Todo lo que su voz toca se convierte en himno: Sobreviviré, Desátame, Pantera en libertad, Tú y yo volvemos al amor. Es una intérprete total, una artista ecuménica, una hembra fiera sobre el escenario destilando fortaleza, intención, verdades crudas. Tiene esa garra de las divas clásicas, esa personalidad incomparable que no se estila ya en esta era borreguil: desde la forma de mover las manos hasta la manera de mirar al fondo del ojo de quien tiene enfrente; dejando siempre la sensación temible de que vale más por lo que calla. Recuerden que cantó El punto de partida con la mismísima Rocío Jurado y la más grande la sintió como a una igual. La raza del poderío es una.
Mónica Naranjo presenta Renaissance, un disco en el que activa el ojo de la nuca y celebra sus 25 años sobre las tablas, desde ese primer álbum que publicó en Europa -tras triunfar en Latinoamérica- llamado Palabra de mujer. Corría el año 1997, llevaba el pelo de dos colores y transgredía sólo existiendo. Hoy vuelve a cantar, para los suyos, las canciones que hicieron temblar hasta al planeta tierra: hoy dios vuelve a tener voz de mujer.
¿Cómo ha cambiado Mónica Naranjo en estos 25 años?
Hace 25 años creía ser artista. Ahora soy una trabajadora más, claro.
¿Y esto?
Porque al final lo que consigues con los años y la experiencia es sacarle un poquito de tanta responsabilidad y tanta historia a un trabajo como este. Normalizarlo, regularizarlo: te hace mucho bien. Lo sufres menos. Los pies en el suelo.
Elegir una propia canción favorita es como hacer elegir entre los propios hijos, pero, ¿cuál crees que es el tema de tu trayectoria que más habla de ti?
Fui a una exposición de Gustav Klimt que decía “si queréis conocerme, estudiad mi obra, que os va a contar mucho”. Cuenta mucho mi obra entera de quién soy yo. Al final los artistas, los compositores focalizamos mucho nuestra vida, nuestras energías y el momento que vivimos en lo que hacemos. Yo tengo una canción que para mí marcó un antes y un después en esta profesión, que fue Europa.
En tus canciones siempre ha habido un deseo de libertad. Pienso en Sobreviviré o en Pantera en libertad. ¿Qué es la libertad para Mónica Naranjo; cuándo has conseguido experimentarla?
Para mí la libertad es sentirme realizada con 45 años y haber hecho siempre lo que yo he deseado hacer. Me preguntaban ahora: ¿cómo definirías tu carrera…? Yo la frase que más he escuchado a lo largo de mi carrera ha sido “te vas a dar una hostia”. Pero siempre he tenido la libertad de decir “bueno, no pasa nada, me la doy yo… pero no me la voy a dar”. Y no me la he dado. Al final yo creo que las personas que hemos vivido conscientemente o inconscientemente la libertad somos las que nos sentimos realizadas. Yo creo que eso lo resume bastante.
Hablando de libertades: has sido siempre un gran referente y una gran inspiración para la comunidad LGTBIQ. ¿Cómo comenzó este romance?
Yo es que soy hija de la comunidad, no ha habido un comienzo. Yo ya nací en el círculo, ha sido mi familia, es mi casa. Soy hija de la comunidad.
¿Crees que España sigue siendo un país homófobo?
No, cada vez menos. No, no, no, no… te digo una cosa: yo soy una persona que aleja pensamientos negativos constantemente de mi cabeza. Hay una frase que me encanta y dice “el mal, ni para negarlo”. Ese es mi lema vital. Si me preguntas cómo veo la situación actual, te diré que mejor que nunca. Y además es que es verdad, lo he comprobado en los conciertos, lo he comprobado través del programa de sexo que he hecho, nos hemos metido en aulas de trabajo con adolescentes y nos hemos dado cuenta de que un 80% de esos chavales se reconocen como bisexuales. Eso es gracias a la educación de los padres y a la educación de los tutores en las escuelas. Esto hace 25 años no se veía. Entonces, ¿qué significa? Que estamos muy bien y que vamos a ir a mejor.
Pero supongo que te preocupará la irrupción de Vox: 52 escaños, deseos de apartar el Orgullo a la Casa de Campo…
No, no me preocupa ni lo más mínimo. Me preocuparía si tanto de una parte como de la otra hubiera una guerra. Eso no está bien, eso no nos va a llevar nunca a ninguna parte. Sin embargo sí nos va a llevar a un buen lugar el respeto, el entendimiento y la comunicación entre todos nosotros. Yo no me voy a enemistar contigo porque tengas ideales diferentes a los que yo tengo: por no comprenderte, o por tú no comprenderme. No. Podremos hablar en algún momento de esta situación, e intentaré que me ayudes a comprender por qué te sientes así, y viceversa. E irnos de esa reunión a tomarnos una cerveza, y no hablar más del tema. Porque ante todo el respeto y el amor es lo que tiene que prevalecer en esta sociedad. El amor nos hace mucha falta.
