Carlos V tocado de César, con corona de laurel y prominente mentón, mira al frente. Está mayor y parece agotado. Es un retrato de mármol de Carrara hecho cinco años antes de su muerte. Los Leoni, Leone y su hijo Pompeo, se encontraban a los pies de la cantera trabajando y los mandaban a España apenas esbozados, donde los remataban con sus ayudantes. Hay al menos cuatro bustos semejantes -uno de ellos en el Museo del Prado- al que se venderá en la galería Fernando Durán el próximo 28 de diciembre, con un precio de salida de 400.000 euros.
La pieza fue tallada en 1555 y el propio Carlos V se la regalo a Luis de Ávila y Zúñiga, primer marqués de Mirabel, cronista oficial del emperador y hombre de máxima confianza, quien se mantuvo junto al monarca hasta su muerte en el Monasterio de Yuste, en 1558. El busto ha permanecido desde entonces en el palacio de Plasencia, posiblemente el más impactante de Extremadura, declarado BIC en 1978 y en propiedad de los hermanos Carlos y Fernando Falcó.
Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la Junta de Extremadura para saber si el busto, uno de los dos de los Leoni que todavía se encuentran en manos privadas, se encuentra en el inventariado por la Dirección General de Patrimonio o declarado Bien de Interés Cultural. La Junta no ha contestado, pero desde la casa de subastas aseguran a EL ESPAÑOL que no es un BIC ni está inventariado.
La Junta no fue informada
A pesar de ello, la Ley de Patrimonio de Extremadura de 1999 asegura, en su artículo 8, que en caso de que un bien inmueble sea declarado BIC, “aquellos bienes muebles vinculados al mismo tendrán también la consideración de Bienes de Interés Cultural”. De hecho, el artículo 92 declara como infracción “la separación no autorizada de bienes muebles vinulados a inmuebles declarados BIC”, como el Palacio de Mirabel. En estos dos artículos la Ley es muy clara y la Junta debería haber sido informada de la venta, pero se enteró por la prensa, tal y como ha podido saber este periódico. De hecho, la familia tampoco entró en contacto con la Junta de Extremadura para informar de la venta.
Para el especialista que ha llevado los trámites de la venta, José Miguel Carrillo de Albornoz, el excepcional busto de los Leoni “no es parte consustancial del palacio, a pesar de llevar en él cinco siglos”. “Eso no quiere decir nada. No es un bien inventariado junto con el palacio. Hemos examinado la Ley y no hemos encontrado motivos para pedir permiso a la Junta de Extremadura para su venta”, cuenta el especialista.
Carrillo de Albornoz se refiere al artículo 45 de dicha Ley, que hace referencia a la integridad de las colecciones, para justificar su decisión: “Las colecciones de bienes muebles que estén declaradas BIC o inventariadas y que consideradas como una unidad reúnan los valores propios de estos bienes, no podrán ser disgregadas por sus titulares o poseedores sin autorización de la Consejería de Cultura y Patrimonio”. Carrillo apunta que el busto de Carlos V no está inventariado y que, por tanto, no forma parte de la unidad del conjunto.
La noticia de la venta ha suscitado una reacción de indignación y una campaña de firmas en Change.org dirigida al Ayuntamiento de Plasencia, a la Junta de Extremadura y al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte contra la venta del busto del Palacio de Mirabel. “No ha llamado ninguna autoridad para decirme que no se puede vender. Y nadie le ha comunicado nada a la Junta, simplemente es un bien privado que se tiene que vender”, explica el especialista de Fernando Durán a este periódico.
De hecho, la única salvedad legal que pesa sobre la pieza es que no se puede exportar. El Ministerio de Cultura declaró la pieza inexportable, en 2013, cuando la familia propietaria del bien quiso ponerla en venta por primera vez, tras ser restaurada en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. El especialista de la casa de subastas cuenta a este periódico que es una pieza que no sale demasiado cara, que no es su precio máximo y desde luego no es el precio al que llegaría si fuera exportable.
Una 'ganga'
“Esta obra es para las grandes colecciones del mundo y los grandes museos del mundo. No es para un coleccionista chino que viva en España. Si estuviera libre de exportación estarían interesados el Louvre, el MET de Nueva York o el British Museum”, asegura, porque hay mercado para una pieza de primer nivel como ésta. “Es un momento perfecto para que la Junta de Extremadura compre la obra y siga a la vista pública”, explica el especialista de Fernando Durán. “No sale a un precio demasiado caro. Su precio objetivo sería el millón de euros”.
EL ESPAÑOL ha podido saber que el Museo del Prado, que tiene una decena de esculturas de los Leoni (entre ellas la increíble Carlos V y el furor), pero ninguna como ésta, no está interesado en la compra de este busto. Fuentes de la dirección aseguran que “es una obra que lleva 450 años en Plasencia que debería quedarse ahí”.
Tal y como ha informado el periódico HOY, el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, desconocía la intención de los propietarios de vender el busto y la posibilidad de que la pieza abandone la ciudad después de cinco siglos. Ha contactado con los responsables de Patrimonio de la Junta de Extremadura para buscar “una solución”. Que sólo pasa por la compra, porque la Ley le permite el derecho de tanteo el día de la subasta.