“A ti te gustan cosas que a mí me resultan chistes, a mí me inspiran cosas que tú no sabes que existen”, canta Tote King en Nada es seguro, uno de los temas de Lebron, su último trabajo. Ha vuelto y trae consigo la garra de los buenos tiempos y la lucidez que extrajo de los peores. Manuel González Rodríguez sigue siendo el cordón umbilical del rap entre la biblioteca y la calle; es un escritor con gorra y zapas que estudia las humedades de la cueva, es decir, del ser humano por dentro. Habla de las tripas del proceso creativo, de cómo el colmillo artístico agudiza la mirada, pero a cambio de un precio muy alto: el disfrute.
Carga base y poesía, un verbo rabioso de niño oscuro y un puñao de franquezas que escupirle al mundo mediocre de hoy: “¿No se podrían morir los de Mr. Wonderful y que resucitasen Gila y Eugenio?”, lanza en Gente tóxica. “Prefiero el pesimismo de Céline a la caspa de Reverte”, machaca. Expiación en píldoras, como las cuentas de un rosario pagano.
Se ríe del mensaje neoliberal que late, como una corriente subterránea, tras la máxima de “persigue tus sueños, tú puedes con todo”: “Les dicen que todo es posible, que lo luchen al cuello, y cuando no lo consiguen, los culpables son ellos”. En Mi colega, uno de los temas más descarnados del disco, le cuenta a su padre -al que perdió el año pasado- cómo va todo por este barrio. En No quiero ser uno más, le canta con Rozalén al primer amor, que es el propio: un himno contra el gregarismo.
Hay paisajes para todos los ánimos en Lebron: Puzzle, Bartleby -con intro de Enrique Vila-Matas- y Tiempo, para tocar hueso "en lo profundo y lo honesto", dice él mismo. "Son los cuatro pilares del disco". "También hay temas para pasárselo bien en un festival, y otros que coquetean con cosas más modernas, como Libera el estrés, Serranito o Tonto, que he hecho con mi hermano". "Muy panorámico, para todas las sensibilidades", le dice la periodista. "Esa es la obsesión cuando un T.O.C. como yo hace un disco", sonríe.
¿A qué renuncia uno cuando se dedica a escribir? Hablas de eso en el tema con intro de Vila-Matas. “Siento celos del aura de alegría que desprende el camarero” y hablas de “ir a comprar el pan y descubrir la belleza”.
En mi caso, en el rap, el dedicarme tanto a la letra (porque en mi caso, yo vivo de la letra, no de otra cosa), hace que casi tenga un curro de escritor. Yo no sé las horas de jornada que echará un escritor al uso, pero yo las echo igual, no paro. Como encima grabo muchas colaboraciones con otros artistas, tengo muchos temas inéditos, y vamos, me tienen que sacar esta gente [señala a su dj y colega Nexxa] con agua caliente de la casa, y un poquito de cine con mi novia, hacer algo… pero renuncio, sobre todo, a que me dé el sol, a estar en la calle. Renuncias a la posibilidad de ver qué otra cosa guay podrías hacer en el mundo. Yo siempre le doy vueltas a eso: ¿y si hay otra cosa mejor que podría hacer yo aquí?
¿Por ejemplo?
Ésa es la cosa, cuando me lo planteo digo: creo que no, lo que mejor sé hacer es esto. Cuando estaba en el instituto y venían los orientadores, me gustaba la carrera de Biblioteconomía, que después, supongo, sería una basura la carrera o tendría sus más y sus menos. Pero como siempre me han gustado los libros, pensé en currar en una biblioteca así guapa. En tu cabeza te crees que te van a poner en la biblioteca de Indiana Jones, pero después te meten en un antro y estás amargado. Sí, un curro relacionado con los libros y la literatura, pero al final me quedo con esto.
También da un poco la sensación de que renuncias al esparcimiento, a la distensión así, feliz y boba, o que tienes una mirada del mundo que no tendrías si te dedicaras a otro oficio.
Sí, yo aparte no soy muy positivo, y en mi carácter está el rollo más oscuro, irónico… mi humor siempre ha sido humor ácido, humor negro. Es mi forma de entenderlo. Te digo una cosa, dentro de esa negatividad y esa oscuridad, me pongo media hora al sol y no aguanto. “Tengo tiempo libre, no hay conciertos, tengo un disco recién terminado y puedo hacer minivacaciones hasta la gira...”, y estoy en mi casa leyendo, me salgo al patio pa’ que me dé el solito y a los diez minutos ya estoy entrando porque no aguanto el sol. No soy una persona de “¡alegría, a la calle!”. No sé qué me estoy perdiendo, pero tenía que planteármelo.