Cuando lo dices así parece hermoso y fácil, pero con ciertas personas puede ser bastante más complicado.
Querer es poder. Es fácil. Hay una cosa que deberíamos cambiar los seres humanos, y es el mal pensamiento. El no perdonar. Eso hay que cambiarlo. Cuando tú perdonas, se produce un milagro. El perdón es un milagro. Cuando tú por ejemplo aprendes a amar a una persona aunque haya un montón de cosas en ella que te causan rechazo, lo estás haciendo muy bien. Porque es muy fácil amar lo amable, pero es un trabajo muy difícil amar lo que te es desagradable. Yo por ejemplo no tengo malos rollos con nadie, al contrario: me siento, hablo, digo “explícamelo, por favor” y te escucho atentamente. Tengo muchísimos amigos que son votantes de Vox y quedamos los fines de semana a tomarnos algo. ¿Por qué no voy a ser amiga tuya por eso…?
¿Qué sabes hoy del amor que no sabías con 18 años?
Lo bueno que tiene cumplir años es la seguridad que nos dan. Con veinte años eres una persona que está cargada de puñetas, sobre todo a nivel sexual. Vas a tener una relación sexual y estás buscando la pose, que se me vea muy guapa y muy sexy, tal, y tal… cuando cumples más edad te abandonas a la pasión, al amor, amas sin condiciones, no esperas nada, simplemente vives ese momento. Joder, eso es maravilloso.
¿Y de los hombres, qué has aprendido?
Bueno, de los hombres… me quedo con una frase maravillosa de Mae West, que siempre fue una mujer que fue con hombres jóvenes. Un día un periodista le dijo: “Oiga, ¿pero por qué usted siempre va con hombres jóvenes?”. Y ella dijo: “Porque los hombres siempre van a ser unos niños, y como van a serlo siempre, prefiero ir con hombres jóvenes, claro”.
¿Te sientes identificada con eso?
Yo siempre he creído y he experimentado que la mujer tiene un grado mayor de madurez que un hombre, pero eso no quiere decir que esté bien, porque a veces la madurez también hace que seamos un poquito aburridas. Hay de dejarse de tanta responsabilidad… y venga, rock and roll. A veces eres tan responsable que no eres capaz ni de mojarte los pies en un charco. Yo creo que hay que encontrar el grado entre la madurez y la niña que llevamos dentro, eso es importante.
Te preguntaba por los hombres, pero, ¿qué sabes de las mujeres que no sabías con 18 años?
Te lo acabo de decir. Es que las mujeres… también es una cuestión educacional, ¿no? Es como una imagen, ¿cómo te diría…? ¿Qué es lo que sostiene una casa? La mamma. Luego dicen “no, el patriarcado”. No, el patriarcado es una quimera, no existe, ¡os lo hemos hecho creer! Porque lo que realmente ha existido toda la vida ha sido el matriarcado. Mi casa era así, en mi casa han mandado siempre las mujeres. Y en la mía… mandan los perros (risas).
En Perra enamorada hablas de hacerlo todo por alguien. ¿Cómo de lejos has llegado en eso?
Yo en temas del amor siempre me he sujetado bastante yo misma. Yo he sido siempre muy juiciosa.
¿Y orgullosa, dirías?
No, orgullosa no.
Pero sí moderada.
Sí, moderada en cuanto a las emociones. De pensar “ay, me encanta”, pero… shh (risas). Por dentro ¡ah!, pero disimulando… un café, un detalle, unos bombones, unas flores, y contestas “ay, muchísimas gracias”, y por dentro estás “¡¡aaaah!!, unas floreees”. Me he equilibrado tanto toda la vida… Siempre he sido muy juiciosa y muy controladora con todo lo que he hecho. Tanto control en mi vida… que hasta eso lo he controlado, ¿sabes? Tengo que aprender a descontrolarme un poco. Estamos en ello.
¿Qué crees que es lo que los hombres aún no saben del placer femenino?
Hablamos de los hombres como si tuvieran siempre la responsabilidad, pero muchas veces la responsabilidad es nuestra. “No has acabado, nene, acaba”. Mucho “ah, qué guay”, pero no has llegado al orgasmo. Entonces no es responsabilidad de tu amante, o de tu marido, o de tu pareja, es responsabilidad tuya por no saber pedirle lo que te gusta o decir cuándo has acabado. Aunque tú hayas llegado al orgasmo y después de que haya llegado él sigues teniendo ganas, se lo tienes que comunicar. Un hombre es un buen amante cuando tiene al lado a una mujer que le pide cosas y que le enseña.
¿Por qué nos hemos callado históricamente?
