Egipto sigue desenterrando sus tesoros. Una misión arqueológica acaba de sacar a la luz una pequeña estatua real de una esfinge, hallada en el yacimiento arqueológico de Tuna El-Gebel, en la Gobernación de Menia, al sur de El Cairo. Este descubrimiento se registra pocos días después de se encontrase de casualidad un busto de granito rojo del faraón Ramsés II con el símbolo del Ka, que para los antiguos egipcios tenía el significado de la fuerza vital.
El director general de Antigüedades de Egipto, Gamal El-Samastawy, ha señalado que la pieza, de unos 35 centímetros de alto y 55cm de ancho, es de piedra caliza. En estas excavaciones también se han hallado antiguos amuletos y alfarería de diversas formas y tamaños.
La esfinge, de mucho menor tamaño que la de las pirámides de Guiza, presenta un rostro finamente tallado y en buen estado de conservación. El Ministerio de Antigüedades ha valorado que refleja una impresionante habilidad artística y mucha preocupación por el detallismo. Su significado, por el momento, resulta un misterio.
La zona de Tuna El-Gebel, cerca de la actual ciudad de Mallawi, fue la necrópolis de Jmun o Hermópolis Magna y donde se encuentra la tumba de Petosiris, sumo sacerdote de Thot. Además, contiene monumentos de las épocas griega y romana, así como de la Edad Media, y las Estelas fronterizas de Akenatón.