Hubo un tiempo en que León era de piedra. Una época en la que calles y plazas estaban vivas y entre los cantos robados a los ríos crecían yerbajos y el agua de la lluvia se lo bebía el suelo. Las ruedas de madera de los carros rodaban sin problema, hasta que aparecieron los automóviles, y entonces el cemento y el hormigón. La ciudad se transformó y devolvió las piedras al río y las reemplazó por suelo firme (y liso). Las fotos de aquellos días son un salto al pasado, un viaje a una ciudad en blanco y negro, mucho más tranquila, que no desapareció por completo.
La Plaza del grano es el último vestigio del León empedrado y duro. Es un hito pequeño, próximo a la Plaza mayor, lejos de las rutas turísticas, a pesar de ser la última en su especie en España y, probablemente, en Europa, aseguran los integrantes de la plataforma ciudadana Salvemos la Plaza del grano. Llevan en pie de guerra, junto con Ecologistas en Acción y otras asociaciones de protección del patrimonio, desde 2010. Hace siete años se enteraron de los planes de reforma que tenía el alcalde de entonces, Francisco Javier Fernández Álvarez (PSOE), para facilitar la “movilidad”.
Entonces recordaron que este lugar es único y con un valor patrimonial de la Humanidad, por encontrarse en el Camino de Santiago, y que por ese motivo las administraciones públicas debían salvaguardarlo y paralizar la remodelación que pretendía convertirla en una plaza más. En una plaza menos. Y lograron parar las obras sobre una plaza que se había abandonado por completo. Pérdidas de cantos, suelo inestable y las raíces de los dos árboles tampoco ayudaban.
Olvido político, ruina histórica
El mayor problema de su conservación ha sido el ninguneo de los sucesivos alcaldes de la ciudad. La dejaron arruinarse, después de haberla restaurado en el pasado hasta en dos ocasiones, y fue así como se justificó la intervención que estos días acomete el equipo de Antonio Silván (PP). Y así como parte de los vecinos se han movilizado contra una intervención que, entienden, va más allá de la conservación.
“Para ser unos conservadores, no conservan nada”, critica al PP la portavoz de la plataforma ciudadana Ángeles Murciego. “El alcalde anterior, con mayoría absoluta, no se atrevió. Y estos, en minoría, pero con la ayuda de Ciudadanos se lo han impuesto a la ciudad”. La portavoz de Ciudadanos en la alcaldía, Gemma Villarroel asegura a este periódico que van a permanecer muy vigilantes a la tercera y última fase de remodelación. Las dos primeras, de ensanchamiento de las aceras, no les convence. No han dejado las aceras como esperaban, ni como eran.
“El empedrado de la plaza sí se tiene que respetar al 100% con la técnica tradicional, tal y como hicieron los hermanos Seoane en la reforma de 1989, con apenas cemento, respetando el musgo, igualándolo al nivel de las aceras, aunque para eso haya que utilizar más medios y recursos. Vamos a estar más atentos y a ser muy exigentes con el equipo de gobierno y queremos que todos participen”, explica Villarroel, que ha tratado de conciliar, sin éxito, las razones de la Plataforma y la concejala de Urbanismo, Ana Franco.
Patrimonio discapacitado
“Contamos con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, en 2015, pero la Plataforma sólo ha petardeado las reuniones. Hay personas en sillas de ruedas que no pueden transitar por la plaza y hay personas mayores que no pueden pasar con los andadores. Ya estaba llamada a una restauración en 2010 y en 2011, por eso se sacó un concurso de ideas. Han pasado muchos años y la plaza se está cayendo”, cuenta a EL ESPAÑOL.
Entonces, si hay que respetar la accesibilidad, ¿se alterará la técnica original de cantos? “No. El interior de la plaza se va a renovar entera, y se repondrán las faltas, pero se utilizarán las piedras que están en buen estado. Y se utilizará cemento en una proporción de 1 a 7. Ahora mismo hay mucho más cemento en la plaza, tras la restauración de los Seoane”, responde Ana Franco, que espera tener listo el proyecto de la tercera fase para finales de mayo. Dice que no quiere perder más tiempo. ¿Invitaría a José Andrés Seoane a formar parte del equipo? “Si fuera necesario, sí. Pues se le invitó y se marchó. Él puede formular la propuesta que quiera”.
La concejala de Urbanismo asegura que la plaza no perderá el sabor tradicional, pero será transitable por todos los vecinos
José Andrés Seoane y su hermano Pelayo son los dos únicos canteros que conocen la técnica. “No se trata de cementar. Cuando trabajamos aquí fuimos levantando poco a poco y empleamos tierra y cal”, cuentan. Pero cemento, no. Las posiciones están enconadas y la concejala de Urbanismo lamenta que se hayan movilizado en las redes sociales para denunciar la reforma. “Piden la paralización de las obras constantemente, pero las asociaciones de discapacitados de León están a favor. La plaza no perderá el sabor tradicional, pero será transitable por todos los vecinos”, añade.
A Murciego le parece vergonzoso que utilicen a los vecinos discapacitados para justificar las obras, porque según ella, si la plaza estuviera perfectamente reformada, podría ser accesible para cualquiera. “Es una excusa barata y demagógica. Es injustificable. Además, no todo el patrimonio puede ser accesible, porque lo destruyes. Lo primero es conservar el bien”, dice la portavoz de la Plataforma. De hecho, tal y como asegura Franco, la plaza seguirá siendo empedrada.
Es una excusa barata y demagógica. Es injustificable. Además, no todo el patrimonio puede ser accesible, porque lo destruyes
No le queda más remedio, “es un BIC”, informa la portavoz de Ciudadanos. “Quiero que se conserve bien, que no rompa con el entorno, que quede como debería haber quedado si se hubiese conservado durante estos 30 años”, explica Villarroel. Sin embargo, las garantías de la rigurosidad en la restauración no están del todo claras.
Una empresa de carreteras
Ana Franco reconoce que el primer día de obra, la empresa adjudicataria metió una máquina de alto peso en la plaza a restaurar. “Fue un error de la empresa e inmediatamente lo corregí”. Desde la Plataforma lamentan que la restauración haya sido adjudicada a la empresa más barata, que está especializada en restaurar carreteras, pero no patrimonio.
¿Quién auditará si el equipo contratado ejecuta la técnica tradicional? Villarroel asegura que es partidaria de que Seoane forme parte del equipo de la tercera fase y critica las maneras de actuar del PP al frente del Ayuntamiento: “Somos muy críticos en la forma de trabajar del PP, porque cada decisión queremos escuchar a cada colectivo para tomar la decisión. No compartimos la forma de trabajar de este equipo de gobierno”.
Sólo hay una cosa que agarra y destruye más que el hormigón: los hechos consumados. La Plataforma habla de “expolio de Patrimonio de la Humanidad”, cuentan que es una lástima que se vaya a alterar antes de haberla puesto en valor como reclamo turístico. “Debemos hacerles entender, por el lado de la economía, la importancia de esta plaza. Vamos a seguir denunciándoles en la calle y en los tribunales. No nos vamos a olvidar”.