En Puzzle hablas de que padeciste una depresión dos años, una depresión “más dura que to’ las críticas”.
Fueron unos años muy malos. La gente me dice que El lado oscuro de Gandhi no era tan malo… a mí me gustan cuatro temas del disco, y si me gustan cuatro es que no compensa el disco, porque es una proporción muy chica, es ridículo… pero aparte de eso, cuando reniego de ese disco, reniego más bien de esos años. Fueron años personalmente malos. No paraba de tocar, necesitaba un descanso y no me di cuenta hasta que estaba ya alcoholizado, bebiendo mucho, hecho polvo. Con una relación que tenía en esa época muy tormentosa… una época muy chunga. Supongo que también renuncio al disco por eso.
Pues yo vuelvo recurrentemente a canciones de ese disco, y sí creo que mereció la pena. Ya lo creo, Loco por ti, Morir con las botas puestas…
Yo salvaría Ya lo creo, Morir con las botas puestas y NBA.
En otra de tus nuevas canciones dices “este país es mierda y no recuerda, currar con Orozco me costó controversia en Wikipedia”. ¿Qué pasó ahí?
Eso fue una curiosidad mía, no lo iba a entender mucha gente. Yo siempre digo: ¿quién lleva la Wikipedia? ¿Quién retoca, quién se encarga de que eso sea correcto? Por algún motivo, veo que en la Wikipedia hay una sección de “Controversias” en mi entrada. Y yo pensando: ¿qué coño he hecho yo en mi vida, tío? (risas). Más allá de mis letras, que sí, que son cabronas, pero… Pico en “Controversia” y dice “fue muy criticado en el T.O.T.E.”, que es de mis mejores discos, “porque hizo un tema con Antonio Orozco y porque el sonido del T.O.T.E. era muy americano”. Joder, este país está lleno de palurdos.
A eso llamamos “controversia”.
Un disco bueno que saco con un sonido gordo, yanqui, que lo conseguí… ¿eso es controvertido, cabrón? Controvertido es que le hubiera dado una hostia a Rajoy en la cara. No sé. En fin, me pareció ridículo. Que alguien borre esa entrada mía. Mi carrera no es controvertida, mis letras pueden serlo.
Dices “no soy un rompebragas”.
Yo no lo he sido ni cuando me hice medio famosete, eso va conmigo. No soy el más ligón de la clase, pero sí que es verdad que lo tiene más fácil una persona que se dedica a nuestro curro. Yo creo que en mi currículum no habría ni la mitad si no me hubiera dedicado a la música. Pero no lo he sido nunca.
Ellas es una bofetada sin mano al machismo. Hablas de que no ves a madres privando en los bares, sino que las ves “currar el doble pa’ llenar la canasta”, y que “pocas tías que rapean vacilan de pasta”. ¿Qué tienen que aprender los hombres de las mujeres?
La sensación que a mí me da es que sois mejores, siempre lo he pensado. Hay algunos detalles que doy en la canción, igual pueden ser discutibles… pero otros son reales al cien por cien, como cuando pregunto cuántas mujeres psicópatas hay. ¿Cuántas tías han decidido coger un coche, meter en el coche a peña y descuartizarlos y echarlos en un descampado? Es que no hay. ¿Y cuántas mujeres han mandado a la guerra a un país? Te van a decir, obviamente, que es porque no han tenido el poder de hacerlo, porque se las ha apartado, pero yo no creo en eso.
“El mundo está superpoblao’ de imbéciles, si hay más tíos en el ejército es porque son más débiles”.
Totalmente. Yo creo que hay diferencias biológicas y que sois mejores. No se trata sólo del hecho de “como se las ha apartado, no vamos a juzgarlas porque no han tenido la ocasión de ver cómo se desarrollarían en ese curro”, no, no. Si desde el principio de los tiempos las tías hubieran mandado, no habría habido tantas guerras. No son tan agresivas, no tienen esa violencia intrínseca… y creo que en muchísimas cosas son mejores que nosotros. ¿Y este país, qué tiene que aprender? Pues todo, pese a que hoy en día la cosa ha mejorado y el machismo está castigado por todos lados, y las mujeres han sacado pecho, y es un momento bueno y las tías por fin han dicho “hasta aquí hemos llegado”… creo que aún así va a costar mucho trabajo y que hay mucho esnobismo. Creo que hay esnobismo a tope en las redes, por los dos lados, por los dos lados, por los machistas y las ultrafeministas…
A Barbijaputa la mencionas en otro de tus temas.
