El 45% de la población española ronca habitualmente. El 45% de la población española reconoce roncar habitualmente y el 30% asevera que lo hace ocasionalmente. El ronquido es un trastorno que sufren millones de personas en todo el mundo. Lo curioso es que la mayoría de ellas no saben por qué roncan o qué podrían acarrear esos ronquidos para la salud. Porque, tal y como aseguran muchos especialistas, el ronquido puede ser un síntoma revelador de algún trastorno del sueño, véase por ejemplo la apnea del sueño.
Estudios recientes han sugerido que los ronquidos también pueden conducir a un elevado riesgo de endurecimiento de las arterias, la principal causa de los accidentes cerebrovasculares y los problemas cardíacos en general. Es recomendable pues conocer cuáles son las razones por las que roncas y qué hacer para no roncar.
¿Por qué roncamos?
Hay múltiples razones inesperadas por las que puedes roncar. La mayoría de las personas creen que el ronquido se debe a un problema respiratorio o una postura en la cama. Sin embargo, hay otras consecuencias que pueden llevar a roncar y que quizás resulten un tanto sorprendentes.
1. Tomar alcohol por la noche
Una copa de vino por la noche no favorece los hábitos del sueño. El alcohol relaja los músculos de las vías respiratorias, lo que puede provocar ronquidos incluso entre aquellas personas que no suelen roncar. Ese sueño no será profundo ni reparador y te levantarás mal al día siguiente.
2. Tener una obstrucción nasal
Tener una obstrucción nasal debido a un resfriado, la alergia o algún problema en la nariz contribuye al ronquido incluso en las personas que no roncan habitualmente. Se ha demostrado que los aerosoles nasales pueden ayudar a hacer desaparecer la obstrucción nasal para evitar que la persona ronque por la noche.
3. Dormir boca arriba
Uno de los trucos para aliviar los ronquidos es no dormir boca arriba, ya que es la postura que más induce a roncar. Al dormir en esta posición, existe una tendencia natural a que la mandíbula y la lengua caigan a la parte posterior de la garganta. Dormir de lado ayuda a reducir los ronquidos, sobre todo entre las personas que sufren de apnea del sueño.
4. Los ronquidos y el peso corporal
El sobrepeso puede provocar un tono muscular deficiente y una mayor cantidad de tejido alrededor de la garganta y el cuello. Esta situación hace que la persona con exceso de peso sea más propensa a roncar mientras duerme. Tratar de llevar una vida y una alimentación saludables puede ser la mejor solución en estos casos.
5. La edad
Según los últimos estudios, los ronquidos son más comunes a medida que envejecemos. Esto se debe sencillamente a que los tejidos de la garganta y las vías respiratorias se van haciendo más flexibles. El uso de dilatadores nasales puede ayudar a solucionar los problemas de ronquido relacionados con la edad.
6. La forma de la boca
El tipo de anatomía bucal puede hacer que una persona sea más propensa a roncar que otra. Por ejemplo, tener un paladar más bajo, más grueso o más blando puede estrechar las vías respiratorias y provocar los ronquidos. Un aparato bucal que corrija una mala posición puede solucionar este problema.
Cómo dejar de roncar
Hay una serie de consejos y trucos para aliviar los ronquidos que podemos poner en práctica. La mayoría de ellos son muy fáciles de llevar a cabo y cualquier persona los puede hacer sin problemas.
1. Cambiar de posición
Dormir de lado puede ayudar a dejar de roncar. Puedes colocarte una almohada de cuerpo entero para ayudarte a dormir más cómodamente en esta posición. También se puede reclinar un poco la cama si se duerme boca arriba, ya que de esta forma se abren las vías respiratorias nasales y se previenen los ronquidos. Pero si los ronquidos continúan incluso cambiando la posición, puedes estar ante un problema de apnea del sueño.
2. Mejorar los hábitos de sueño
Hay personas que tienen hábitos del sueño muy definidos. Trabajar muchas horas sin dormir lo suficiente, por ejemplo, puede provocar no solo que no se descanse bien, sino también incitar a la aparición de ronquidos. Si creas unos hábitos del sueño saludables, es muy probable que dejes de roncar.
3. Abrir los conductos nasales
Si la nariz está obstruida debido a un resfriado o una alergia, es más probable que se pueda roncar. Una ducha caliente antes de acostarse puede ayudar a abrir las fosas nasales. También puedes enjuagar la nariz con agua de mar. Hay aerosoles y productos específicos que, si se usan poco antes de dormir, pueden prevenir los ronquidos.
4. Cambiar la almohada
Los ácaros del polvo y los alérgenos de la almohada pueden contribuir a la aparición de ronquidos al provocar reacciones alérgicas. Es necesario que al menos una vez cada dos semanas airees las almohadas de casa, o reemplazarlas cada seis meses. También es recomendable no dormir con mascotas.
5. Mantenerse bien hidratado
Las secreciones en la nariz y el paladar se vuelven más pegajosas cuando se está deshidratado. Esto es algo que puede provocar la aparición de ronquidos. Beber agua durante el día y llevarse una botella de agua para dormir son soluciones que puedes poner en práctica si roncas.
En definitiva, los ronquidos son un problema que pueden ser síntoma de algo más. Si son ronquidos leves no tienen por qué ser un problema. Sin embargo, si se dilatan en el tiempo y son ronquidos fuertes, hay que acudir al médico para que descarte cualquier otro posible problema que pueda estar tras las causas de esos ronquidos.