Los restos de Franco tienen los días contados en el Valle de los Caídos. El Congreso ha aprobado este jueves el decreto ley para exhumar al dictador y tras ello el Gobierno ha iniciado los trámites y notificado a la familia Franco el procedimiento sin saber por el momento si se hará cargo de sus restos. De esta forma, el mausoleo de Cuelgamuros se quedará huérfano del cuerpo de su inventor, el único que sin haber muerto durante la Guerra Civil está enterrado ahí. Una anomalía que ha tardado más de 40 años en resolverse.
A continuación algunas de las curiosidades del Valle de los Caídos referentes a su construcción, los cadáveres o su uso actual:
1. ¿Cuánto tiempo tardó en construirse?
El 1 de abril de 1940, Franco firmó un decreto que disponía la construcción de una basílica, un monasterio y un cuartel de juventudes en Cuelgamuros para perpetuar la memoria de los que cayeron "en nuestra gloriosa cruzada". Fue un "monumento a la Victoria" de los sublevados en la Guerra Civil, un homenaje a los "héroes y mártires de la Cruzada". El Valle de los Caídos se inauguró también un 1 de abril (de 1959, casi 20 años más tarde), la festividad franquista por excelencia, el día en el que se conmemoraba el triunfo del bando franquista en la Guerra Civil, una fecha plagada de propaganda.
2. La primera visita oficial
Ese mismo mismo primero de abril, tras la ceremonia del aniversario del final de la fratricida contienda, Franco emprendió una excursión con destino Cuelgamuros con su mujer, los embajadores de Italia y Alemania, sus generales —entre los que se encontraban Millán Astray, Varela, Saliquet y Sáenz de Buruaga—, miembros del gobierno y jerarcas falangistas, para enseñarles el futuro emplazamiento del Valle, su sueño faraónico, al más puro estilo hitleriano.
En esa expedición, en la que también se encontraban el cuñadísimo, Ramón Serrano Súñer, o Rafael Sánchez Mazas, uno de los fundadores de la Falange, Franco hizo explotar el primer barreno de la construcción del Valle de los Caídos. El mausoleo que años más tarde acogería sus restos quedaba inaugurado.
3. ¿Quién ideó la cruz?
La construcción del conjunto monumental estuvo dirigida por dos arquitectos: primero fue Pedro Muguruza, autor del edificio de la Prensa, en la plaza del Callao de Madrid, y luego Diego Méndez. El escultor Juan de Ávalos fue el encargado de la decoración. Pero sin duda el elemento más destacado del Valle de los Caídos, el más "imperial", es la gran cruz de piedra de 150 metros de altura y brazos de 24 metros cada uno. En total, casi 200.000 toneladas de hormigón armado reforzado con un bastidor metálico y recubierto con cantera labrada y mampostería de berrugo. La cruz fue un encargo de Franco y un auténtico quebradero de cabeza para Diego Méndez, el artífice y responsable de levantar “el Altar de España, de la España heroica, de la España mística, de la España eterna”. Sin embargo, la terminó calificándola como "nuestra pesadilla".
4. ¿Quién está enterrado en el Valle?
Aparte de Franco y Primo de Rivera, ambos enterrados en un lugar preeminente de la basílica, en el Valle de los Caídos yacen los restos de 33.833 personas (21.423 identificados y 12.410 sin identificar) de ambos bandos -sobre todo del republicano- de la Guerra Civil, que fueron llevados allí entre 1959 y 1983 en 491 traslados desde fosas comunes y cementerios de todas las provincias españolas, salvo Ourense, A Coruña, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, según el censo del Ministerio de Justicia.
5. De dos a cinco pesetas de salario
En la construcción del Valle de los Caídos participaron unos 20.000 presos políticos, vencidos, también algunos voluntarios que preferían picar piedra que estar encarcelados porque las condiciones eran mejores, según los cálculos de algunos historiadores. Todos ellos estaban sometidos a las normas del Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo: redimían dos días de pena por cada uno de trabajo. Los obreros recibían entre dos y cinco pesetas de salario, dependiendo de la época, y dormían en barracones o cabañas en el monte.
Las obras, en las que murieron en torno a 15 personas —sin contar todos los fallecidos a posteriori por las enfermedades pulmonares—, se dividieron en tres fases: la construcción de los seis kilómetros de la carretera de acceso a Cuelgamuros, la perforación de la roca con dinamita, y la construcción en sí de las dependencias, a pico y pala. El coste, según investigaciones del hispanista Raymond Carr, ascendió a 1.086,4 millones de pesetas (6.529.758 euros).
6. Clasificación de los prisioneros al estilo nazi
Al comienzo de la construcción del Valle, los presos fueron obligados a coser en su ropa botones de distintos colores para diferenciar las penas. Así, los vigilantes podían identificar fácilmente quién había sido condenado a muerte y quién solo a unos años entre barrotes. Esta clasificación "a la española" presentaba bastante similitudes con el marcaje de prisioneros en base a triángulos de colores invertidos que los nazis implantaron en los campos de concentración.
7. ¿Quiénes fueron los presos más ilustres?
El fin de la Guerra Civil significó la victoria para media España y la derrota para la otra parte. Miles de familias quedaron desmembradas por la sangre vertida por los fusiles y los obuses; y mientras el franquismo brindaba en los cafés, los republicanos fueron conducidos al exilio, a la cárcel, a los paseíllos o a trabajar en lugares como el Valle. Ese fue el caso de Gregorio Peces-Barba del Brío, miembro del cuerpo jurídico militar de la República y progenitor de uno de los padres fundadores de la Constitución; del historiador Nicolás Sánchez-Albornoz; de Benito Rabal, padre de Paco, el actor, que creció viendo cómo era perforada la montaña de Cuelgamuros; y de otros tantos miles.
8. Los niños de la escolanía
En la actualidad, delante de la basílica se extiende una gran explanada de más de 30.000 metros cuadrados flanqueada por el resto de edificios del complejo: una abadía benedictina, una biblioteca, una hospedería y una escolanía. En esta última, unos cincuenta niños de 8 a 16 años, edad que se conoce como la de las "voces blancas", reciben formación académica y musical. Diariamente cantan en la basílica la misa solemne junto a los monjes benedictinos y la orden destaca que se trata de la única escolanía del mundo que canta gregoriano todos los días durante el curso académico. En el año 2013, el italiano Alessandro Pugno dirigió un escalofriante documental, titulado A la sombra de la cruz, sobre la vida en los entresijos del Valle y cómo son educados estos jóvenes.
9. Cinco millones de teselas en la cúpula
La cúpula de la basílica está decorada con un mosaico del Juicio Final obra de Santiago Pedrós. El mosaico, de más de cinco millones de teselas, fue elaborado en plano en el Teatro Real de Madrid, con la dificultad de tener que incorporarlo luego a un plano abovedado, de cúpula, lo cual se hizo por el denominado método indirecto. Están representados los caídos civiles y religiosos y los caídos militares en la Guerra Civil.
10. El Poblado del Valle de los Caídos
Se trata de una aldea semiabandonada, situada a un kilómetro de distancia de la gigante cruz que preside el Valle, donde han vivido alrededor de medio centenar de familias bajo la dirección de un sargento retirado de la Guardia Civil. Tradicionalmente, los habitantes del Poblado del Valle de los Caídos han sido agentes del Instituto Armado encargados del cuidado y funcionamiento del mausoleo de Franco y empleados de Patrimonio Nacional. Ahora apenas una decena de viviendas se mantiene habitada.