Sí, ese rollo de “yo te miro así y ya es machismo”, no me jodas. Te digo más: yo no lanzo piropos, no está en mi educación piropear a una tía, no lo he hecho nunca. Pero si a un amigo mío le apetece decirle algo bonito a una chavala y se lo dice con educación, ¿por qué es machista? Tengamos los pies en la tierra. O algún comentario por ahí de “si nos juntamos todas, nos los cargamos a todos”… violencia. No es el camino. No es ése el camino. Veo esnobismo, mucho modernete por el lado machista y por el lado ultrafeminista.
“No las llamo putas en mis rimas, llamo putas al que pilla un micro y las denigra”. Quería preguntarte qué hacemos con estos hombres artistas, no sólo raperos, claro, que se sienten empoderados y testosterónicos cuando llaman “puta” a una mujer. Parece que si dejan de hacerlo se pone en peligro su masculinidad; pierden su punch o su golpe de efecto.
Yo creo que eso es una cuestión pura de la edad, porque yo lo he hecho, vamos. Ojo, hay muchas veces que alguien dice “puta” y se lo dice a un tío, no tiene por qué ir dirigido sólo a la mujer. Pero cuando ves que un artista crece y madura, casi siempre deja ese comportamiento de manera natural.
Nada es seguro es tal vez mi canción favorita del nuevo disco. Dices que para llegar al punto G del hombre hay que luchar como Alatriste.
“Me quería poner cachondo y al final me puse triste...”. Sí, yo ahí quería hablar del punto G de los tíos, que dicen que tenemos, y quería expresar que para ponerme cachondo a mí vas a tener que hacer algo más que entrarme con una foto por el Instagram. Aparte, yo no llevo mi Instagram, pero lo mismo mi colega coge y me dice “mira quién te ha hablado”. Pues a mí eso me da igual, tengo ya una edad y me va a poner cachondo otra cosa.
Hablas de bullying en el mismo tema y de quien te lo hizo seguramente hoy tiene un curro y una vida de mierda.
Eso ya me pasó con Ahora vivo de esto, que nos empezamos a reír de esa gente que dudó de nosotros y nos decía tonterías. Eso es una cosa que he visto mucho, sobre todo en mi ciudad. Gente que se ha reído, que ha pensado que no éramos nadie, que lo que hacíamos era un juego, y después pasa el tiempo y los ves amargados, que han envejecido 20 años, reventados, con un curro de mierda, unas ojeras que le llegan al suelo y dices… bueno, tío, está claro quién ha ganado.
En Interludio hay unas risas con el ministerio de Cultura. ¿Qué te parece la gestión de nuestro excelso ministerio; crees que Méndez de Vigo es un hombre aficionado a la lectura, a las artes?
(Risas). Yo creo que no. Vamos, yo creo que Méndez de Vigo no ha tocado un libro en su vida, pero casi el 80% de los que le rodean, tampoco. Lo que tenemos a nivel político en este país no tiene nombre. Venganzas personales, Hacienda, ministros de Cultura que… en fin, hemos heredado lo peor de Wert.
Era difícil superarle, pero estamos ahí, ahí.
Totalmente, la cosa es lamentable a todos los niveles. Ves que el tío que tiene que hablar supuestamente por España, Rajoy, no sabe hablar, y no es que no sepa hablar inglés, es que no sabe hablar su idioma, no sabe hablar español, es acojonante. No sabe expresarse, no levanta la cabeza del papel. Mira, en el disco anterior yo estaba muy emocionado con Podemos, porque coincidió el 78 con todo el auge de Podemos. Y cuando vi que no lo consiguió, porque este país es como es y todo el mundo se cagó, todo el que decía que lo iba a votar al final no lo votó… mucha estrellita, mucho guay de izquierdas, que para señalarse él no vota por los demás… eso me encanta. Eso me encanta.
