A mediados del siglo VI, el rey Leovigildo, uno de los monarcas visigodos más importantes, estableció en Toledo la capital de su reinado. A partir de ahí, inició un período de unificación territorial para restaurar las fronteras de sus dominios apuntalado en dos pilares: el control de las rebeliones internas y una serie de campañas bélicas contra los enemigos peninsulares.
Tras lograr su cometido, Leovigildo fundó en el año 578 la ciudad de Recópolis e, imitando a los emperadores bizantinos, le puso el nombre de su hijo, el futuro rey Recaredo. Este emplazamiento, a la altura del municipio de Zorita de los Canes en Guadalajara, fue un lugar estratégico de comunicación, pero su relevancia parte de ser un ejemplo excepcional de fundación ex novo de nueva planta en época visigoda.
La urbe, que se abandonó en torno al siglo IX, ha sido escenario de numerosas excavaciones durante las últimas décadas, pero todavía siguen saliendo a la luz restos de edificios y estructuras hasta ahora desconocidas. Según un estudio reciente publicado en la revista Antiquity y realizado por expertos de las universidades de Harvard, Fráncfort y Alcalá, el complejo, de más de 30 hectáreas y rodeada de una gran muralla con torres cuadrangulares y varias puertas de entrada, es más grande de lo que las ruinas muestran; y así lo han constatado gracias a los equipos de prospección geomagnética.
Además de partes inexploradas del palacio, el principal hallazgo de esta última investigación son los vestigios de la que puede ser una de las mezquitas más antiguas construida en suelo europeo. Recópolis cayó en manos de los musulmanes tras la invasión de la Península en el año 711, y los arqueólogos han dado con restos desconocidos de la influencia de la ocupación bereber.
Gracias a las herramientas de georradar, se ha identificado un gran edificio con una orientación diferente al resto, hacia la Meca. La planta también se parece a la de las mezquitas de Oriente Medio. Y aunque Michael McCormick, uno de los coautores del estudio, ha señalado que solo las investigaciones confirmarán esta hipótesis, de serlo, esta mezquita podría ser la más antigua de la que existen registros en toda Europa.
¿Y el resto de la ciudad?
La ciudad de Recópolis fue construida en un momento de enormes turbulencias en todo el continente. Fue una época marcada por las migraciones masivas, desde Europa occidental hasta China, la caída del Imperio romano, las hambrunas y el estallido de la peste bubónica —de hecho, una investigación reciente ha señalado al 536 como el peor año de la historia para estar vivo—. En este sentido, el reino visigodo fue en cierto modo una paradoja: la monarquía se unificó mientras a su alrededor todo se derrumbaba.
La urbe es el mejor ejemplo del éxito de la reforma urbanística desarrollada por los visigodos y ha suscitado el interés de expertos de todo el mundo. De hecho, cuando McCormick, historiador medieval y arqueólogo de la Universidad de Oxford, visitó el yacimiento arqueológico en 2014 y los restos del palacio, la capilla o lo que está considerado como tiendas de artesanos y comerciantes, le preguntó a su colega Lauro Olmo Encismo, de la Universidad de Alcalá, que dónde estaba el resto de la ciudad. Hasta aquel entonces solo se había excavado un 8% de la ciudad.
Ahora, el estudio de estos dos expertos y el resto de su equipo, ayudados por prospecciones geomagnéticas, ha permitido observar estructuras bajo tierra y confirmar que Recópolis estaba llena de calles y edificios, e incluso que la ciudad tuvo una especie de suburbio a las afueras de su puerta de entrada monumental.