La cantante de copla, flamenco pop y música popular y actriz de origen pacense Manuela Otilia Pulgarín, más conocida como Rosa Morena, ha fallecido en la noche de este pasado martes en la ciudad de Badajoz a los 78 años de edad.
Considerada una de las precursoras del flamenco pop español de los años setenta, dejó para la posteridad himnos de la cultura popular española como 'Échale guindas al pavo', interpretado en una actuación histórica ante la ferviente brigada paracaidista de Alcalá de Henares en 1974.
Rosa Morena nació en la calle Felipe Checa de Badajoz hija de un minero e integrante de una familia numerosa, comenzó a cantar en su tierra a los 5 años, y empezó a hacerse conocida a través de actuaciones en Radio Extremadura.
A los 8 años se presentó en el espectáculo teatral Los nardos extremeños, y a los 12 debutaba en Madrid al lado del maestro Millán. Con tan solo 15 años comenzó un periplo que la llevó por Francia, Bélgica, Japón, Iberoamérica o Estados Unidos, donde llegó a actuar con Frank Sinatra, Dean Martin o Ella Fitzgerald, entre otros artistas.
Nombrada 'La mejor artista de la Ciudad de los Rascacielos' por los críticos artísticos de la ciudad neoyorkina, siendo la primera cantante de habla hispana en conseguir dicho galardón, tras su posterior regreso a España comenzó una popular carrera conquistando al pueblo español en los años 70 del pasado siglo.
En declaraciones a Europa Press, el cronista de Badajoz y amigo personal de Rosa Morena, Alberto González, ha confirmado que hace unos años tuvo un cáncer y le hicieron una serie de operaciones y "más o menos lo resistió porque ella tenía un carácter muy abierto, muy vitalista", aunque "al final se le ha torcido la cosa" y ha estado ingresada aproximadamente un mes hasta que ha fallecido anoche por esta misma enfermedad.
Sobre Rosa Morena, ha recordado que hace 10 años se le puso una calle en Badajoz en recuerdo de esta artista, que ha definido como "una mujer muy vitalista" y "una figura muy menuda por fuera, porque era pequeñita", pero que "tenía un vitalismo y se crecía desde dentro" cuando subía al escenario.
"Fue una mujer folclórica muy metida en el mundo de la copla con una gran actividad, no solo fuera de Badajoz", ha rememorado, a la vez que ha hecho hincapié en que "nunca renegó de su origen badajocense" y en sus relaciones con la capital pacense, a la que dedicó la canción 'Badajoz, la tierra mía', "un magnífico preciosísimo pasodoble" que era su "signo de identificación".