Tú eres tan cultureta que tú no vas a votar a Podemos porque son “demasiado poco para ti”: cabrón, hay un país detrás que necesita que Podemos salga. Vótalos, que eres un esnob de mierda. Si eres de izquierdas y no les votas, lo eres. Creo que lo que más odio en mi vida al final es a la derecha y a los esnobs, porque hay gente que no ha votado a Podemos por esnobismo, por ponerse la etiqueta aquí y decir “ojo, que yo me he leído el programa, y yo...”. ¿Qué me estás contando? Eres de izquierdas, vota a esta gente, ¿qué es lo que no ves? Van a cometer 40 fallos como cualquier persona, pero son honestos, se ve, esta gente no tiene cara de robar, se le ve en la cara a la peña. Eso viene con los genes.
En Mi colega dices “los tontos de Podemos se han peleao entre ellos” y te refieres a la “puta enfermedad crónica de la izquierda”.
“Yo es que soy más de Garzón”, no sé qué… hermano, pero si está Rafael Hernando uniendo a los nazis del mundo entero. Si van a cogernos dentro de poco y van a salir con botas y palos. ¡Se están uniendo todos, tendrás que unirte tú, criatura…! Pero claro, después he hablado con gente que estaba metida dentro de Podemos y es verdad que la base de la izquierda es ese diálogo y esa tolerancia y esa discrepancia. Vale, pero mi postura es que no estábamos para matizar en ese momento. Había que unirse y ganar. Y claro, ya no se ha ganado, están peleados…
Como el rosario de la aurora.
Lo que ha pasado dentro ni lo comento, vergonzoso. Entre los escándalos internos y que en este país los medios, el Inda y los que están pagados, los han torpedeado… pues ya Podemos no va a salir nunca, y como Podemos no va a salir, me vuelvo a mi cueva y paso de la política. No quiero ni leer.
¿Crees que eso está perdido para siempre?
Sí, eso no se gana ya. El momento era cuando era, había que aprovechar el 15-M, que la gente estaba ahí, interesándose… pero ya no.
“Llora por tu país, donde hay cárcel por un tuit”. Ahora están al caer las sentencias contra Valtonyc y Pablo Hásel. ¿Se parece esto cada vez más a un Estado totalitario?
Esto es lamentable. Les apoyo totalmente, ya lo hemos comentado por las redes, estoy indignado porque estos chavales puedan comer talego por haber dicho algo en una canción… hay un tuit de David Bravo que es brillante al respecto de la libertad de expresión. Venía a raíz de que el PP había pedido que todos los usuarios tuvieran una especie de DNI en internet, que las IP se pudieran rastrear para que la gente tuviera cuidado a la hora de decir barbaridades. Y mi colega dijo que ese razonamiento patético era conseguir que los ciudadanos se autocensuraran porque el miedo a la porra pesa más que el porrazo mismo. Es lo que nos está pasando, y el anonimato y la privacidad en internet es necesario, por supuesto que lo es, pero para todos los bandos, para que todo el mundo pueda decir lo que quiera.
El caso de Zapata fue lamentable, que permitieran que ese hombre se fuera… ese hombre no se tenía que haber ido. Por una broma que hizo de un chiste de judíos, cuando hay ultraderechistas por ahí diciendo barbaridades. Ese error nos va a costar caro.
¿Tú te autocensuras?
No, yo no me suelo autocensurar, pero sí intento no tirar de cosas que aunque tenga muchas ganas de decir, puedan ser demagogas o puedan ser un poco fáciles. No quiero caer en el tuit que ya se ha puesto hace dos meses y que encima no conozco, porque tengo la desventaja de que al no tener redes, me pierdo el hype.
Eres crítico con el país en varios de tus versos, hablas de que ya mismo “no van a venir aquí ni pa’ hacer escala en el aeropuerto”. Me acuerdo también de la canción de Mi Política y del verso de “tendría tol derecho del mundo a beber champaña, pero no me gusta, como la bandera de España”. ¿Cuál es el problema de España y por qué su bandera genera recelos?
En mi caso, porque creo que los símbolos se sacan por oposición a otros. Nunca he visto a una persona que saque pecho por una cosa si no es para darle una patada a la contraria. Esa es mi opinión. El nota que es súperfan del Betis, odia al Sevilla. El fan del Madrid, odia al Barça. Y el que saca la bandera de España, implícitamente… ya sé que no, porque hay gente a este comentario me va a decir “no, yo soy de izquierdas y me encanta la bandera de mi país”, pero la realidad es que el 90% de los de la banderita aquí, está asimilado a la ultraderecha. Está relacionado con eso. Y es una manera de decir “yo soy esto y es mejor que tu mierda”. El que saca una bandera de España hoy día es para decir que los catalanes son una puta mierda. Y viceversa. Y no me gustan los símbolos patriotas, porque tienen esa connotación de putear a la otra parte.
