No tendría más de 40 años. Una señora con movilidad reducida acudía al concierto de Billie Eilish este 3 de septiembre en el Wizink Center de Madrid. Para el primer tema ya se había levantado; en el segundo le caían lágrimas de los ojos y en el tercero hasta se atrevía a bailar. Esto es lo que la cantante californiana ha conseguido esta noche en la capital española. Quizá, por lo general, en chicas mucho más jóvenes y con más capacidad para saltar con los ritmos frenéticos de la cantante. Pero lo cierto es que el recinto se ha llenado de hombres y mujeres, parejas y padres e hijos que han disfrutado del primer concierto de Billie Eilish en Madrid.
La joven, que se ha convertido en la artista nacida en el siglo XXI más escuchada de la historia, se ha anticipado a Rosalía, quien también acapara los focos mediáticos junto a la californiana, para realizar un concierto multitudinario en España —la catalana últimamente solo ha acudido a festivales—. De hecho, ambas estrellas tienen pendiente una colaboración que todavía no ha visto la luz.
La actuación comenzaba poco después de las 21:00 con su canción insignia del primer y último disco: Bad Guy. Para su tercera intervención, la artista de 17 años se coronaba como la nueva reina de la música internacional. "Espero hasta que el mundo sea mío [...] Deberías verme en una corona", cantaba en You should see me in a crown. Un acto tan simple como beber agua se convertía en todo un acontecimiento para la gente del Wizink Center. Era una casi divinización de su persona. Con dos esguinces y al día siguiente de haber actuado en Barcelona, Eilish pedía a un público entregado toda su implicación: "No podré daros tanta energía como la que me gustaría así que quiero que me la proporcionéis vosotros". Como si los gritos de los adolescentes curaran, las lesiones de Eilish pasaban desapercibidas en su coreografía.
Así, tras canciones como Wish you were gay y Ocean eyes, en la que incluso se ha permitido tirarse un eructo, ha llegado su clásica performance en una cama flotante, donde Bury a friend y su tétrica letra ha enloquecido a los fans. "No sabría expresar con palabras cuánto os quiero", se confesaba en uno de los pequeños descansos que se ha tomado debido a su dolor de tobillo. Finalmente, a las 22:45, la nueva reina de la música internacional se despedía una vez más con Bad guy devolviendo el amor de su público mediante una reverencia en el centro del escenario.