España cuenta con 62 bienes inscritos en las listas de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es el segundo país del mundo (tras China) y primero de Europa con mayor número de bienes declarados. A pesar de ello, el 21 y 22 de enero se celebró en Davos un encuentro con todos los ministros europeos de Cultura, dentro de la reunión anual del Foro Económico Mundial. La cita supuso la puesta en común de todos los representantes ante la estrategia política para promover el Año Europeo del Patrimonio Cultural, el gran evento de 2018 en la UE.
España no tuvo ningún representante, el ministro Íñigo Méndez de Vigo dio la espalda a la trascendental cita y no acudió, tal y como ha podido confirmar este periódico con la organización de Davos. Así ha quedado la foto para la historia. Desde el ministerio justifican su ausencia de manera lacónica: “Agenda”. Sin más.
La cita sirvió para firmar una declaración decisiva para el futuro del patrimonio cultural, que subraya “la necesidad urgente de desarrollar nuevos enfoques para proteger y promover los valores culturales del entorno construido en Europa”, así como la necesidad de preservar el patrimonio ante el desarrollo urbanístico.
Todos menos el barón
Junto a los ministros de Cultura, en la cita estuvieron representantes de la UNESCO, la Comisión Europea, el Consejo de Europa, El International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property, y Europa Nostra. Todos menos el barón de Claret, Íñigo Méndez de Vigo. Al final de la conferencia, la Declaración de Davos fue adoptada unánimemente por todos los ministros de cultura asistentes, menos por el representante que más patrimonio cultural europeo representa.
“En tiempos de rápidos cambios globales, la importancia de la cultura debe volver a ser el centro de atención en el desarrollo y la evaluación de nuestro entorno construido. Ya es hora de que se cree una política europea de Baukultur de alta calidad”, se puede leer en la Declaración firmada por todos los miembros, menos España. El manifiesto expresa la necesidad de “aplicar un diseño consciente” que “priorice los valores culturales sobre el beneficio económico a corto plazo.
Un nuevo concepto: Baukultur
¿Qué es el “Baukultur”? La Declaración de Davos, pieza capital de la reunión, elabora la definición de este término alemán que pretende sintetizar todas las actividades humanas que cambian el entorno construido: “Baukultur”. El Baukultur abarca edificios existentes, incluidos monumentos y otros elementos del patrimonio cultural, así como el diseño y la construcción de edificios, infraestructuras, espacios públicos y paisajes contemporáneos”.
Y llaman a la urgencia de que sea de “alta calidad”, que las empresas que protejan el entorno patrimonial tengan las máximas garantías de intervención sin daño. “El requisito de alta calidad -no de ofertas baratas- debe considerarse al mismo nivel que los intereses económicos o técnicos”. Los países firmantes señalan la importancia de involucrar a los ciudadanos a través de procesos de diseño participativo para generar los vínculos.
“El patrimonio cultural y las obras contemporáneas forman una sola entidad, en la que se debe proteger y preservar el patrimonio cultural, y los edificios históricos, la infraestructura y el espacio público se toman como un punto de referencia para la transformación y el progreso espacial continuo”, se argumenta. La Conferencia subrayó la necesidad de entender el patrimonio cultural como responsabilidad compartida y bien común, así como “la necesidad urgente de una acción común para mejorar el entorno construido de nuestras ciudades y pueblos”.
Con tres meses de retraso
La ausencia del ministro Méndez de Vigo confirma la falta de interés de España en la celebración del Año Europeo del Patrimonio Cultural. Tres meses después del inicio de las actividades en toda Europa, el ministro ha presentado, en Palencia, un esbozo de lo que pretende hacer para conmemorar que el Patrimonio es la fuente de cohesión de la identidad europea.
Del programa presentado, con tres meses de retraso, se pueden determinar que 19 convocatorias tienen fecha asignada, pero que 21 todavía no. De hecho, la mayoría de las citas que han elaborado se desarrollan en el último cuatrimestre del año. Todo indica que, una vez más, el Ministerio ha llegado tarde a la elaboración de un proyecto fundamental para fomentar “el lazo de unión entre las personas y contribuye a crear sociedades más cohesionadas”. De hecho, la web dedicada al Año Europeo del Patrimonio Cultural es escasa.
Recortar el Patrimonio
Cerca de 300.000 personas trabajan en el sector y en Europa suponen 7,8 millones de empleos vinculados indirectamente (turismo y construcción). Y a pesar de ello los recortes de las dos legislaturas de Mariano Rajoy en protección del Patrimonio Histórico son sangrantes. En los cinco años pasados, el Gobierno de Rajoy recortó un 41,6 % en ayudas a protección y un 36,7 % a la conservación.
En los últimos Presupuestos presentados, por ejemplo, retiró 40.000 euros a la ayuda del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España para la elaboración de estudios sobre conservación de las mismas, y pasa de recibir 240.000 euros a 200.000 euros.
La otra partida destinada a la conservación y restauración de bienes culturales asciende a 19,7 millones de euros. Crece un 8,8% (en 2016 fueron 18,1 millones de euros). La subida se nota, sobre todo, en la subvención al Obispado de Tenerife para la restauración de la Catedral de La Laguna: de 695.000 euros a 1,3 millones de euros. La Iglesia es la gran beneficiada en los planes de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, con 32 actuaciones presupuestadas para 2017. La Iglesia es la gran beneficiada de los planes de conservación del Gobierno de Mariano Rajoy, con 32 actuaciones.
Frente a esta fiebre restauradora eclesiástica, tenemos la eliminación de las actuaciones en yacimientos arqueológicos: el Gobierno no piensa apoyar ninguna excavación. La partida de restauración y conservación que tampoco deja de crecer desde 2015 es la “arquitectura militar”: 27 actuaciones frente a las 7 presupuestadas el año pasado. La conservación y restauración de bienes propiedad del Estado asciende a 19 (en 2016 fueron 12). Lo que menos interesa al nuevo equipo de Protección del Patrimonio son los “estudios e investigaciones de bienes culturales”: si en 2015 se presupuestaron 34, en 2017 habrá dinero sólo para 11.