Una excavación en la Ciudad de David (Jerusalén) descubre que un pasaje de la Biblia es real. La exploración confirma la veracidad del relato bíblico de la captura, la quema y la conquista babilónica.
Según recoge The Times of Israel se han encontrado objetos, de 2.600 años de antigüedad, dañados por el fuego y algunos completamente quemados. El arqueólogo, y co-director de las excavaciones, Joe Uziel ha confirmado que las capas de ceniza de carbón ayudan a comprender el acto de destrucción que se narra en la Biblia.
El carbón quemado da la razón a la Biblia
El equipo de investigación ha encontrado una estatua de marfil de una mujer desnuda -en principio egipcia- y tarros de cerámica con un sello de un rosetón que fue de uso real durante la última década antes de la caída del Pimer Templo, según ha dicho el co-director Ortal Chalaf.
"Estos sellos son característicos del final del período del Primer Templo y fueron usados para el sistema administrativo que se desarrolló hacia el final de la dinastía de Judea. La clasificación de los objetos facilitó el control, supervisión, recolección, comercialización y almacenamiento de los rendimientos de los cultivos. El rosetón, en esencia, reemplazó el sello real usado en el sistema administrativo anterior ", dijo Chalaf.
Según las descripciones bíblicas, en 586 a.C, el rey babilonio Nabucodonosor venció al rey judeo Sedequías y arrasó Jerusalén. El capitán babilónico Nebuzaradán fue a la ciudad, donde, como se dice en el Libro de Jeremías 52:13-34, "quemó la casa del Señor y la casa del rey y todas las casas de Jerusalén y prendió fuego todos los edificios grandes.
La excavación descubre que las capas de carbón quemado han preservado el suelo y los utensilios. En este trabajo se ha descubierto que no todos los edificios de este periodo muestran la capa de destrucción. “Parece que no todos los edificios fueron destruidos en un solo evento. Parece que algunos fueron destruidos y otros abandonados y abandonados", dijo Uziel.
Según Uziel, estos nuevos descubrimientos se correlacionan con los presentados por la arqueóloga británica Kathleen Kenyon, que excavó el sitio durante siete temporadas en la década de 1960 cuando todavía estaba bajo control jordano y encontró el edificio del primer templo allí.