Hallan en Roma la 'farmacia' del Imperio, los almacenes donde se guardaban las especias
Los vestigios han sido descubiertos en los Foros y se trata de un complejo en el que es probable que trabajase el famoso médico Galeno.
27 noviembre, 2019 16:36Noticias relacionadas
Las especias eran tan valiosas como el oro en la Roma Imperial, sobre todo por su uso medicinal, y los emperadores las protegían con celo en unos almacenes que ahora han sido sacados a la luz en los Foros y en los que pudo indagar el mismísimo Galeno, uno de los médicos más célebres de la Antigüedad.
Fue el emperador Domiciano (51-96 d.C) quien ordenó construir los Horrea Piperataria, almacenes donde acumulaban las especias que llegaban desde todos los puntos cardinales de sus dominios y que luego se usaban en la elaboración de fármacos y ungüentos.
Por el momento se ha excavado un edificio de planta rectangular, con un patio porticado y una bañera en medio, dividido en una serie de salas que servían como almacén, y se situaba en pleno distrito médico, junto a la Vía Sacra del Foro, a dos pasos del Coliseo.
Y es que ese lugar quedó sepultado a comienzos del siglo IV para permitir la construcción de la monumental basílica de Majencio, uno de los edificios más imponentes del área arqueológica.
Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de La Sapienza de Roma, capitaneados por el profesor de Arqueología Domenico Palombi, se afana en estudiar esta excavación, asegurada con puntales a unos cinco metros bajo el pavimento de la basílica.
Las especias y el poder
Palombi acompaña a la Agencia Efe por este espacio que considera crucial para el poder romano de la época, pues controlaba y distribuía la materia prima con la que se elaboraban los fármacos que después usaba la corte, el poderoso ejército, los funcionarios y finalmente la plebe.
En definitiva, "era el instrumento con el que el emperador y su burocracia controlaban uno de los recursos más importantes del Imperio", refiere el experto. Los médicos acudían a este complejo para obtener ingredientes para sus pócimas curativas, o para estudiar sus propiedades, aunque siempre tenían prioridad los que servían a la familia imperial.
Sin embargo también recurrían a este almacén los catorce médicos públicos que atendían a los ciudadanos romanos en los distintos barrios, pagados por las arcas del Estado, e incluso el doctor específico que trataba a las vírgenes sacerdotisas de Vesta.
El médico ilustre
Uno de los personajes que a buen seguro frecuentaron estos almacenes fue Galeno, el célebre médico griego que llegó a Roma a mediados del siglo II d.C y cuya fama acabaría abriéndole las puertas del palacio para servir a Marco Aurelio y a su hijo Cómodo.
Se sabe que este afamado médico, filósofo y teórico, con permiso de Hipócrates, estuvo en este lugar, pues así lo reconoce él mismo en los numerosos documentos escritos que legó para la posteridad. En estos textos hablaba de un distrito dedicado a las ciencias médicas enclavado en los Foros romanos, a los pies de la colina del Palatino, donde se podía comprar toda clase de productos, materias primas e instrumental quirúrgico.
Pero también reconocía su aprecio por un edificio triunfal que colinda con los almacenes, el "Templo de la Paz", mandado construir por el emperador Vespasiano entre el 71 y el 75 d.C para conmemorar la victoria sobre los hebreos y la toma de Jerusalén.
Este complejo contaba con una imponente biblioteca, una de las más importantes del momento, y en sus auditorios Galeno demostró sus dotes científicas con clases magistrales y disecciones animales.
Palombi insiste en que no se ha descubierto el laboratorio de Galeno, tal y como se empeñan en escribir los medios en Italia, sino un lugar muy importante para el poder, por el control que tenía sobre la medicina, que seguramente frecuentó y usó el famoso médico.
Por ello apunta que sí se puede considerar esta botica pública romana como un lugar importante en el desempeño de su labor, e incluso se sabe que se hizo con un inmueble en el que guardaba objetos de valor cuando abandonaba aquella Roma caput mundi.
Las visitas
Los horrea, estos almacenes de especias, son "un lugar jamás estudiado e inédito", según Palombi. Por esa razón los gestores del Parque Arqueológico ultiman un proyecto que permitirá la visita del público previsiblemente a finales de 2020.
La idea es que el visitante encuentre este lugar intacto, tal y como ha quedado tras el paso del tiempo: "Dejaremos todo como lo hemos encontrado", explica a Efe la arquitecta encargada del proyecto, Cristina Collettini.
Las visitas serán en pequeños grupos, pues el espacio es ciertamente reducido, y discurrirán por una pasarela suspendida desde la que se podrán ver proyecciones explicativas.
La directora del Parque Arqueológico, Alfonsina Russo, celebró que las excavaciones en este lugar han sacado a la luz fases importantes de su historia, con asentamientos arquitectónicos que transcurren a lo largo de cuatro siglos.
Y destaca que los Foros, con sus 77 hectáreas de extensión, siguen sorprendiendo: "La historia se enriquece cada vez más mediante la investigación arqueológica", zanja.