Cada Navidad vuelve esa tradición de volver a poner el Belén y ¿por qué no? también de visitarlos. De hecho, España cuenta con algunos de los belenes más antiguos y elaborados. Muchos de ellos pueden verse expuestos por estas fechas en diferentes ciudades españolas e incluso de forma permanente en algunas exposiciones.
Desde el Belén del Real Monasterio de las Descalzas Reales en Madrid al Belén de Salzillo en Murcia realizado entre 1776 y 1783, sin olvidar algunos tan conocidos como el Belén Napolitano o del Príncipe del Palacio Real, todos estos nacimientos históricos merecen una visita. ¿Nos acompañas?
Belén del Real Monasterio de las Descalzas Reales (Madrid)
Este Belén con escenas inspiradas en la tradición franciscana y con escenas inspiradas en la primera Navidad celebrada en 1223 en la cueva de Greccio por San Francisco de Asís y otros monjes, se puede ver en el monasterio de las Descalzas Reales, también conocido como el de Nuestra Señora de la Visitación. Cuenta con numerosas figuras talladas en coral, plata y bronce, pertenecientes a diferentes talleres, algunas de las cuales se corresponden con los siglos del XVIII y al XX. Este año el Belén de las Descalzas Reales cuenta además con controles de aforo y visitas en grupos de hasta cinco personas y accesos independientes a la entrada y salida.
Belén del Real Monasterio de La Encarnación (Madrid)
Las figuras de este Belén histórico también son dignas de admirar y es que están formadas con barro policromado y si por algo destacan es por la mezcla de estilos y de épocas. En él se puede ver la escena del nacimiento que corresponde al siglo XVII, también a los pastores del siglo XX y a los Reyes Magos que datan del siglo XIX, también los pajes y el grupo del Anuncio a los Pastores realizados en barro policromado de la escuela de Olot también del siglo XX. Al igual que el Belén de la Iglesia de las Descalzas Reales, también cuenta con controles de aforo y plazas limitadas en los grupos.
Belén Napolitano del Palacio Real de Madrid
A este Belén, que estará abierto hasta el 10 de enero, podrás acceder de forma gratuita y en grupos de cinco personas acompañadas por el personal de la institución. Lo encontrarás ubicado en el Salón de Alabarderos, el cual cuenta actualmente con un aforo máximo de 22 personas.
En lo que respecta a su historia, este Belén Napolitano del Palacio Real tiene su origen en el Belén iniciado por Carlos III para su hijo, el futuro Carlos IV. De ahí que también se le conozca como el Belén del Príncipe.
El Belén de Jesús (Palma de Mallorca)
El Belén de Jesús, declarado Bien de Interés Cultural en 2003, procede del convento franciscano desaparecido de Jesús extramuros en Palma de Mallorca. Este fue trasladado en 1843 a la capilla de la Iglesia de la Anunciación donde actualmente se puede visitar. Se trata del Belén más antiguo en Baleares y posiblemente se trate también de uno de los belenes cristianos más antiguos. Las figuras de la Virgen y de San José son de 1480 y los seis ángeles también datan del siglo XV. La procedencia de sus figuras además se cree que tiene un origen italiano y concretamente del taller de Pietro y Giovanni Alamanno.
El Belén de las Agustinas Recoletas (Salamanca)
Este conjunto data de 1645 y fue un regalo a las agustinas recoletas del VI Conde de Monterrey, Manuel Zúñiga y Fonseca, embajador en Roma y después Virrey de Nápoles. De ahí que conociese los talleres de los escultores napolitanos. En concreto este Belén napolitano refleja un escenario casero en Nazaret, una construcción del siglo XVII en la que puede verse la vida cotidiana de Jesús. En él también encontramos figuras de los Reyes, los pastores y los ángeles músicos, una serie de figuras articuladas y vestidas con trajes con bordados de hilo de oro y plata únicos.
El Belén de Salzillo (Murcia)
Este Belén realizado entre los años 1776 y 1783, fue realizado por Francisco Salzillo para el noble murciano Jesualdo Riquelme y Fontes, para después ser completado por su discípulo Roque López y su taller. Finalmente, fue terminado en 1800. Las figuras que lo forman destacan por sus elaboradas policromías, las cuales actualmente pueden contemplarse en el Museo Salzillo de Murcia.