Durante el conflicto catalán y el análisis de las sensibilidades y los símbolos, había quien decía que igual hay que cambiar la bandera de España. Empezar de cero con una nueva para eliminar las connotaciones franquistas o, al menos, la apropiación que la derecha ha hecho de ella para manifestarse contra el matrimonio homosexual, etc.
No es mala idea. No me gustan las banderas, son una ridiculez. Pero está bien, porque si hubiera cualquier excusa para unir y que la gente hiciera cosas juntas, siempre sería mejor que separar. Las banderas no se sacan por orgullo, se sacan para putear a otro. “Mira cómo me la voy a sacar...”.
Una canción para Montoro, al que también le dedicas un guiño en tus letras.
A Montoro… hostia, qué miedo le tengo, qué hijoputa (risas). Le podría dedicar cualquiera de la discografía de Def con Dos, que es una maravilla. Cualquier tema del Ultramemia puede estar Montoro ahí dibujado.
¿Y a Puigdemont?
Es que vas a flipar, pero desde que estoy desilusionado con Podemos, ya no estoy tan atento a la prensa. El proceso catalán me lo he perdido. Obviamente sé quién es Puigdemont, pero no sé qué papel tiene ahora mismo, sé que se arriesga a una pena de cárcel por lo que ha hecho, y tal… pero como yo vi que Artur Mas y que ese grupo de gente eran de la derecha y que los catalanes estaban trabajando con esa peña, me dejaron de interesar. Me dan igual. No he mirado para allá. Igual que no miro a lo que hagan los diputados del PP y me la sudan los argumentos que esgrimen.
“Los retrasaos de tu país lo han vuelto a hacer y han vuelto a votar a los azules”.
Es el país que tenemos, tía, ¿qué puedes pedir? Me agoto de hablar de este tema, es tan deprimente… es que el nivel cultural está como está. Se han encargado de que la gente no sepa. Si la gente se ríe con Álvaro Ojeda. Que Valtonyc vaya a ir a la cárcel y no vaya Álvaro Ojeda es una vergüenza.
Hay varias menciones a los youtubers en este nuevo disco. ¿Por qué se están convirtiendo en la nueva élite, en el sector más influyente para los jóvenes?
Que la gente sea influyente a mí me entra por un oído y me sale por el otro. Mira, en mi tiempo, cuando en mi grupo de amigos se hablaba de alguien “influyente”, nos reíamos. En mi grupo de amigos no entendíamos esto del tirar dinero, de posar en Instagram… eso es una horterada, en mi época, y la gente “influyente” nos ha sudado la polla. Cuando yo era un heavy, ese concepto estaba asociado al enemigo. Yo no quería ser influyente ni estar con la gente influyente, yo quería estar con los heavys bebiendo litronas y escuchando la música de los que sabían, la que creíamos que era la mejor música del mundo.
Después el rap, después he crecido y no lo veo de esa manera tan radical, pero el término lo odio. Y en cuanto a los youtubers, todavía no ha llegado uno que a mí me haga gracia. No me interesan, me parece que son un atentado contra el sentido del humor. O por lo menos, el humor que a mí me ha gustado toda la vida. No sé qué tiene que ver eso con Faemino y Cansado, o Ernesto Sevilla, o con Gila… es otra puta liga.
¿Y con Risto, qué pasa?
Risto ha hecho un libro que se llama “El arte de hacerse rico siendo un cabrón”, y eso lo define. Risto vive en este país porque a la gente le encanta ver a un cabrón. Yo no sé por qué, pero él se ha hecho de oro siendo un cabrón. Pues aquí se ha encontrado a otro.
Tuviste una mala experiencia en su programa.
Ni siquiera mala experiencia, porque después lo pensé y me da igual lo que pusiera. Yo no la vi. Le dije a mi novia y a David que la vieran ellos, porque yo no puedo verme en las entrevistas grabadas. Me pongo atacado, no me gusta verme, y si balbuceo en algún momento o me atranco, lo paso fatal. Sabía que esa entrevista iba a tener mucha exposición, y yo paso, a mí me gustan los medios más underground o medios por escrito. Pero lo que más me jode es que el tío es un vacilón y claro, que a la gente abusona como él le salga de vez en cuando alguien que le replique, mola. Por eso en el disco le he tirado un par de pullitas.