Claro, por una cuestión educacional, porque ha parecido que la mujer que disfruta del sexo es una fresca. No, señores, no, el sexo es muy bueno, el sexo es salud, ¡mira cómo estoy yo de guapa…! El sexo rejuvenece.
¿Crees que la fidelidad es posible? Se plantean ahora nuevos modelos de relación…
No creo en esos modelos de relación ni aunque me maten. He acabado la primera temporada de Mónica y el sexo y todavía me abrazo más a la monogamia.
¿Y eso?
Porque lo otro me produce mucho estrés. ¿Tienes una fantasía sexual…? Un trío, por ejemplo, que es lo que más se estila. Pues mira, no, gracias. ¿Sabes qué pasa? Que yo la sexualidad no la comprendo si no estoy enamorada. Cuando tú estás enamorada, ¿quieres compartir a tu pareja con otra persona? No.
Quería saber tu opinión sobre el Me Too. No sé si en el mundo de la música, después de tantos años de carrera, has tenido alguna mala experiencia. Alguien que haya intentado sobrepasarse.
Nunca he tenido ninguna mala experiencia, ni ninguna persona que se sobrepasara o fuera malintencionada… jamás. Todo lo que me he tropezado por el camino ha sido a personas muy respetuosas y a grandes caballeros.
Más allá del sentido físico o sexual, me pregunto cómo has llevado tú, siendo una mujer tan poderosa y tan fuerte, el hecho de trabajar en una industria dominada por hombres (como todas, quiero decir). ¿Te has topado con alguien que hayas querido manejarlo todo y que haya intentado impedirte algo que quisieras hacer?
Sí, pero no han podido. Porque era muy sencillo: o es esto, o es esto. Y decir “es que no voy a grabar”. Se quedaban como un cuadro de Miró. “¿Cómo? ¡Que haga lo que quiera…!”. A ver: es que, ¿qué quieres tú? Pues lúchalo. No me digas a mí después de muchísimos años que eres víctima de la industria. De su machismo. Yo he pasado por lo mismo, sólo que yo he tenido dos cojones. Si los tengo yo, los tienes tú. Es así de sencillo.
¿Cómo valoras el estado de la libertad de expresión como artística en este momento? ¿Crees que cada vez hay más autocensura? Parece que hay temas problemáticos…
No, no. El otro día venía escuchando en radio un tema que me pareció un temazo, como todos los que está editando Rosalía. No atendí bien a qué dueto era, pero las letras eran de decir “guau”. Pensé: “Esto es calle, calle, calle, cómo mola poder llevar la calle al trap”. Mola un montón. Ya sabemos que el trap es bastante alternativo y directo. Eso produce un gran feedback con el público y sobre todo con la gente joven porque es el lenguaje que se está movilizando.
¿Crees que no tiene sentido la corrección política en el arte?
Creo que en el arte tienes que ser como seas tú. ¿Cómo eres tú? ¿Cómo te sientes, qué estás viviendo, qué quieres compartir, cuál es tu propósito? Cuando haces tu examen de conciencia descubres muchas cosas. Al final los proyectos únicos vienen de personas que se están desnudando. La genialidad reside ahí, en la autenticidad. El otro día me preguntaban qué pienso de Rosalía, es como… ante la genialidad, me quito el sombrero. Una señora que ha hecho un disco tan atrevido como el que ha hecho… todo mi respeto.
Estaba pensando al preguntarte eso en lo que pasó en OT con la palabra “mariconez”, en la canción Quédate en Madrid, que se debatió sobre si cambiarla o no. O pienso en C. Tangana, a quien le cancelaron el concierto en Bilbao por sus letras presuntamente machistas.
¡Es que son historias…! Son letras. Cuando edité Sobreviviré cantaba “la puta realidad”. ¿Acaso no es una frase que tenemos siempre en la boca? ¿Me vas a decir que tú no eres vulgar cuando hablas? Yo no tengo freno, yo tal y como siento las cosas, te las suelto. Llevemos cierto realismo a las letras, que sean de verdad.
¿Qué es España para Mónica Naranjo? ¿Cuál es tu bodegón español, qué piensas de este país?
Mira, yo he viajado mucho, muchísimo, desde muy jovencita. Para mí es el mejor país del mundo donde vivir. Yo lo amo tal y como es.
Con sus cositas.
Sí, y yo paso meses fuera de mi casa y muero por volver. Y no es porque tenga mi familia aquí, sino porque esta es mi casa. Para mí lo es todo, es una parte de mí, es una costilla.
¿Dirías que tienes patria, en ese sentido?
Sí. Total. Yo me siento española, muy española.
¿A quién harías ministro o ministra de Cultura?
Te voy a decir un nombre y seguramente me va a matar, pero como me quiere, me va a perdonar… Miguel Bosé.