El 10 de abril de 1970 McCartney se dirigió a los medios para anunciar el final de The Beatles. El músico fue el primero en dar la exclusiva, convirtiéndole en el blanco de críticas y conjeturas sobre la verdadera motivación de la separación. Un 'divorcio' que seguiría generando debates, libros y teorías en las décadas siguientes.
Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Durante una entrevista para la cadena británica BBC Radio 4 que verá la luz a finales del mes de octubre, el cantante ha desmentido que fuese él mismo quien tomase la iniciativa en el divorcio de los cuatro de Liverpool. "John entró un día al estudio y dijo que abandonaba el grupo", ha explicado el músico de 79 años. "Era mi banda, mi trabajo y mi vida, quería que continuase".
McCartney se sinceraba sobre el peso que ha supuesto arrastrar con la culpabilidad de la decisión. "He tenido que vivir con ello porque es lo que la gente vio", comentaba con relación a las declaraciones a la prensa que precipitaron la noticia del final de los Beatles. Un proceso que, en palabras del cantante, la banda vivió "como un divorcio".
El músico fue el primero en traer a los abogados a Abbey Road, convirtiéndole en 'villano' de la separación durante años. Las relaciones entre los cuatro miembros se enfriaron paulatinamente tras la denuncia de McCartney al resto de la banda para evitar que Allen Klein tomase las riendas del legado del grupo. "Años más tarde me agradecieron esta decisión", ha confesado el cantante.
Para cuando McCartney anunció a la prensa inglesa que la separación era oficial, Lennon ya les había anunciado semanas antes que deseaba salir de la formación. El resto decidió no hacer pública la noticia, conviviendo con su desintegración durante semanas en el más absoluto secreto.
"John estaba empezando una nueva etapa con Yoko y siempre había querido alejarse de la vida en sociedad", ha apuntado el cantante, quien ha aprovechado para disipar los rumores de una ruptura causada por Ono, añadiendo: "Eran una pareja magnífica. Había una gran fuerza entre ambos". Durante la entrevista también ha señalado la infancia de Lennon como un catalizador de su rebeldía e inconformismo. "Le crio su tía Mimi, era un hogar muy represivo y eso hacía que intentase alejarse de situaciones de ese tipo".
McCartney reconoce que de no ser por Lennon, el legado de los Beatles habría sido mucho más longevo, reconociendo que estaban inmersos en "muy buen material" durante la desintegración del grupo. La banda apuntaló entre el invierno de 1969 y la primavera de 1970 las grabaciones de Abbey Road y Let it be, los dos últimos discos de The Beatles, grabados casi de forma simultánea. Peter Jackson prepara ahora una serie documental sobre la preparación de este último, con un tráiler anunciado en diciembre del año pasado y que servirá como contrapartida al documental de 1970, ofreciendo otra visión del trabajo y la vida del grupo en el estudio.