La historia la aprendemos a través de la escuela, de libros, obras, películas, series, documentales… Pero lo cierto, es que existen muchos otros detalles de la historia interesantes que a menudo quedan sin enseñar o en el olvido. Precisamente en esta selección de curiosidades sobre la historia de España, hemos recopilado algunos de esos detalles y curiosidades de la historia que han pasado más desapercibidos, pero que también pueden ser muy interesantes.
¿Sabías en qué ciudad de España estuvo el primer banco público de Europa? ¿Y que Madrid no siempre ha sido capital de España? ¿Has estado en el pueblo más antiguo de España? ¿O te has preguntado alguna vez sobre el verdadero origen de la bandera española? Todo esto y mucho más, es lo que te espera en esta lista de curiosidades sobre la historia de España que puede que desconozcas.
Curiosidades sobre la historia de España que no conocías
El primer banco público de Europa estuvo en Barcelona
¿Sabías que Barcelona fue la ciudad que tuvo el primer banco público de Europa? Este banco se llamaba La Taula de Canvi y abrió sus puertas el 20 de enero de 1401. El objetivo era el de contar con un banco que estuviese respaldado públicamente donde particulares y otras instituciones pudieran depositar su dinero sin miedo a perderlo y también con la posibilidad de optar a futuros préstamos.
En Santander tuvo lugar una de las peores tragedias civiles del siglo XIX
Conocida como la tragedia del vapor ‘Cabo Machichaco’, esta fue una de las peores tragedias civiles ocurridas en el siglo XIX y concretamente el 3 de noviembre de 1893. Uno de los peores recuerdos de Santander, que tuvo lugar debido a la explosión de este barco que se dedicaba a transportar mercancías y pasajeros entre San Sebastián y Sevilla. Varias garrafas de ácido sulfúrico en cubierta y 51 toneladas de dinamita para uso minero, fueron la causa de que el incendio y la explosión fueran tan destructivas como para que se derrumbasen varios edificios de las calles cercanas a la explosión y como para quitar la vida a más de 600 personas y dejar más de 2.000 heridos.
Madrid no siempre fue la capital de España
Si pensabas que Madrid siempre había sido capital de España, te aclaramos que no es así. De hecho, a lo largo de la historia de España y por diferentes motivos, la capital llegó a estar en otras ciudades como Toledo, Valladolid, Cádiz o Valencia, además de otras muchas ciudades que también han sido capital de España en el pasado.
Sevilla fue capital de España durante dos años
Sevilla fue una de esas ciudades en ser capital de España, concretamente durante dos años y en el mismo momento en el que ocurrieron las guerras napoleónicas (entre 1808 y 1810). En aquellos años la gran parte del territorio español estaba invadido por las tropas de Napoleón y Sevilla fue uno de los lugares en los que se luchó con mayor fuerza contra estas tropas. Fue concretamente el 16 de diciembre de 1808 cuando el conde Floridablanca, presidente de la Junta Central, convocó a la Junta en la capital hispalense, momento desde el cual Sevilla se erigió como capital española siendo el Real Alcázar la sede de la Junta Central. Esta capitalidad llegó a su fin en enero de 1810 cuando Sevilla finalmente se entregó al ejército francés.
Los reyes de España más jóvenes de la historia
Carlos II, Isabel II y Alfonso XIII figuran como los reyes de España más jóvenes de la historia. Alfonso XIII se convirtió en soberano nada más nacer, Carlos II heredó el trono en 1665 y con tan solo 4 años, mientras que Isabel II fue reina entre 1833 y 1868, pero durante sus primeros años reinó con nada menos que 36 meses de vida.
El pueblo más antiguo de España se encuentra en Palencia
Un pequeño pueblo de montaña con menos de 300 habitantes, ubicado en un paraje de gran belleza como es la sierra de Híjar y parte del Parque Natural de la Montaña Palentina, repleto de arquitectura medieval, naturaleza e historia, así es Brañosera. Un humilde municipio enfocado en la agricultura, la ganadería y el turismo rural, que también es conocido por ser uno de los pueblos más bonitos e históricos de España. Pero para ser exactos, se trata del pueblo más antiguo de nuestro país. De hecho, su carta puebla data nada menos que del año 824, siendo esta la primera concedida en España.
¿Quién fue el primero en nombrar a la península como Iberia?
Fue precisamente el geógrafo e historiador griego Estrabón (63 a. C - 24 d. C) quien dio por primera vez a la península ibérica el nombre común de Iberia, es decir, “tierra de los iberos”. Un nombre que los romanos después transformaron en Hispania, denominando así al conjunto de la Península Ibérica y como término alternativo al Iberia de los autores griegos. Aunque hay quien relaciona también esa palabra de ‘Hispania’ con una procedencia fenicia y con un significado similar a “tierra de metales”.
¿Quién fue la primera reina cristiana de la península?
Urraca I de León y de Castilla, hija de Alfonso VI y Constanza de Borgoña, fue la primera reina que reinó como tal y no como consorte en la Península Ibérica. Desde pequeña recibió una educación para gobernar y dirigir ejércitos a pesar de que contaba con un hermanastro más pequeño que tendría preferencia sobre ella. Llegó a casarse muy joven y a tener dos hijos, pero cuando murió su hermanastro y su padre, Urraca pasó a convertirse en la legítima reina de León y como mujer viuda por aquel entonces.
La bandera de España nació para resolver un problema naval
La bandera de España apareció por primera vez en el siglo XVIII para solucionar un problema naval. En aquel momento la dinastía borbónica llegó a España con una bandera blanca en cuyo centro se encontraba su escudo de armas. Pero esta dinastía no sólo gobernaba España, sino también Nápoles, Parma, Francia, Sicilia… Esto significaba numerosos buques de diferentes nacionalidades con una bandera blanca muy similar, lo cual acaba siendo bastante confuso a la hora de identificar los diferentes buques. Por esta razón, el rey Carlos III encargó a Antonio Valdés y Fernández Bazán la creación de una nueva bandera.
En aquel momento el señor Valdés organizó un concurso para decidir una bandera, del cual salieron doce bocetos posibles para la flota de barcos. Entre esos doce bocetos presentados a concurso, el Rey eligió dos, a los que varió las dimensiones de las franjas. Años más tarde la rojigualda alcanzaría mayor popularidad sobre todo a raíz de la Guerra de la Independencia contra los franceses.