Serrat sigue en Argentina -acaba de cerrar su gira de la “amistad” acompañado por Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel- pero siente la necesidad de hablar antes de que el jueves 28 las masas se citen en la plaza Sant Jaume y entonen su icónico Mediterráneo. La convocatoria que corre como la pólvora por redes sociales asegura que este himno “será utilizado para reivindicar ante el molt honorable President de la Generalitat que no estamos siendo reconocidos”, pero el padre de la criatura se siente incómodo.
En declaraciones a El Periódico, Serrat asegura que él no tiene nada que ver: “Ni en esta convocatoria ni en ninguna que gire alrededor de mí o de la canción Mediterráneo. No sé quién la ha convocado. Yo mismo la he recibido por whatsapp, pero no sé quién está detrás, lo que me resulta muy preocupante. Como también lo es que des tu opinión y corras el riesgo de ser manipulado. Tus ideas no tienen por qué coincidir con el pensamiento de los manipuladores”, ha asegurado.
Contra la "idea oficial"
No se arrepiente de sus últimas declaraciones, en las que expresó que la convocatoria del referéndum "no era transparente". Se mostró "favorable" a los referéndum, pero criticó que las fuerzas soberanistas lo convocaran con una "ley exprés" y sin dejar margen al diálogo. Serrat opinó que tanto a la Generalitat como al Gobierno central les convenía mantener el conflicto para "tapar unos años de recortes económicos y corrupción política".
Hasta su compadre Joaquín Sabina salió en pleno concierto a defenderle de esas voces embrutecidas que le acusaban de "facha" y cambió por él la letra de Y nos dieron las diez: "¡Sé que no lo soñé! Protestaba mientras me esposaban los Mossos d'Esquadra", cantó.
Serrat untualiza que mantiene todo lo dicho, a pesar del zafarrancho generado. Asume su posición y su discurso respecto a sus circunstancias. “Es como si existiera una idea oficial y lo que haya podido hacer, al estar en desacuerdo con la oficialidad, implique el riesgo de ser censurado o maltratado”. Se sintió “orgulloso” de que su himno se utilizase “para denunciar la terrible situación de los refugiados”, pero “que algunos puedan haberla usado para reivindicarme a mí personalmente buscando solidaridad cuando otros censuran mi punto de vista es arrimar el ascua a su sardina”.
Es como si existiera una idea oficial y lo que haya podido hacer, al estar en desacuerdo con la oficialidad, implique el riesgo de ser censurado o maltratado
Serrat cree que “el gobierno de Rajoy ha sido una fábrica de independentistas” y que, si bien “no es el único responsable de lo que ocurre, su cuota de responsabilidad es muy alta”. Estos días se ha recordado mucho la impecable actuación de Serrat, cuando se negó a ir a Eurovisión durante la dictadura de Franco. “Prefiero pasar miedo que vergüenza”, ha comentado al respecto.
El 1-O le pillará en Buenos Aires. Pero oigan, él lo tiene claro: “Después del día 1, la vida seguirá. Todos seguiremos haciendo lo que hacemos, cada quien con su trabajo, con sus sueños, con su mundo. Y cuando más juntos lo hagamos, mejor. Para todos”.