Las antiguas cocheras de Cuatro Caminos se abren al público por primera vez. Metro ha encontrado un uso cultural a uno de los espacios más interesantes y problemáticos de su patrimonio y ha alquilado a BMW el espacio para montar el próximo 10 y 11 de marzo un festival de arte urbano, con las intervenciones de una decena de artistas callejeros, grupos en directo y Dj's. Tal y como se anuncia es un evento histórico: “Tras casi 100 años cerradas al público, acogerán URBAN XCAPE, uno de los mayores encuentros de arte urbano del país”.
El vídeo promocional que la marca de automóviles ha lanzado está rodado en las cocheras del metro de Antonio Palacios, que se encuentran encerradas en una agria polémica entre una cooperativa que quiere levantar un edificio de casi 30 plantas de viviendas y las asociaciones y vecinos que se revuelven contra la destrucción de los orígenes del suburbano.
El reclamo del evento es, precisamente, la importancia de la conservación de las cocheras entre los madrileños. “Se convertirán en un espacio efímero”, dice la marca que dará a conocer un nuevo modelo de coche. “Durante dos únicos días abrirán por primera y ultima vez al público”, señala la publicidad.
En medio de la trifulca, Metro abre a la cultura las puertas de este magnífico espacio en medio de la ciudad y confirma que tiene cabida un uso alternativo al inmobiliario. Las asociaciones reclaman para este lugar su museización, pero también una reconversión del patrimonio industrial en espacio multicultural. Un lugar similar a Matadero Madrid, pero en la punta opuesta de la ciudad.
Un "espacio único"
La marca se ha inventado incluso un “manifiesto” para arropar la acción, en el que se describen las cocheras como “un espacio único en el corazón de la capital”. Es la propia empresa la que subraya que este lugar, amenazado por la destrucción y la construcción de viviendas, es irrepetible. “Un lugar abierto y distinto, donde mostrar ese rostro menos mainstream de la ciudad”, añade el anuncio. La marca asegura que con su coche uno puede escapar de todo, pero que para hacerlo “necesitas nuevos espacios donde poder hacerlo”.
Desde Metro Madrid aseguran a este periódico que las actividades, a pesar del vídeo promocional, no se centrarán en las cocheras, sino en el otro extremo, con acceso directo desde la calle Bravo Murillo. “La parte donde se va a celebrar el festival no es el punto en discordia. La acción es en el otro extremo, un lugar donde no tiene nada que ver con la discordia”, apuntan en Metro.
Arte contra la destrucción
En 2014 se anunció el futuro plan de viviendas, que pretende arrasar las cocheras concebidas por Palacios y sus socios ingenieros en 1917 y soterrar las infraestructuras para elevar el solar al nivel de la calle. Sin embargo, la resistencia a la destrucción ha logrado que se admita a trámite el recurso contra la Dirección General de Patrimonio de no incoar el expediente que debería declarar estas naves como Bien de Interés Cultural (BIC). Ésta sería la única posibilidad de salvación de este paisaje industrial único en Europa. El proyecto parcial aún no ha sido presentado por la cooperativa al Ayuntamiento, a pesar de que desde el pasado junio tienen luz verde para tramitarlo.
La cultura devuelve la vida a un lugar descuidado y abandonado, al margen de la vista del ciudadano. Un siglo de vida, a punto de revivir gracias a grafiteros como Picho & Avo, Felipe Pantone, Zeta, El niño de las pinturas, Spok, Aryz, Rosh333, Uriginal o Kenor. Es un acto gratuito, aunque para asistir hay que apuntarse a un formulario de la marca, que se queda con los datos de los asistentes. El aforo es limitado, advierten. A los artistas les han pedido que intervengan en paredes de ocho metros de altura, con las ideas de “poder, destreza e innovación”.