba atrás a sí mismo para volver a ser —otra vez, pero por vez primera— George Michael.
Su carta de presentación, por si la cosa no había quedado del todo clara, fue el single 'I Want Your Sex', cuyo videoclip causó cierta controversia debido a los juegos sexuales que se exhibían en él
Su carta de presentación, por si la cosa no había quedado del todo clara, fue el single I Want Your Sex, cuyo videoclip causó cierta controversia debido a los juegos sexuales que se exhibían en él —es célebre el instante en el que Michael dibuja la frase “explora tu monogamia” con un lápiz de labios sobre el muslo y la espalda de su acompañante—. La segunda venida de George Michael fue la época de la rebeldía, de los cuatro números uno de Faith y del famoso lip sync de las top models Naomi Campbell, Cindy Crawford, Linda Evangelista y Christy Turlington en el videoclip de 'Freedom 90', pero también fue la época de una creatividad agonizante que, durante casi diez años, no logró cristalizar en ningún disco, salvo el desterrado Listen Without Prejudice Vol. 1.
Por eso, George Michael se vio en la obligación de volver a nacer. De cargarse al George Michael de Faith y renovarse otra vez. Así fue como en 1996, un tercer George Michael aterrizó definitivamente en los años 90. Con su perilla, su traje, sus gafas de pastillero y sus singles bailables y cargados de samples. El mundo comenzó a descubrir a este nuevo George Michael con ‘Jesus to a Child’ pero lo hizo definitivamente con Fastlove, el éxito más reconocible de su tercer disco de estudio, Older, en el que George se iría enterrando poco a poco y para siempre.
En el año 1998, en el marco de una redada policial en Beberly Hills, un policía de incógnito arrestó a George Michael por cometer “actos lascivos” en unos baños públicos. Poco después, el cantante declararía a MTV: “El policía (bueno, yo no sabía que era policía en aquel momento, obviamente) me siguió al baño y comenzó a jugar a un juego. Creo que se llama “Yo te enseño el mío, tú me enseñas el tuyo, y cuando me lo enseñes, te arresto””.
A partir de ahí, Georgios Kyriacos Panayiotou comenzó a fundirse con su personaje. Su vida privada pasó a ser pública con su consentimiento y complicidad, y las diferencias que llevaban tantos años separándolo de George Michael empezaron a difuminarse. Su afición al sexo con desconocidos, al consumo de crack, su orientación sexual. Poco a poco, Georgios emergía y George desaparecía una vez más, la tercera, porque la realidad, como ya había sucedido antes, lo había vuelto a superar.
Desde Older, y con la excepción del sencillo 'Shoot the Dog', publicado en 2002, la carrera musical de George Michael se fue apagando a medida que se apagaba el propio personaje
Desde Older, y con la excepción del sencillo Shoot the Dog, publicado en 2002 como respaldo del álbum Patience, la carrera musical de George Michael se fue apagando a medida que se apagaba el propio personaje. Ya no quedaba nada del primer George Michael ni de sus canciones de amor adolescente. Ya no quedaba nada del George Michael contestatario que quemaba su chupa de “Revenge” en el videoclip de Freedom 90. Y ya quedaba muy poco del George Michael más maduro e introspectivo que, en 1996, había nacido con Fastlove’
La pasada madrugada, la madrugada del día de Navidad, Georgios Kyriacos Panayiotou fallecía en su residencia de Goring-on-Thames, en el condado de Oxfordshire, Inglaterra, y no lo hacía solo. Con él, en el mismo instante, y por tercera y última vez, desparecía para siempre George Michael.